(Agencias/Infocatólica) El ataque, el más mortífero en la historia del país, tuvo lugar en la mezquita de Al Rawdah en Bir al-Abed, al oeste de la ciudad de Arish.
Los terroristas colocaron artefactos explosivos de fabricación casera alrededor de la mezquita y los hicieron detonar a la salida de los fieles del rezo del viernes, el día sagrado para los musulmanes, según una fuente de seguridad, que añadió que las personas que pudieron escapar fueron tiroteadas por los extremistas, que iban a bordo de cuatro vehículos todoterreno.
«Disparaban a la gente cuando salían de la mezquita», dijo a Reuters un residente local cuyos familiares estaban en el lugar. «También disparaban contra las ambulancias». Las ambulancias acudieron rápidamente al lugar de los hechos, para trasladar a los heridos a los hospitales cercanos; mientras que las fuerzas de seguridad egipcias persiguen a los atacantes.
Según el diario oficial egipcio Al Ahram, la mezquita Al Rauda, situada en el pueblo homónimo, pertenece a la comunidad sufí. El Estado Islámico considera apóstatas a los miembros de esta rama del islam porque reverenciaban a los santos y tienen santuarios, lo que para los islamistas equivale a idolatría.
El presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi prometió en la televisión estatal una venganza con «fuerza bruta» por parte del Ejército y la Policía, tras una reunión de seguridad de emergencia celebrada poco después del ataque. El gobierno decretó tres días de duelo tras el ataque, según la televisión estatal.