«En España el Tribunal Constitucional ha rechazado un recurso contra la ley actual, que excluye toda referencia a la diferencia entre el hombre y la mujer y habla simplemente de cónyuge A y B», aseveró Lombardi.
Asimismo, el portavoz vaticano se refirió a la decisión del Gobierno francés de presentar un proyecto de ley «para la transformación del matrimonio, de modo que incluya el matrimonio homosexual».
«En Estados Unidos, algunos de los referendos celebrados a la vez que las elecciones presidenciales en diferentes estados han arrojado, por primera vez, un resultado favorable al matrimonio homosexual», agregó.
Por todo ello, concluyó Lombardi, «está claro que en los países occidentales existe una tendencia extendida de modificar la visión clásica del matrimonio entre hombre y mujer, o, es más, que busca abandonarla, cancelando un reconocimiento legal específico y privilegiado con respecto a otras formas de unión».
Consideró que «existen y se deben utilizar otros modos» para evitar «las discriminaciones injustas para los homosexuales», aunque recalcó la necesidad de «admitir que el esposo y la esposa sean reconocidos públicamente como tales y que los niños que vienen al mundo puedan saber y decir que tienen un padre y una madre».
Lombardi, con estos datos, apunta: «Está claro que en los países occidentales hay una tendencia difundida para modificar la visión clásica del matrimonio entre el hombre y la mujer, o mejor, buscan abandonarla, suprimiento su reconocimiento legal, específico y privilegiado, si se lo compara con otras formas de unión».El portavoz denuncia la «falta de lógica» con la perspectiva amplia del «bien común». «No lo dice solamente la Iglesia católica; lo ha puesto de relieve, por ejemplo, el rabino jefe de Francia» en un «argumentado documento».El Vaticano subraya, una vez más, que no se trata de «discriminaciones injustas para los homosexuales», sino de «admitir que el esposo y la esposa sean reconocidos públicamente como tales y que los niños que vienen al mundo puedan saber y decir que tienen un padre y una madre».¿Por qué no la poligamia y la poliandria?Lombardi quiere que se conserve una visión de la persona y de las relaciones humanas en las que el reconocimiento público del matrimonio monogámico entre un hombre y una mujer sea «una conquista de la civilización». «Si no, entonces, ¿por qué no contemplar también la poligamia libremente elegida y, naturalmente, para no discriminar, la poliandria (estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres)?»El portavoz del Papa concluye: «Que no se espere, por lo tanto, que la Iglesia renuncie a proponer que la sociedad reconozca un lugar específico al matrimonio entre un hombre y una mujer».El viernes, en un artículo de L'Osservatore Romano titulado «El coraje de un pensamiento alternativo», ya se había abordado este mismo asunto. Lucetta Scaraffia señalaba: «La Iglesia es la única institución que sostiene que la persecución de los homosexuales es sin ninguna duda injusta, pero que la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo es un punto de vista que debe ser respetado».Lombardi, con estos datos, apunta: «Está claro que en los países occidentales hay una tendencia difundida para modificar la visión clásica del matrimonio entre el hombre y la mujer, o mejor, buscan abandonarla, suprimiento su reconocimiento legal, específico y privilegiado, si se lo compara con otras formas de unión».
El portavoz denuncia la «falta de lógica» con la perspectiva amplia del «bien común». «No lo dice solamente la Iglesia católica; lo ha puesto de relieve, por ejemplo, el rabino jefe de Francia» en un «argumentado documento».
El Vaticano subraya, una vez más, que no se trata de «discriminaciones injustas para los homosexuales», sino de «admitir que el esposo y la esposa sean reconocidos públicamente como tales y que los niños que vienen al mundo puedan saber y decir que tienen un padre y una madre».
¿Por qué no la poligamia y la poliandria?
Lombardi quiere que se conserve una visión de la persona y de las relaciones humanas en las que el reconocimiento público del matrimonio monogámico entre un hombre y una mujer sea «una conquista de la civilización». «Si no, entonces, ¿por qué no contemplar también la poligamia libremente elegida y, naturalmente, para no discriminar, la poliandria (estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres)?»
El portavoz del Papa concluye: «Que no se espere, por lo tanto, que la Iglesia renuncie a proponer que la sociedad reconozca un lugar específico al matrimonio entre un hombre y una mujer».
El viernes, en un artículo de L'Osservatore Romano titulado «El coraje de un pensamiento alternativo», ya se había abordado este mismo asunto. Lucetta Scaraffia señalaba: «La Iglesia es la única institución que sostiene que la persecución de los homosexuales es sin ninguna duda injusta, pero que la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo es un punto de vista que debe ser respetado».
(Agencias/InfoCatólica) «En España el Tribunal Constitucional ha rechazado un recurso contra la ley actual, que excluye toda referencia a la diferencia entre el hombre y la mujer y habla simplemente de cónyuge A y B», aseveró Lombardi.
Asimismo, el portavoz vaticano se refirió a la decisión del Gobierno francés de presentar un proyecto de ley «para la transformación del matrimonio, de modo que incluya el matrimonio homosexual». «En Estados Unidos, algunos de los referendos celebrados a la vez que las elecciones presidenciales en diferentes estados han arrojado, por primera vez, un resultado favorable al matrimonio homosexual», agregó.
Por todo ello, concluyó Lombardi, «está claro que en los países occidentales existe una tendencia extendida de modificar la visión clásica del matrimonio entre hombre y mujer, o, es más, que busca abandonarla, cancelando un reconocimiento legal específico y privilegiado con respecto a otras formas de unión».
Consideró que «existen y se deben utilizar otros modos» para evitar «las discriminaciones injustas para los homosexuales», aunque recalcó la necesidad de «admitir que el esposo y la esposa sean reconocidos públicamente como tales y que los niños que vienen al mundo puedan saber y decir que tienen un padre y una madre».
El portavoz denuncia la «falta de lógica» con la perspectiva amplia del «bien común». «No lo dice solamente la Iglesia católica; lo ha puesto de relieve, por ejemplo, el rabino jefe de Francia» en un «argumentado documento».
¿Por qué no la poligamia y la poliandria?
El P. Lombardi quiere que se conserve una visión de la persona y de las relaciones humanas en las que el reconocimiento público del matrimonio monogámico entre un hombre y una mujer sea «una conquista de la civilización». «Si no, entonces, ¿por qué no contemplar también la poligamia libremente elegida y, naturalmente, para no discriminar, la poliandria (estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres)?»
El portavoz del Papa concluye: «Que no se espere, por lo tanto, que la Iglesia renuncie a proponer que la sociedad reconozca un lugar específico al matrimonio entre un hombre y una mujer».