(Fides/InfoCatólica) En este año 2010, en el 30º aniversario del asesinato de Monseñor Romero la jornada está dedicada a él, y tiene como tema una expresión suya: “Mi vida os pertenece”. “Cada martirio, cada matanza, cada asesinato conlleva el amargo sabor de la prevaricación, la injusticia, la arbitrariedad, las peores acciones humanas”, escribe don Gianni Cesena, director nacional de las OMP, en la preparación de esta Jornada.
La carta prosigue: “Sin embargo, cada martirio cristiano pertenece a las “Bienaventuranzas” de Jesús... En la semilla de Romero, como en la de los mártires cristianos antiguos y contemporáneos, cada comunidad cristiana ha recuperado sobre todo, el significado profundo de la vida según el Evangelio, y en muchas ocasiones el valor de una memoria activa, no resignada, capaz de continuar el camino con un impulso mayor”.
A las comunidades parroquiales y de vida consagrada, seminarios, noviciados, grupos de trabajo, vienen propuestas indicaciones para la Vigilia, el Vía Crucis, la Adoración Eucarística sobre el tema de la Jornada. Entre otras indicaciones propuestas: crear en la iglesia una "esquina del martirio" utilizando un cruz, un paño rojo, una rama de olivo con los nombres de los misioneros asesinados; tocar las campanas a las 15 horas del 24 de marzo para invitar a la meditación sobre el sacrificio de Cristo y de tantas mujeres y hombres de buena voluntad; plantar un árbol para recordar a cuantos han dado todo por amor.
Las familias pueden encender un cirio rojo en las ventanas o exponer un paño rojo para una memoria visible del tiempo que estamos viviendo; realizar un gesto de reconciliación: entre los miembros de la misma familia o entre los vecinos de casa; ofrecer el ayuno para sostener el proyecto de solidaridad propuesto este año.
Enfermos y quienes sufren pueden ofrecer su dolor en memoria de los misionarios asesinados a causa del anuncio del Evangelio y para sostener el trabajo apostólico de cuantos obran en cada ángulo de la tierra y para pedir al Señor el don de santas y numerosas vocaciones misioneras. Los jóvenes están invitados a donar la propia sangre y a visitar a cuantos están solos y oprimidos por los sufrimientos: en hospital, en una casa de reposo, en cárcel…
Este año el proyecto de solidaridad que se espera realizar con las ofertas recogidas el 24 de marzo con la Jornada de ayuno, será la construcción de un centro juvenil dirigido por los padres Canosianos, en el distrito de Tondo, una de las zonas más pobres y más desoladas de Manila.