(InfoCatólica) El líder de la banda irlandesa U2 ha quedado en evidencia justo después de haber escrito un artículo en el New York Times en el que pedía mayor transparencia y responsabilidad para los programas de desarrollo de los Objetivos del Milenio. La fundación, que contaba con 15 millones de dólares provenientes de donaciones públicas en 2008, gastó más de 8 millones en salarios y el resto fue destinado a campañas de publicidad, que incluyeron cajas de regalos costosas entregadas personalmente a las salas de redacción con el propósito de influir en la cobertura de la cumbre de la ONU.
Sus opiniones llevaron al New York Post a revisar las finanzas de la fundación ONE, propiedad de Bono. El resultado no ha podido ser más concluyente. La fundación de la estrella de rock parece más una gran plataforma de publicidad para el cantante que una verdadera organizació benéfica. La inmensa mayoría de los fondos que recibe van destinados a sueldos y campañas de regalos que a su vez buscan obtener nuevas donaciones.
En el año 2008, que ha sido el investigado por el periódico neoyorquino, ONE dedicó a fines benéficos menos del 1.5% de su presupuesto.