(InfoCatólica) El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, afirmó el día de ayer que un proyecto de ley de presupuesto para acelerar los esfuerzos de derogación del programa Obamacare de los republicanos también será usado para retirar los fondos a Planned Parenthood. La financiación que recibe la multinacional del aborto será reasignada a centros de atención médica integral.
La medida de amortización de Planned Parenthood se adjuntará a lo que se conoce como un proyecto de ley de conciliación presupuestaria, que es una vía para que la Cámara apruebe un presupuesto federal mientras evita posibles obstrucciones del Senado y limita la cantidad de tiempo que el proyecto de ley puede ser debatido. Si el proyecto de ley pasa por la Cámara y una mayoría simple en el Senado, sólo requerirá la firma final del presidente.
Planned Parenthood realiza más de 300,000 abortos por año y recibe 553.7 millones de dólares provenientes de los contribuyentes estadounidenses. Afirma que el aborto es sólo el tres por ciento de sus servicios, pero no anuncia el hecho, admitido en su propio informe anual, que el 94 por ciento de sus servicios relacionados con el embarazo son el aborto.
Auditorías federales evidencian mal uso de fondos de Planned Parenthood
Por otro lado, la información obtenida de auditorías federales muestra que Planned Parenthood ha desperdiciado por lo menos 12.8 millones de dólares en fondos de contribuyentes, según «Alliance Defending Freedom» y el «Charlotte Lozier Institute».
Las dos organizaciones lanzaron esta semana su quinto informe anual al Congreso sobre los abusos, la potencial actividad fraudulenta y el uso ilegal del dinero de los contribuyentes por parte de Planned Parenthood.
Las conclusiones en la revisión del informe de las auditorías federales incluyen actividades ilegales por ejemplo, de un Planned Parenthood de Nebraska utilizando dólares de los impuestos federales para gastos de aborto y sobreprecio ilegal. Dos abortorios de Planificación de la Familia de California también fueron expuestos por auditorías por facturación excesiva a los clientes por un monto de 5.2 millones de dólares.
El informe del 2017 es actualizado para incluir 51 nuevas auditorías federales y revisiones de contabilidad y prácticas de Planned Parenthood. El informe se titula «Beneficio. No importa cómo».
Un comunicado de prensa del ADF explica que Planned Parenthood es específicamente la fuente del problema. «Tres auditorías federales identifican específicamente a Planned Parenthood - y sólo a Planned Parenthood - como el problema en el programa estatal de planificación familiar sobre presupuesto», dijo el comunicado de prensa.
El informe sugiere que el gobierno —hasta ahora dirigido por Obama— pone demasiada confianza en la «integridad» de Planned Parenthood para obedecer la ley. «Planned Parenthood y sus afiliados están involucrados en un patrón de prácticas diseñadas para maximizar sus ingresos netos a través de facturación a programas federales y estatales complejos y bien financiados que no cuentan con suficiente personal y dependen de la integridad del proveedor para el cumplimiento del programa».
«A la luz del hecho ahora establecido de que casi uno de cada cuatro negocios de Planned Parenthood han estado implicados en fraude financiero o mala administración, el Congreso tiene la oportunidad y la obligación de proteger a los contribuyentes», concluyó Steven H. Aden. «El Congreso debe hacer lo que la Cámara de Representantes ha votado dos veces para hacer: terminar la financiación de los contribuyentes a Planned Parenthood, el centro abortista más rentable de la nación, de una vez por todas».
La CEO de Planned Parenthood en alerta roja
Por su parte, Cecile Richards, la presidenta de Planned Parenthood, ha enviado un correo electrónico el pasado martes a sus seguidores afirmando que el recién inaugurado congreso marca el inicio en «el momento más peligroso de la historia de Planned Parenthood».
«Están listos para cerrar los centros de salud de Planned Parenthood, esta es la batalla de nuestras vidas», exclamó en el texto del correo electrónico.
Al parecer, es cierta la extraña ironía de que los bebés inocentes enfrentan la «batalla de sus vidas» en Planned Parenthood, pues como el gigante del aborto explicó, las mayorías pro-vida de la Cámara y del Senado combinadas con la promesa del presidente electo Trump de ayudar a retirar los fondos a Planned Parenthood representan una amenaza real a sus arcas monetarias.
«Sin la promesa de un veto presidencial, sólo hay una cosa que puede detener esta agenda destructiva: Nosotros, tú y yo, y millones de partidarios de Planned Parenthood», escribió paradójicamente Richards, refiriéndose a la agenda que pretende detener precisamente su actividad destructiva de la vida de millones de inocentes.
La presidenta termina exclamando «¡La batalla está aquí, y estoy lista para luchar como el infierno!»