(Fides) «Estoy en Bangui desde hace 3 días para asistir a una reunión de los Superiores Mayores, de lo contrario no habría podido responder al teléfono, ya que una de las primeras acciones tomadas por los rebeldes fue la de cortar las líneas telefónicas», dice el obispo. «De la poca información que hemos logrado obtener, sabemos que los rebeldes han dejado Bangassou un contingente, mientras que la gran mayoría de las tropas después de robar los coches de la misión católica, han tomado la carretera de Rafai, al este de la frontera con Sudán».
«Anoche llegaron a Rafai -continua Mons. Aguirre Muños- atacaron la misión católica local, y continuaron hasta la misión de Zemio».
«El objetivo de los rebeldes es derrocar al gobierno actual e imponer un régimen de impronta islámica. Estos son los yihadistas, probablemente pagados por alguien desde el exterior», ha dicho el obispo. «La situación es muy similar a la de Malí, pero la República Centrofricana, no parece alarmar al mundo de la misma manera».
En el país hay tropas de los países de África Central (FOMAC, cuyo núcleo fuerte está formado por soldados chadianos), que están acampadas a 80 km de Bangui, además de un contingente militar de Sudáfrica que protege las «zonas sensibles» de la capital. «El 80-90% del país está en manos de Seleka, o en realidad en 5-6 grupos guerrilleros reunidos bajo este símbolo. Se componen en gran parte de yihadistas que hablan árabe y que después de la conquista de otras zonas del país también están tomando el este, donde han matado a civiles y violado, saqueando casas y misiones cristianas, pero no las mezquitas».
«En las ciudades conquistadas han destruido los registros municipales (con las partidas de nacimiento) y los tribunales, una acción destinada a destruir la memoria histórica de la población local», dice Mons. Aguirre Muños. «Ahora se están dirigiendo hacia Obo, donde encontrarán una situación explosiva. Aquí, de hecho están acampadas las tropas ugandesas enviadas a Centro áfrica para contrarrestar al LRA (Ejército de Resistencia del Señor, un grupo guerrillero de origen ugandés), apoyado por soldados de Centro áfrica y de las fuerzas especiales de Estados Unidos. No sé qué va a pasar», dice el Obispo.