(Efe/InfoCatólica) El sacerdote incardinado en la archidiócesis de Oviedo, que se manifiesta en contra de la doctrina de la Iglesia de forma pública y habitual, ha asegurado que “cada vez se cree más en la familia, diga quien lo diga. Y aunque voceen en la Plaza Colón (de Madrid) que está en crisis, no es cierto. Lo que hay son dificultades en algunas relaciones de pareja”.
El fundador de Mensajeros de la Paz, cree necesario desterrar la “intolerancia” que desprenden algunos sectores sociales, que se manifiestan en campos como la religión, donde aún algunos ven mal que se promueva una oración conjunta entre un católico y un protestante o que, por ejemplo, la catedral de Córdoba sea cedida para el rezo de los musulmanes o que en una mezquita oren cristianos.
Cree que la gente es cada vez mejor
Habiendo estado con su ONG en países como Tanzania, Kenia, Mozambique, Uganda, Costa de Marfil, Panamá, Bolivia, Perú, Ecuador o Iraq, este sacerdote ha expresado su firme creencia en que la gente cada vez es más solidaria y en que, aunque se diga lo contrario, también lo son unos líderes mundiales cada vez más competentes.
Para ello, ha puesto como ejemplos el que tras los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid a los servicios sanitarios “les sobrara sangre” de la cantidad de donaciones que registraron; o que hoy, a diferencia de hace unas décadas, si cualquier ciudadano ve a un hombre tirado en un portal, no dudaría en avisar rápido a los servicios de emergencia para que le ayuden.
En la actualidad, “los políticos, a pesar de que haya un tipo de gente corrupta, muy mediocre o que debería estar en la cárcel, cada vez son mejores”, ha sostenido el Padre Ángel, quien ha añadido que el mismo fenómeno sucede en la Iglesia.
“Hoy no se permiten muchas de las cosas que en el siglo pasado o hace dos se les permitía a los curas y un cura que se desbarre actualmente o haga algo enseguida es juzgado, y hacen bien”, ha destacado el sacerdote quien, no obstante, ha aclarado que la Iglesia ha perseguido escándalos como los de los abusos a menores desde que vivía Cristo.
Defensor de la idea de que el mundo está mejor que nunca, ha asegurado que si se preguntase a la gente cuándo preferiría vivir, ahora con todos los adelantos tecnológicos existentes o hace cien años “sin comer y en alpargatas”, la inmensa mayoría elegiría lo primero.
“La peor época fue la primera, pues el cincuenta por ciento de la humanidad mató al otro cincuenta, es decir, Caín a Abel, pero hoy no hay ese cincuenta por ciento, tenemos los pies en la tierra y no permitimos ciertas injusticias que antes eran comunes; es más, no permitimos ni tan siquiera que se conduzca borracho”.
Por todo esto, ha subrayado que “existen muchos motivos para luchar” y que, aunque se esté consiguiendo terminar con el hambre y la pobreza en el mundo a un ritmo más lento que el que se había marcado en un principio, “las siguientes generaciones” verán cómo se acaba con estos problemas.