(Efe/InfoCatólica) En una entrevista publicada por el Diario de Noticias de Álava, el que fuera obispo de San Sebastián ha reconocido que los procesos de «paz y reconciliación suelen ser desesperadamente largos», aunque ha lamentado que en los dos años transcurridos desde el cese de actividad de ETA «se han malogrado ocasiones para dar pasos firmes».
Bloqueo del «proceso»
Por ello, ha considerado que existe una situación de «bloqueo», para cuya superación «ETA debería disolverse de manera pública y sin demora».
En relación a la postura que debería adoptar el Gobierno central, Mons. Uriarte ha subrayado que «a ningún Estado se le caen los anillos por hablar con una organización violenta», por lo que ha defendido que podría «contactar con ETA, situándola en su debido sitio, lo que para nada significa su legitimación o reconocerla como interlocutora de igual a igual».
En su opinión, la «cerrazón» del Gobierno de Mariano Rajoy está provocada por «la extrema derecha» del PP, por la actuación de algunos colectivos de víctimas que «intentan marcar la acción del Gobierno y de los jueces», y porque UPyD «está erosionando su nicho electoral».
También ha achacado el estancamiento del proceso al hecho de que la izquierda abertzale «necesita impregnarse de un espíritu democrático», apremiar a ETA para que deje las armas, y «motivar» a los presos para que pidan individualmente los beneficios penitenciarios.
Pide a las víctimas que no condicionen la política
En cuanto al papel de las víctimas de ETA, Uriarte ha dejado claro que han sufrido lo «indecible» y ha deseado que se involucren en el «proceso reconciliador», pero ha hecho hincapié en que «no deben condicionar indebidamente la política penitenciaria y las sentencias».
Por último, ha considerado que la anulación de la «doctrina Parot» por parte del Tribunal de Estrasburgo, que ha supuesto un daño moral de primer orden precisamente a las víctimas de ETA, debería servir para modificar la política penitenciaria.