(Aci/InfoCatólica) En una entrevista concedida al periodista Paolo Rodari del diario Il Foglio, el tenor señala que con el video “he querido ayudar, confortar a las personas que se encuentran en dificultades y que en ocasiones solo necesitan no sentirse abandonadas: la fuerza de la vida es perturbadora, pero es necesario ponerse a la escucha, abrir bien los oídos” para acogerla.
Bocelli asegura que le llamó mucho la atención que tras emitir el video comenzaron a llegar llamadas de todo el mundo, más de lo usual: “conté esa historia hace un año y medio en un video mensaje para el padre Richard Frechette (padre Rick), un misionero que trabaja para los niños de Haití y merecería solito una novela completa: hice un concierto para ayudarlo a construir la Casa de los Ángeles, me pidió que dijera unas palabras de esperanza para las madres en dificultades y elegí contar la historia de mi nacimiento”.
“Lo hice contando la experiencia privada de mi madre sin pedirle permiso siquiera, pero no me ha reñido; tampoco preveía yo todo este clamor que se ha generado con efecto retardado”, agrega en el teléfono mientras esperaba con su familia el comienzo del primer partido de la selección italiana de fútbol, que empató con Paraguay 1 a 1.
En la entrevista, Bocelli relata también que de pequeño y de muchacho “era muy inquieto, bastante inconsciente: amaba la velocidad” y que la música la sintió desde muy pequeño: “mi madre me cuenta que me ponía a llorar en cuanto escuchaba una melodía, incluso a través del muro del cuarto del hospital, me volvía hacia el sonido y escuchaba encantado”.