(ACAN) "Pedimos su valiosa colaboración" a los salvadoreños "no sólo en el grave problema de las pandillas, sino también en los diversos aspectos de nuestro ordenamiento económico, político y social", según el comunicado leído ante la prensa por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas.
Colindres aseguró el 20 de marzo pasado que él había mediado para que las pandillas acordaran una tregua, en medio de la controversia desatada por las acusaciones de que el Gobierno salvadoreño había negociado con esos grupos de delincuentes para que disminuyeran los asesinatos.
"Unánimemente, los obispos de la Conferencia Episcopal de El Salvador reiteramos nuestra comunión en la obra pastoral penitenciaria para los encarcelados y los miembros de las pandillas", agregó el comunicado.
"A todos los salvadoreños les pedimos como pastores que abran su mente y su corazón con generosidad a los nuevos signos de los tiempos, a los nuevos caminos para la paz que el Señor está abriendo en nuestra nación", añadieron los obispos.
"Nuestra motivación no es de orden político ni contradice el orden legal, no es oportunista ni obedece a cálculos ocultos", sino que "es pastoral", aseguraron.
Las autoridades salvadoreñas sostienen que como consecuencia de la supuesta tregua entre las pandillas MS y La 18 el promedio diario de homicidios ha bajado de 14 a cuatro o cinco, disminución reflejada también en estas vacaciones de Semana Santa.
La polémica surgió a raíz de que un grupo de jefes pandilleros fue trasladado de una cárcel de máxima seguridad a otras con menos restricciones, el 9 de marzo, beneficio que el Gobierno supuestamente les otorgó como parte de una negociación.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, ha negado cualquier negociación con las pandillas, aunque ha admitido que el Gobierno autorizó el traslado de los cabecillas para que dieran a los demás miembros de sus grupos la orden de suspender los crímenes.
El Salvador es considerado como uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de 68 homicidios por 100.000 habitantes, según informes de la ONU citados recientemente por Funes.