(Efe) "En el contexto actual de crisis y reforma, apoyo, desinterés y oposición, corrupción y descontento, considero que es importante por parte de las autoridades del país un empeño mayor por garantizar los derechos de los ciudadanos", indica Márquez en la ponencia en el Congreso de Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) que se celebra en San Francisco (EE.UU.).
En esa petición incluye a las "minorías políticas, culturales y religiosas" del país y reclama que no se las ignore. En su ponencia, el director de Palabra Nueva destaca la necesidad de impulsar y dar más rapidez al proceso de reformas emprendido en el país, aumentando la transparencia "y haciendo partícipes a los ciudadanos de las metas concebidas".
Márquez opina que el "actual proceso de transformación" que vive Cuba tiene "presiones desde la base" y un "controlado impulso desde arriba"; cuenta con "reformadores que demandan más riesgos y decisión" pero también con "burócratas que ponen freno y resistencia tanto en la base como en las esferas de poder".
En su escrito, también se dirige a los disidentes y les pide que asuman la acción pacífica "en toda su magnitud", que actúen con "absoluta independencia", que propongan alternativas "viables" y que consideren que "un número no despreciable de cubanos" sigue apoyando al Gobierno actual.
En líneas generales, Orlando Márquez dedica su ponencia a defender el papel de la Iglesia católica como "puente de acercamiento" en Cuba. "La Iglesia debe acompañar decididamente esa búsqueda paciente, constructiva y sin traumas de 'nuevos modelos', y elevar su voz para que en esa búsqueda nadie quede excluido por limitaciones a la libertad", señala.
A su juicio, es importante que la Iglesia católica "colabore también en la promoción y edificación de otros puentes. Cuba necesita de muchos puentes que enlacen a los ciudadanos entre sí para poder fortalecer todo el entramado social".