(Diario de Sevilla/InfoCatólica) Esta delegación diocesana ha expresado mediante un comunicado que "la Iglesia de Sevilla no es ajena a la situación que vivimos de profunda crisis, de paro y de precariedad laboral que afectan a las personas, a las familias y a la sociedad". En este sentido, la pastoral afirma que "la crisis no es sólo económica, sino de valores".
El apoyo del Arzobispado a la huelga del 29-S está fundamentado, según señala el comunicado, en la oposición frontal a la reforma laboral aprobada por el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero. La Pastoral Obrera ya había manifestado en uno de sus boletines mensuales que la reforma laboral está pensada “para despedir más fácil y más barato”. En este sentido, la nota elaborada para apoyar la huelga hace hincapié en el “marcado carácter idolátrico hacia la economía de mercado”, lo que a la postre “produce víctimas inocentes al desplazar a la persona del centro del trabajo[...] poniendo en su lugar los intereses económicos”.
Huelga, recurso inevitable
Además, esta delegación diocesana justifica la legitimidad de la huelga en la doctrina social: “Constituye un recurso inevitable, si no necesario para obtener un beneficio proporcionado después de haber constatado la ineficacia de todas las demás modalidades para superar los conflictos”.
En cuanto a la crisis actual, la Pastoral añade que “no saldremos de ella con justicia y humanidad si no rectificamos el rumbo y nos empeñamos en volver al mismo camino que seguíamos antes de esta situación”. “La solución de los problemas del mundo del trabajo [...] no pasa en absoluto por el tipo de medidas que se están adoptando[...]”, concluye el comunicado.
El cardenal Amigo se mostró favorable a la anterior huelga general
No es la primera vez que la Iglesia de Sevilla se postula a favor de una huelga general. En 2002 el cardenal Amigo Vallejo, entonces arzobispo hispalense, realizó unas declaraciones en las que afirmaba comprender las causas que motivaban la huelga del 20-J, la última que se ha celebrado en el país y que iba en contra de la reforma laboral, el famoso decretazo del Gobierno de Aznar.