(RV/InfoCatólica) Mas adelante en su mensaje, Benedicto XVI apunta que la recuperación de la libertad para la iglesia en Armenia hacia el final del siglo pasado trajo alegría a los cristianos en el mundo entero. La tarea inmensa de reconstruir la comunidad eclesial se colocó bajo los hombros de Su Santidad, Karekin, observa el Papa. Lo que se ha alcanzado ya, en tal breve periodo de tiempo, es de verdad notable: han prosperado las nuevas iniciativas para la educación cristiana de los jóvenes, para la preparación del clero, para la creación de nuevas parroquias, la edificación de nuevas iglesias y centros comunitarios, así como la promoción de los valores cristianos en la vida social y cultural de la nación, constata Benedicto XVI.
El Santo Padre finaliza su mensaje de saludo a Karekin II implorando a Dios todopoderoso para que, con la intercesión del san Gregorio el iluminador, “nos podamos unir cada vez más en un santo enlace de fe, de esperanza y de amor cristiano”.