(EP) Los fieles habían sido retenidos mientras asístían a misa en la Iglesia Católica Siria Saiydat Al Najat (Nuestra Señora del Perpetuo Socorro) por miembros de la red terrorista Al Qaeda, según fuentes iraquíes.
En un principio, los rebeldes dejaron marchar a 19 monjas y algunas informaciones apuntaron que habían liberado al resto de fieles. Sin embargo, el Ministerio del Interior iraquí ha confirmado la muerte de estos siete rehenes.
“Hemos venido para prestar la principal ayuda al Ejército y a la policía y hemos liberado a los rehenes con ayuda de los norteamericanos”, han explicado fuentes oficiales, quienes han confirmado que las muertes se han producido durante el tiroteo.
La entrada en la iglesia se ha producido horas después de que varios hombres armados irrumpieran en la iglesia e iniciaran el secuestro.
"Tenemos información de que los terroristas han secuestrado un número de fieles y sacerdotes, dos en esta iglesia. Ellos están exigiendo la liberación de los terroristas en Irak y Egipto", explicaba Shlimoune Wardouni, antes de conocerse el desenlace.
Según el general Qassim Atta, portavoz del comandante de operaciones en Bagdad, citado por la televisión estatal, la iglesia estaba ya rodeada por la policía.
Según las primeras estimaciones, entre los afectados había varias mujeres y niños. Los extremistas ya habían amenazado con matar a los rehenes si la policía intentaba entrar al local, señaló Al Baghdadiya.
Por su parte, un portavoz del Vaticano pidió que el secuestro se solucionara "pronto a su fin y sin violencia".
Antes habían intentado entrar en la Bolsa
Anteriormente, una fuente del Ministerio del Interior aseguró que cuatro hombres armados habían entrado en la iglesia durante la misa, después de matar a dos guardias que protegían a la Bolsa de Valores de Bagdad, y herir a otras cuatro.
Las fuentes explicaron que los insurgentes atacaron con armas a los guardias de seguridad de la Bolsa, que respondieron con disparos, y acto seguido detonaron un coche-bomba en el lugar. Todas las víctimas son agentes de seguridad del edificio.
Tras el asalto frustrado, los atacantes se refugiaron en la iglesia, que está próxima a la Bolsa.
Desde agosto de 2004, esta iglesia ha sido blanco de ataques, junto con otros cinco lugares de culto cristiano, causando varios muertos y heridos