(InfoCatólica) La izquierda madrileña está inquieta desde que se hizo pública la concesión a la fundación Chesterton de una parcela de 22.000 metros cuadrados, situada al lado de la estación de tren de Orcarsitas, para la construcción de un centro educativo concertado de clara orientación católica. Lo cierto es que desde que el Ayuntamiento, tras valorar las necesidades del barrio, calificó la parcela como equipamiento educativo, ninguna otra fundación o institución académica se interesó por establecer allí un nuevo colegio.
El director del nuevo centro explica a este medio el proceso que va a permitir a los padres de Orcasitas optar por una educación de calidad y de orientación cristiana para sus hijos:
--¿Qué es lo que les ha motivado a impulsar este proyecto educativo?
El colegio Edith Stein es el fruto de varias exhortaciones que proceden de nuestros obispos y del Santo Padre Benedicto XVI. Hace dos años, aproximadamente, el Papa nos alentaba sobre una emergencia educativa necesaria y urgente. La educación cristiana debe ser promovida, conservada y cuidada por todos, en la que los fieles laicos juegan, hoy más que nunca, un papel decisivo en esta emergencia educativa. Por esta razón, nace este nuevo proyecto educativo y la fundación Chesterton, cuyos fines fundacionales se pueden resumir en dos aspectos: crear colegios católicos y salvaguardar las señas de identidad de otros, que por circunstancias económicas o particulares no puedan garantizar su continuidad.
--¿Qué objetivos persiguen con sus planteamientos?
El fin del colegio Edith Stein nace de las entrañas de nuestra cultura organizativa, aglutina toda la razón de existir de nuestro colegio: todos los esfuerzos del equipo humano, todo nuestro ser, deber moral, conciencia, virtudes y normas irán confluyendo hacia una misma dirección, en atender a las dimensiones propias de la persona humana de manera integral e individual. De este modo, nos convertiremos en mentores del desarrollo armónico de los niños, a nivel intelectivo, volitivo y afectivo, para conformar en él una personalidad con apertura a la verdad y aspiración al bien en todos sus actos.
A partir de aquí, se puede hablar de objetivos. Nuestros objetivos y la toma de decisiones deben reforzar en todo momento la misión del colegio. Queremos un colegio que ofrezca calidad, con una revisión sistemática de todas las enseñanzas. También deseamos destacar por la aplicación de pedagogías innovadoras, que abarque una metodología práctica, adaptativa y flexible y que atienda a los diferentes ritmos de los alumnos y alumnas, sin renunciar a un elevado nivel de exigencia. En definitiva, una educación que persiga el éxito personal y académico de todos los alumnos, desde los 2 años hasta la universidad, con especial énfasis hacia aquéllos que presentan dificultades en el aprendizaje y necesidades educativas especiales.
--A veces encontramos proyectos educativos muy completos en cuanto a ideas, razonamientos y fundamentación, pero a los padres les puede inquietar otro aspecto no menos importante: ¿cómo se materializa esto en un aula? O si lo prefiere, ¿con qué profesores cuenta el colegio Edith Stein para plasmar todo lo que se dice en su proyecto?
Los pilares que sustentan nuestro proyecto son la organización, el estilo educativo y lo que usted comenta, el equipo humano. Estos pilares han de interrelacionarse y provocar una unidad en todos los sentidos.
Es cierto: si no se produce una coherencia entre el proyecto y las personas que componen la organización, al final todo suena a vacío y hueco. Es necesaria su complementariedad, para ello, contaremos con unos profesores con vocación de servir a la educación, que vivan las virtudes para hacerlas vivir a sus alumnos y alumnas, y que conciban el conocimiento como un camino sin descanso. Sólo así lograremos adaptarnos a los diferentes perfiles de los educandos y potenciaremos en ellos la creatividad, el pensamiento crítico, el afán de superación y el valor de darse a los demás como acto de generosidad y contribución al bien común.
--¿Qué rasgos les diferencian de otros colegios?
En cuanto al estilo educativo, no concebimos la educación como una mera instrucción de conocimientos, habilidades y técnicas. Digamos que esto ya forma parte de nuestro primer rasgo diferenciador. Otro, podría ser la dedicación de tiempo, programas, planes y estrategias para fortalecer la voluntad y educar el corazón.
En nuestro sistema educativo nos estamos encontrando un 30% de fracaso escolar y alumnos de 13 y 14 años, por ejemplo, que desean dejar de estudiar. ¿Cómo es posible que un adolescente de esta edad tome una decisión tan importante que le va a marcar para toda su vida y máxime cuando no ha conformado la totalidad de su personalidad? Es preocupante, pero todo ello pasa por educar emocionalmente a nuestros alumnos y alumnas para que no les domine la impulsividad o la efervescencia momentánea de los sentimientos.
Nuestro proyecto refleja la atención personalizada y la educación integral, no como un reclamo publicitario o de cara a la galería porque suena muy bien y resulta atractivo. Queremos y deseamos ir a lo concreto, a la aplicación de medidas eficaces para reducir este alto índice de fracaso escolar. Esto conlleva educar a toda la persona, ayudarle a que descubra los valores como el agradecimiento, la responsabilidad, la auténtica libertad y la laboriosidad.
--Si tuvieran que adherirse a alguna pedagogía o escuela de pensamiento ¿cuál sería? O bien ¿de qué autores se alimentan para fundamentar lo que defienden?
Es bien sencillo. Consideramos a la Iglesia católica como madre y maestra. La amamos y respetamos. Partiendo de esta premisa, nuestra escuela es el pensamiento católico y nuestras herramientas de trabajo la doctrina social y el magisterio de la Iglesia. Muy unidos a nuestros obispos y al Santo Padre Benedicto XVI. Nuestra pedagogía se nutre de los escritos de los Padres de la Iglesia, de los santos educadores como San Juan Bosco, San José de Calasanz, San Ignacio de Loyola. Y nuestra filosofía... la tomista, por supuesto, la que es garantía de enseñanza segura.
--¿Está adscrito el colegio Edith Stein a alguna orden religiosa o movimiento eclesial de la Iglesia Católica? ¿Lo están su dirección y sus profesores?
El colegio Edith Stein no está adscrito a ninguna orden religiosa o movimiento eclesial. Nace de la inquietud de unos profesionales de la educación, católicos y laicos, preocupados por la situación actual de nuestro panorama educativo. Para nosotros, existe un modelo concreto donde hallar respuesta a todas nuestras inquietudes, Cristo. Es en Cristo donde se realizan y focalizan todos nuestros esfuerzos. A partir de ahí, cada uno puede manifestar diversas sensibilidades eclesiales, como ocurre en algunos miembros de nuestro claustro de profesores, que pretende ser, con nuestras limitaciones, un reflejo de la Iglesia universal.
--Cuando llega el momento de elegir un colegio, muchos padres se angustian y lo pasan mal porque desean acertar en su elección. ¿Qué consejo puede darles a este respecto?
Es normal y comprensible. Los padres desean lo mejor para sus hijos y no quieren equivocarse. Son conocedores de la realidad y saben que la influencia de un maestro y de una institución educativa es enorme sobre todo en edades donde la personalidad no está totalmente desarrollada.
No me atrevo a dar consejos, pero lo primero que haría yo sería solicitar una entrevista personal con algún miembro del equipo directivo y, entre otras cuestiones, le preguntaría: ¿qué imagen del hombre tienen reflejado en su proyecto educativo?¿qué es la persona humana para ellos? De la respuesta que me ofrezcan, sacaría importantes conclusiones, porque hoy existen muchos colegios que en apariencia tienen las mejores instalaciones, pero que en esencia son unos defensores de corrientes de pensamiento que distorsionan la verdad de lo que realmente somos.
Mi segunda acción sería darme un paseo por el colegio y observar aspectos como la entrada y salida a patios, si se respeta la uniformidad, la limpieza de los diferentes lugares, la amabilidad en el trato etc, porque todo ello es sintomático de orden, seriedad y profesionalidad.