(J.P.G/La Razón/InfoCatólica) La Sagrada Familia recibe millones de visitantes cada año (2,7 millones en 2008) y tiene una especial importancia para el Papa por su simbología europea, cristiana y moderna. El Papa, que durante todo su pontificado ha pedido recuperar las raíces cristianas de Europa y de su cultura podría estar dando un paso en esta dirección, convertir el Templo Expiatorio en la "catedral simbólica" de Europa.
El escultor japonés Etsuro Sotoo, que se convirtió del budismo al catolicismo trabajando en una de las fachadas del templo y estudiando la vida y pensamiento de Antonio Gaudí, declaró hace dos años: "Creo que Europa es como un país que nadie imaginaba hace 100 años y cada país tiene que tener una catedral; y la Sagrada Familia será la catedral de Europa; cuando empezamos a investigar, nos dimos cuenta que había muchas coincidencias entre la construcción de Europa y la de la Sagrada Familia. La gente que empezó a construir Europa decía y pensaba lo mismo que Gaudí; por eso, personas de distintos sitios y de diferentes épocas, sentían lo mismo".
Antonio Gaudí, que vivía con gran austeridad, murió en 1926 atropellado por un tranvía, y falleció en el Hospital de la Santa Cruz, para pobres, confundido con un mendigo. El proceso de beatificación de Gaudí fue solicitado en 1994 por el entonces arzobispo de Barcelona, Ricard María Carles. El proceso diocesano se clausuró en 2003 y desde entonces la documentación (1.024 páginas) está en Roma. Cristianos de todo el mundo, con estampas en ruso, japonés y otros muchos idiomas, rezan pidiendo su intercesión.