(Agencias) La celebración, que hasta ahora tenía lugar en la Cripta, pasará a la basílica con los mismas horarios que hasta ahora.
Cada domingo, a las 8.30 horas, habrá puertas abiertas a la basílica para entrar a celebrar la Eucaristía y, a partir de las 9.10 horas, se limitará el acceso para evitar el movimiento de personas durante la celebración de la misa. Una vez terminada la misa, que se hará en catalán, castellano, inglés e italiano, se abrirá el acceso a los visitantes del templo.
En total podrán asistir a la Misa un máximo de 700 personas sentadas y 2.000 que quedarán de pie.
La misa dominical se mantendrá ininterrumpidamente durante todo el verano. Además, de cara al mes de octubre se prevé incorporar también a los domingos la misa vespertina, que tendría lugar hacia las 20.00 horas sustituyendo así la misa que actualmente se celebra a las 20.15 horas en la Cripta.