(RV/InfoCatólica) «Convertirse en buenos pastores a imagen de Jesús -ha continuado- es algo muy grande, y nosotros somos muy pequeños. Sí, es verdad, es demasiado grande, pero no es obra nuestra. Es obra del Espíritu Santo, con nuestra colaboración».
«No vivo yo, sino que Cristo vive en mi» ha dicho Francisco recordando con esta frase que solo así se puede ser diácono y presbítero en la Iglesia. «Si no estáis dispuestos a seguir este camino, con este comportamiento y estas experiencias, es mejor que seáis valientes y busquéis otro camino. Hay muchas maneras de dar testimonio en la Iglesia».
Antes de concluir, el Papa les ha animado a reflexionar sobre este tema y ha destacado que «para los que siguen el ministerio de Jesucristo no hay sitio para la mediocridad que termina siempre por usar al santo pueblo de Dios para su propio beneficio».