(Jorge E. Mújica/InfoCatólica) La construcción de la mezquita-centro cultural es parte del Proyecto Córdoba, un plan que pretende acercar el mundo musulmán a occidente.
Daisy Khan, presidenta de la American Society for Muslim Advancement dice que el proyecto busca la definitiva reconciliación entre americanos y musulmanes: "Para nosotros será la plataforma que dará voz a la mayoría de los musulmanes que sufren por culpa de los extremistas".
"El centro cultural será también un lugar recreativo para quienes aman el deporte. Abrirá sus puertas a todos, no sólo a los fieles islámicos", declaró el imán Feisal Abdul Rauf a diferentes medios de comunicación. La inconformidad se ha dejado sentir, incluso en la red, con el lanzamiento de un blog que abiertamente contesta el proyecto y lo tacha de "insulto a la memoria".
Paul Sipos, consejero de zona en Nueva York, afirmó que no es contrario a la construcción pero le parece que no es justo que se edifique cercano a donde sucedieron los atentados contra las torres gemelas en septiembre de 2011. Scott Rachelson, quien ayuda a familiares de víctimas del 11-S ha declarado: "Es el peor lugar donde construir una mezquita".
"La mezquita –dice el gran especialista Samir Khalil Samir– es el lugar donde se reúne la comunidad para ocuparse de todo lo que tiene que ver con ella: la oración, pero también las cuestiones sociales, culturales y políticas. Todas las decisiones de la comunidad tienen que ser tomadas en esta sede: querer limitarla a un lugar de oración supone, pues, hacer violencia a la tradición musulmana […] Las revoluciones y los levantamientos populares han partido, en muchas ocasiones, de las mezquitas…" (cf. Cien preguntas sobre el islam, Encuentro, Madrid 2003, p. 136-137).