(Catholic Review/InfoCatólica) «La familia no debe ser vista simplemente como el objeto de evangelización sino que, como San Juan Pablo II escribió, es el agente más importante de la nueva evangelización», ha dicho el arzobispo.
La carta a los sacerdotes reflexiona sobre la exhortación apostólica «Amoris Laetitia», aborda cuestiones pastorales delicadas como la formación de la conciencia, y da indicaciones sobre cómo implementar el texto pontificio en la archidiócesis. Entre los temas tratados por el arzobispo figura el cuidado pastoral de los divorciados y vueltos a casar sin anulación sacramental.
Edward Herrera, director de la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar de la archidiócesis, aseguró que la carta del arzobispo y la información que la acompaña no presenta cambios de la doctrina de la iglesia, y es consistente con las enseñanzas de los papas Francisco, Benedicto XVI, San Juan Pablo II y el Beato Pablo VI.
Herrera dijo que la intención del arzobispo es «ayudar a los fieles a acoger el documento Amoris Laetitia y ponerlo en la perspectiva más amplia de la planificación pastoral y evangelización». Igualmente explicó que la carta y la información suplementaria es una guía particularmente útil para los sacerdotes y guías de almas.
El contenido del documento sobre la formación de conciencia es particularmente significativo, dijo, porque a menudo se presenta desde una perspectiva estrecha, mientras que es importante entender que para que una conciencia esté «adecuadamente formada» tiene que tener «un encuentro con Cristo».
El arzobispo animó a los sacerdotes y fieles a leer «Amoris Laetitia», especialmente el capítulo 8, párrafo 305 (y la nota al pie que la acompaña 351), sobre el acompañamiento a personas en situaciones irregulares, junto con los puntos correspondientes de las exhortaciones apostólicas de San Juan Pablo II «Familiaris Consortio» (#84) y del Papa Benedicto CVI «Sacramentum Caritatis» (#29).
Ambos documentos afirman la necesidad de que los divorciados vueltos a casar por lo civil obtengan la nulidad de su primer matrimonio antes de que se les permita el acceso a los sacramentos.
«Esos documentos afirman la indisolubilidad del matrimonio sacramental, pero el último reconoce que quizás haya casos legítimos en que la fe católica pueda, por ejemplo, ser incapaz –en sentido jurídico– de probar que su anterior matrimonio era inválido», dijo el Arzobispo Lori en el suplemento de cuestiones pastorales. También hizo notar que desde que el Papa Francisco revisó el proceso de anulación vía la carta apostólica «Mitis Iudex Dominus Iesus», estos casos son raros.
Modificaciones en el proceso de nulidad matrimonial. Aplicación de «Mitis Iudex Dominus Iesus»
De hecho, el padre Gilbert J. Seitz, vicario judicial de la archidiócesis, digo que era «muy raro» que alguien sea incapaz de empezar un proceso de nulidad matrimonial
Dijo que desde que se implementaron las reformas de la «Mitis Iudex Dominus Iesus» a final de 2015, el tribunal de la archidiócesis ha visto un fuerte incremento de los casos que le llegan, mientras que el tiempo para procesarlos ha pasado de una media de 10-12 meses a unos seis meses como media. El tribunal completó 164 casos en 2015 y 260 casos en 2016, un incremento del 59%.
El padre Seitz dijo que el Papa Francisco está pidiendo a la iglesia y sus ministros que acompañen a los divorciados, algunos de los cuales se han casado en uniones irregulares. «El Santo Padre nos pide que hagamos las cosas de diferente manera, no simplemente que nos aseguremos que el proceso es correcto y conforme con el Magisterio, sino que les acompañemos de manera que experimenten la presencia de Jesús». Esto ayuda a cambiar los corazones, curar heridas y por último a llevar a las personas a un encuentro con Jesús, dijo.
E indicó que ha sido clave el cambio que acortó inmediatamente el tiempo del proceso, dado que la decisión del tribunal no debe ser enviada automáticamente a otro tribunal para confirmarla. El proceso también ha hecho más fácil para el tribunal alcanzar una decisión, incluso si la otra parte del matrimonio no está disponible o no participa en el proceso, y ha reducido el número de declaraciones de testigos que se necesitan.
Otro cambio es que en el pasado, si una de las partes en la nulidad era lenta devolviendo los documentos, el tribunal solo podía llamar a instarlos a hacerlo. Ahora esta llamada supone más bien preguntar a la persona cómo está llevando el proceso, si hay algo en lo que esté atascado, y si hablar con alguien del tribunal pudiera ayudarle con el papeleo.
El padre Seitz dijo que el Papa Francisco ha pedido a los tribunales a «ayudar a las personas a encontrar su camino más cercano al Señor. Nos ha pedido ser más conscientes de nuestra obligación de contactar con las familias para ayudarlas a ser iglesia doméstica».
En su carta a los sacerdotes, el arzobispo Lori les recordó que la archidiócesis ha revisado sus procedimientos «permitiendo a los fieles sentirse mejor mientras su caso se resuelve en el tribunal». También dijo a los sacerdotes que si, después haberse familiarizado con los cambios en el proceso de nulidad, tienen dudas de alguna situación o se enfrentan a una situación compleja, deben consultar directamente con la oficina del arzobispo.
El documento que acompaña a «Apoyo para vivir Amoris Laetitia en la archidiócesis de Baltimore» tiene secciones con recursos prácticos para parroquias sobre «Planificación para una parroquia familiar», preparación al matrimonio, enriquecimiento matrimonial y cuidado pastoral para los divorciados.
Traducido por José María Fontdecaba Climent, del equipo de traductores de InfoCatólica
Publicado originalmente en The Catholic Review