(Telam) Ante más de un millón de fieles llegados de todo el país, el primado de la Iglesia en Argentina señaló, dirigiéndose a la imagen de la Virgen: “Ahí está tu hijo. Aquí están tus hijos Madre! Tu pueblo peregrino viene a tu Casa desde muchos años, siglos… En el corazón de los hijos está arraigado ese momento que nos cuenta el Evangelio, y aquí cada peregrino, cada uno de nosotros que vinimos ayer y hoy, así lo vivimos. Jesús en la cruz nos miró en el apóstol y nos dejó el mejor regalo: su Madre, que es nuestra Madre”.
En Luján, explicó el prelado, “creció fuerte esta presencia de la Virgen, nuestra Madre. Hoy, también en mayo y en diciembre, muchos venimos para estar cerca de la Madre. Venimos porque nos hace falta este lugar de confianza y de descanso. Venimos a contarle a la Virgen como anda nuestra vida y nos llevamos su mirada que es aliento para seguir el camino”.
El purpurado aseguró que “venimos porque nos hace falta seguir confiando y seguir alimentando lo más nuestro, lo que da sentido a nuestras vidas”.
“Este año”, señaló el cardenal, “la Casa de la Virgen en Luján, tiene, para nuestra Patria, un gran significado. Igual que nosotros hoy, muchos vinieron durante siglos hasta este lugar reconociendo en las palabras del Evangelio una pertenencia, una pertenencia de hijos. Aquí como hijos renovamos la dignidad de personas, porque la Virgen Madre nos lleva a Jesús que nos enseña con su Palabra y nos entrega su vida”.
Y aquí, añadió, “generaciones de hijos, conocidos o anónimos peregrinos de la Virgen , han hecho crecer la Patria y nos han dejado esta Casa que se fue edificando con amor. Todos ellos recibieron la bendición de la Virgen y ella nos animó también a recibir la fe que, de padres a hijos, aquí continúa creciendo”.
Por último, el arzobispo de Buenos Aires afirmó que “como hijos de esta querida Patria queremos seguir cuidados por la Virgen. Que nada ni nadie nos confunda. Aquí Nuestra Señora de Luján se quiso quedar como ’La primera fundadora de esta Villa’. Y si nuestros mayores nos enseñaron a confiar porque visitaron a la Virgen en la gloria y en la tristeza, nos confirman ellos también lo que el pueblo argentino siempre hizo en este sitio: confiar en quien prometió cuidarlos”.