(Zenit/InfoCatólica) El camino hacia el Monasterio permaneció cerrado largo tiempo en los años sesenta, durante la guerra con Israel. En cambio hoy, lo visitan peregrinos procedentes de todo el mundo. Esto en gran parte gracias a los esfuerzos del Consejo Superior de Antigüedades egipcio. En declaraciones a Zenit, el Abad Justus, Superior del Monasterio de san Antonio, ha afirmado que “he encontrado mucha colaboración por parte del Ministro de Cultura, cuando le visité para pedirle ayuda para salvar el Monasterio, especialmente tras el terremoto de 1992”.
Por su parte, el Director del Consejo Superior de Antigüedades, Zahi Hawass, explicó a Zenit que "la belleza de este evento está en haber mostrado el verdadero rostro de la civilización egipcia, que no hace distinciones entre los lugares cristianos, islámicos o judíos”. Hawass confirmó además que muchos de los que han participado en la restauración del Monasterio –el más antiguo del mundo– eran musulmanes.
Durante los trabajos se descubrió una habitación que se remonta al año 400, con escrituras en la antigua lengua copta: “la parte que falta de nuestra historia”, comentó el Vicario del Monasterio, padre Maximos Al Antoni. Las labores de restauración del Monasterio, que tiene siete iglesias en su interior, han durado 8 años y han costado 15 millones de dólares.