(InfoCatólica) Reproducimos el comunicado de monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos:
"Ante el atentado perpetrado esta noche en la Casa Cuartel de nuestra ciudad, no puedo por menos de manifestar mi dolor por los heridos y cuantiosos daños provocados. Rechazo asimismo la violencia, intrínsecamente perversa, manifestada en esta acción.
A los autores del atentado les digo: deponed ese modo tan vil de actuar, convertíos a Dios, dejad de hacer el mal, haced siempre el bien, que para eso nos ha creado el Señor.
A la Guardia Civil y a los que habéis sufrido en vuestra propia carne las consecuencias del atentado quiero manifestaros mi cercanía, mi afecto sincero y también mi disposición a la ayuda que necesitéis y que pueda prestaros.
Pido a Dios, solicitando la solidaridad de todos los creyentes con mi oración, que cambie los corazones de quienes se dedican a hacer el mal, y a todos los diocesanos os pido estar a la altura de vuestra vocación manifestando, con los afectados, una fraternidad efectiva, no dejándonos llevar del pesimismo que pueden conllevar estos acontecimientos."
Eta buscaba una masacre
300 kilos de explosivos, situados a apenas 20 metros de las viviendas de 120 personas, entre ellas 41 niños. Cuesta creer que la última acción de ETA "sólo" haya dejado 65 heridos de escasa consideración. "Fue un gran atentado que buscaba víctimas mortales", aseguró el ministro de Interior del gobierno de España, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Todo indica que la banda busca "celebrar" el 50 aniversario de su nacimiento, que se cumple este 31 de julio, haciendo lo único que ha sabido hacer a lo largo de su macabra historia: matar.