(Luis F. Pérez/InfoCatólica) A pesar de la petición expresa de su arzobispo, Monseñor Ñañez, de que se abstuviera de defender públicamente el matrimonio entre homosexuales, el sacerdote argentino Nicolás Alessio participó el pasado jueves en una manifestación a favor de dicho matrimonio que tuvo lugar en las calles del centro de Córdoba. La marcha había sido convocada por la Multisectorial por la Democratización del Matrimonio Civil.
Don Nicolás no sólo se sumó a la marcha, sino que al final de la misma tomó la palabra para dirigirse a los asistentes. En un discurso de más de ocho minutos, el todavía sacerdote católico arremetió contra la postura de la Iglesia Católica sobre esta cuestión.
Alessio, al parecer a disgusto por pertenecer a la Iglesia Católica, pidió perdón porque “esta institución (ndr: la Iglesia) no quiere perder poder, quiere todavía manejar la conciencia de nosotros" y “quiere imponer sus verdades como si fueran verdades únicas y absolutas”. También quiso “pedir perdón por esta institución que es muy dura para juzgar a los que están fuera pero muy hipócrita para juzgar a los que están dentro y ha sido cómplice de numerosos delitos”.
Van a tener dos papás y dos mamás
El sacerdote arremetió contra los sectores de la sociedad argentina que se muestran contrarios al matrimonio homosexual, a los que calificó de reaccionarios. Se refirió al argumento de la necesidad de que los niños tengan padre y madre asegurando que a nadie se le va a quitar “ni a su papá ni a su mamá”. “¡Que no tengan miedo que nadie les va a raptar a sus padres o a sus madres!", exclamó entre el jolgorio de los manifestantes. Y añadió que "por el contrario les decimos: si hay un papá vamos a poner otro y van a tener dos papás. Y si hay una mamá vamos a poner otra y van a tener dos mamás”.
El presbítero argentino también criticó que los opositores al matrimonio gay defiendan la familia y los valores ya que, según él, “hay muchos modos de ser familia” y “hay un valor supremo es el de la persona humana con cualquier orientación sexual que tenga”. “En el fondo son ellos los que no defienden ni la familia ni los valores, sino que están defendiendo un prejuicio", sentenció el padre Alessio.
¿Confesión de su condición de homosexual?
Nicolás Alessio también se refirió a la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de retirar la homosexualidad de la lista de enfermedades psicológicas. Hablando en primera persona del plural en relación a los homosexuales, el sacerdote aseguró que “no hace falta que la OMS nos diga que no somos enfermos. Lo sabemos por convicción. Lo sabemos por la experiencia de la vida. Lo sabemos porque hemos podido soportar durante siglos la persecución, el estigma, la acusación de ser considerados como desviados, pervertidos y peligrosos”.
El sacerdote insistió en que “no sólo la homosexualidad no es una enfermedad, sino que, al contrario, es una riqueza, es un don, es una maravilla de la vida”.
Por último, señaló a aquellos que hablan “en nombre de Dios” y les dijo que “los dioses son libertad, los dioses son amor, los dioses son un arco iris de libertad y los dioses están con nosotros”.
Sigue siendo párroco
A pesar de su abierta oposición a la doctrina de la Iglesia y su desobediencia patente a la petición de su arzobispo, Nicolás Alessio sigue siendo párroco de la parroquia de San Cayetano, en el barrio Altamira de la ciudad de Córdoba.
Desde el portal Argentinos Alerta se ha puesto a disposición de los fieles católicos un formulario para solicitar al arzobispo de Córdoba, Monseñor Carlos José Ñañez, que tome medidas urgentes para acabar con el escándalo constante que protagoniza uno de sus sacerdotes.