(Zenit/InfoCatólica) El Meeting de Rimini que este año tiene por título «La emergencia hombre», es organizado por el movimiento eclesial católico 'Comunión y Liberación' y propone una reflexión y confrontación abierta sobre diversos temas, a través de una gran cantidad de encuentros, debates, exposiciones, eventos musicales, literarios y deportivos. Dura una semana y se realiza en la segunda quincena de agosto, el mes central de las vacaciones de verano en Europa y por el Meeting pasa más de un millón de personas.
En la apertura ha participado el primer ministro italiano Enrico Letta, y en video conferencia dió un mensaje el presidente de Italia, Giorgio Napolitano.
La carta enviada por el cardenal Bertone lleva «el cordial saludo del santo padre Francisco» a los «organizadores y participantes del Meeting, e indica que el tema elegido «La emergencia hombre», ha suscitado diversas consideraciones del papa Francisco «que reporto a continuación»:
«El hombre es la vía de la Iglesia» y esta verdad sigue siendo válida en nuestro tiempo en el que la Iglesia se encuentra «en un mundo siempre más globalizado y virtual, en una sociedad cada vez más secularizada y sin puntos de referencia estables». Y por lo tanto debe «redescubrir su propia misión».
El Santo Padre reconoce que «el hombre es un misterio», que «es vía de la Iglesia porque es la vía recorrida por el mismo Dios», que desde los albores de la humanidad, después del pecado original se pone a la búsqueda del hombre. Y añade que «si no pasamos a través de Cristo» no entenderemos nada del misterio del hombre. O cuando «nos acercaremos a nuestros hermanos» seremos «como aquellos ladrones y brigantes de los cuales nos habla el evangelio».
También el mundo, «el poder económico, político, mediático, tiene necesidad del hombre para perpetuarse e inflarse a si mismo», indica el papa en su reflexión. «Para ello necesita manipular las masas, inducir deseos, borrar lo más precioso que el hombre posee: su relación con Dios. Y precisa: «El poder teme a los hombres que dialogan con Dios, porque los vuelve libres y no asimilables».
Aquí está «la emergencia hombre que el Meeting para la Amistad entre los Pueblos propone este año en el centro de su reflexión: la urgencia de restituir al mismo hombre su altísima dignidad, la unicidad y preciosidad de cada existencia humana, desde la concepción hasta el fin natural de la vida».
Y el Papa asegura que «la Iglesia a la cual Cristo confió su palabra y sacramentos, custodia la esperanza más grande, la posibilidad más auténtica de realización que tiene el hombre, en cualquier latitud y en cualquier tiempo».
«¡Vayamos hacia los otros sin esperar que los otros vengan a buscarnos!», invita el papa Francisco y añade: «Imitemos en esto a nuestro divino Maestro, que dejó su cielo para hacerse hombre y estar cerca de cada uno de nosotros. No solamente en las iglesias y las parroquias, pero en todos los ambientes llevemos el perfume del amor de Cristo. En las escuelas, en las universidades, en los lugares de trabajo, en los hospitales, en las cárceles. Pero también en las plazas, en los centros deportivos y en los locales en donde la gente se encuentra.
«¡No seamos avaros en donar lo que nosotros mismo hemos recibido sin ningún mérito! No tengamos miedo de anunciar a Cristo en las ocasiones oportunas como en las inoportunas, con respeto y con franqueza».