(Agencias/InfoCatólica) Gádor Joya añadió que si el incremento de abortos en 2008 no ha sido aún mayor "no será gracias a la labor del Gobierno, que promociona la llamada píldora del día después y fomenta el sexo sin responsabilidad entre los jóvenes, a través de campañas en las que se trata a los adolescentes como primates en celo, en vez de cómo individuos responsables".
"Vemos que, a pesar de que la PDD está desde 2008 al alcance de cualquiera, el número de abortos practicados en centros privados y públicos no deja de aumentar", observó la doctora Joya. Se han perdido casi cuatro mil vidas humanas más, y cerca de cuatro mil mujeres más han carecido de una alternativa a la violencia del aborto, denunció.
Ante este hecho, la portavoz de DAV denunció ayer el fracaso de las politicas sociales y educativas: "el Gobierno fracasa en sus campañas de prevención de embarazos imprevistos, fracasa en su política de información a la mujer sobre las consecuencias del aborto, fracasa en apoyar a la mujer embarazada. Si el aborto es un drama, como reconocen hasta los promotores de la reforma de la ley del aborto, 115.812 vidas humanas perdidas es una auténtica tragedia para una sociedad", afirmó Gádor Joya.
Derecho a Vivir estimó, en uno de los informes de su Comité de Expertos presentado en marzo de 2009, que la nueva ley del aborto puede impulsar la cifra de abortos anuales en España hasta 200.000 basándose en la progresión experimentada por esta práctica en otros países con una legislación similar, aunque no tan radical como la que proyecta el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
La portavoz de Derecho a Vivir añadió que "si algún consuelo puede sacarse de la pérdida de 115.812 vidas humanas, es que la tragedia no ha sido aún menor gracias a la labor de las organizaciones cívicas que han alertado de manera especialmente intensa a lo largo de 2008 y 2009 sobre el aborto y sus consecuencias para la mujer. Muchas de esas organizaciones se dedican, de manera abnegada, al rescate de vidas humanas y de madres que, de otra forma, serían empujadas al aborto por carecer de recursos para mantener a sus hijos, o de información sobre las consecuencias de un aborto sobre su salud", explicó Gádor Joya.