(InfoCatólica) El punto octavo de la carta del obispo Huonder da indicaciones a los sacerdotes para el sacramento de la confesión:
8. Si en la conversación (durante una confesión) se solicita la absolución de un divorciado civilmente casado, debe establecerse que la persona está lista para asumir las prescripciones de Familiaris consortio 84 (Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris consortio, 12 de noviembre , 1981). Esto significa que si ambos cónyuges no pueden satisfacer la obligación de separarse, deben vivir juntos como hermanos. Esta regla todavía se aplica ahora como entonces, porque la nueva exhortación apostólica Amoris Laetitia expresamente no pretende "un nuevo conjunto de reglas generales, de naturaleza canónica" (AL 300). El penitente debe manifestar la firme intención de vivir con respeto al vínculo matrimonial del "primer" matrimonio.
El prelado suizo pide a sus sacerdotes que ayuden a los fieles que están en dicha situación a formar su conciencia de acuerdo con la verdad acerca de la naturaleza del matrimonio, con compasión y misericordia.
Mons. Hounder indica que «el punto de partida para el acompañamiento, el discernimiento y la integración debe ser la santidad del vínculo matrimonial».