(InfoCatólica) La nota publicada en la página web de los Legionarios de Cristo afirma que "El P. Álvaro Corcuera, L.C., y el Cardenal Velasio De Paolis, nuestro Delegado Pontificio, han comunicado a través de sendas cartas que el actual director general de la Legión de Cristo y el Regnum Christi ha solicitado un tiempo de descanso por motivos de salud. El Cardenal, que estaba preocupado por la misma y le había recomendado un tiempo de descanso, le ha concedido la petición de ser exonerado temporalmente de sus facultades como director general.
Desde el 15 de octubre hasta la convocatoria del Capítulo que tendrá lugar a finales de 2013 o principios de 2014, el actual vicario general, P. Sylvester Heereman, L.C. asumirá sus funciones".
En la carta del cardenal Velasio de Paolis se aclara que
«Como se puede notar, no se trata de la dimisión de un oficio ni del nombramiento de un Director general sustituto, sino simplemente de una especie de “año sabático” o tiempo de descanso solicitado y concedido al director general, que permanece con su cargo pero cesa en sus funciones hasta que sea convocado el próximo Capítulo general. Para este período, que inicia el 15 de octubre de 2012 hasta el día en que se convoque el Capítulo general, ejercerá las facultades de Director general el Vicario general, P. Sylvester Heereman.
Cuando asumió el encargo, él sabía que este oficio debería haber durado doce años, una duración que hoy sentimos demasiado larga y que habrá de revisarse en el próximo Capítulo general que se prevé tendrá lugar a fines del 2013 o inicio del 2014. En este Capítulo se deberán elegir los nuevos superiores del Instituto y aprobar también las nuevas Constituciones que, por voluntad del Santo Padre, están en proceso de revisión».
Por su parte, el P. Álvaro Corcuera reconoce en su carta, fechada el 9 de octubre, trigésimo aniversario de su profesión religiosa perpetua, que
«En este último periodo he tenido diversas conversaciones con nuestro delegado pontificio sobre la etapa en la que nos encontramos. Hemos visto que preparar la Legión de Cristo al capítulo general y llevar adelante el gobierno ordinario es una tarea que requiere todas las energías y acultades (...) No me es fácil reconocerlo, pero (...) he visto delante de Dios que no cuento con la salud y energías necesarias (...) Aunque no tengo una enfermedad grave, hace falta alguien que esté en plenas facultades de salud.
Por este motivo he decidido delante de Dios, después de haber consultado a algunos sacerdotes y sobre todo al consejo general, y tras haber obtenido la aprobación del delegado pontificio, que el ejercicio de las funciones del director general pase al vicario general hasta la convocatoria del próximo capítulo general (...)».