Verdaderos para ser libres
“La verdad os hará libres”, nos dijo Jesús, en una palabra llena de resonancias antropológicas y teológicas. La verdad, para Jesús, en último término, es la bondad misericordiosa de Dios, reconocida como fundamento de todo cuanto existe. En un primer momento, verdad es la realidad consistente, la realidad del mundo, la realidad de las personas, en la medida en que está patente ante nosotros, ofreciéndonos la posibilidad de fundirnos con ella ampliando y enriqueciendo así, en la unidad del amor, nuestra propia existencia.
Ser persona es precisamente eso, vivir abierto, pegado a la realidad, vivir en la realidad del mundo, de las cosas, de las personas, arraigado en ellas por la fuerza del amor que recibimos y ofrecemos, tratando de crecer en esta comunión vital y de ayudar a crecer en la verdad y en el bien a cuantos viven en relación con nosotros. Esta dinámica común y permanente hacia el crecimiento de nuestro ser, en la verdad, por el amor, es el fondo y la grandeza de nuestra libertad. Ser libre es tener la capacidad de desarrollar la propia existencia en comunión con los demás, asimilando las riquezas de la realidad en la que estamos constituidos y arraigados.
Los hombres no somos islas. No vivimos ajenos unos a otros. Vivimos todos dentro de la gran unidad física y espiritual que es la humanidad, en un fluir de existencia que pasa de unos a otros y se multiplica sin cesar en las mentes de todos. Por eso, detrás de esta dinámica interior de nuestro ser personal, está la verdad y la realidad de Jesús. Nadie puede prescindir de El, pues forma parte de nuestra humanidad. El nos dice “Yo soy la Verdad”, yo soy esa verdad que os permite crecer conmigo en la verdad y en la bondad de las cosas, la verdad que os permite entrar hasta el corazón del mundo, hasta el misterio interior de todas las cosas que se abre a la Verdad de Dios, de la que nace toda verdad, y de quien recibimos el espíritu de amor y de apertura para entrar en comunión con todos los existentes.
Este proceso se puede ver más claramente en una perspectiva descendente. Dios Padre es la fuerza del ser infinito que se afirma por Sí mismo, al afirmarse se hace Verdad, esplendor de Sí mismo, y a la vez se hace concordancia, fusión, gozo en la unidad del Ser infinito con el esplendor de la Verdad en un Amor personal que es la afirmación de la bondad y de la generosidad infinita del ser de Dios.
Algo de esto nos da Dios cuando nos crea a su imagen y semejanza, nuestro pequeño ser personal queda abierto a la verdad de Dios porque procede de El, tiene en sus entrañas esa concordancia con todas las demás cosas y personas nacidas del mismo Dios, y por eso mismo es capaz de descubrirlas con gozo, de amarlas, de fundirse con ellas en el abrazo del espíritu, buscando la plenitud gozosa que solo nos puede venir del Dios original. La belleza y la bondad que encontramos en el mundo nos descubre lo que llevamos ya dentro de nosotros mismos, porque Dios lo ha puesto de antemano, al hacernos hijos suyos, abiertos a la realidad universal. Así es como la verdad, descubierta, amada, asumida, nos hace libres, vivientes, exultantes.
Nuestro Presidente Zapatero, quiso presentar las cosas de otra manera. Con una audacia de alto riesgo sentenció: “La libertad nos hará verdaderos”. Esta manera de entender la libertad ya no está abierta ni arraigada en la realidad, es una libertad encerrada en sí misma, sin referencia a la verdad objetiva de los demás, es la libertad de los propios deseos, la libertad de las ambiciones y caprichos, una libertad ensimismada que no se molesta en buscar la consistencia de la verdad fuera y más allá de sí misma. En esta manera de entender las cosas, ser libre es llevar a término mis deseos, lo que en cada momento me apetece, así llego a ser verdadero, así consigo llegar a ser yo mismo. Pero un “yo mismo” que no ha crecido saliendo en busca de la rica y compleja realidad anterior a mí, mayor que yo, sino que se repliega sobre sí misma satisfaciéndose en los propios deseos. Esta manera subjetivista de entender la libertad, sin apertura a la realidad objetiva, previa y superior a nosotros, nos mantiene encerrados en una sala de espejos, en la que todos nuestros deseos nos reflejan a nosotros mismos, nos vemos de mil maneras pensando que somos el centro del mundo, pero en realidad sólo nos vemos a nosotros mismos y disfrutamos de nosotros mismos, cada vez más aislados de la verdad del mundo y de los hombres, más alejados de la verdad infinita de Dios, que queda al otro lado de los espejos, anterior e independiente de nuestros caprichos.
Esta manera de entender las cosas tiene dos manifestaciones en nuestra cultura que resultan verdaderamente trágicas y destructivas. La primera es el relativismo. Si nosotros somos el centro de la realidad, si las cosas o las personas que existen independientemente de nosotros no son término real de nuestra libertad, entonces es lógico que no queramos reconocer nada como objetivamente verdadero. Sólo es verdad lo que cada uno decida para su propio bien. Cada uno “crea” su verdad y tiene “sus” verdades. Una cosa es verdad para uno, y la contraria puede ser verdad para otro. En el fondo es que nada es verdad para nadie.
En esta manera de ver las cosas, cada uno vive encerrado en sí mismo, cada uno es la verdad para sí mismo, sin necesidad de mantener contacto real con lo que cada cosa es fuera de nosotros. En esta mentalidad la persona vive cerrada en su propio mundo, cerrada en sus propios deseos, de espaldas a la realidad. Como si fuera el principio y el fin del mundo. Esto, que en el mundo de las realidades físicas es imposible, en el mundo de las realidades espirituales y morales lo practicamos continuamente. “La Iglesia puede decir lo que quiera, yo pienso que…” Cada uno tiene su verdad, cada uno se fabrica su verdad. Pero esta verdad no sirve para comprender la realidad, ni para entrar en ella, ni para favorecerla, porque no es la verdad de la realidad, sino la verdad subjetiva de nuestros propios deseos. El relativismo es individualismo y termina siendo nihilismo.
La otra funesta consecuencia del subjetivismo es la legitimación de la mentira. Si la verdad nace de nosotros, si es verdadero lo que cada uno quiera, estamos facultados para decir en cada caso lo que nos convenga, lo que queramos que piensen los demás a favor de nuestros deseos, de nuestros planes ambiciones. No hay por qué atenerse a la verdad de las cosas, porque no hay una verdad objetiva, cada uno compone la verdad como le parece. El lenguaje mentiroso nos desconecta de la realidad, nos recluye de nuevo en nuestras pretensiones, manipula la realidad de los otros llevándolos a configurarse con la vanidad de nuestras fantasiás y deseos. La cultura del subjetivismo termina siendo una cultura fundada en la mentira, es decir, en el vacío, en el no ser, en la nada, porque la mentira es lo que no es, el hueco de la existencia, la ficción de la realidad.
¿Qué pensar, qué se puede esperar de una sociedad en la que no se quiere aceptar la verdad de las cosas, en la que desde la opinión pública, desde la política, queremos que las cosas sean como nos interesa a nosotros, como si fuéramos realmente los creadores de un mundo de valores, de proyectos, nacido de la presuntuosa omnipotencia de nuestra engrandecida libertad? Cuando llegamos aquí estamos ya en el terreno de la idolatría, de las falsas divinidades creadoras de mundos falsos y decepcionantes. Nosotros mismos somos el ídolo al que atribuimos los poderes del Dios creador del mundo y fuente de la vida y de la felicidad.
Tendremos que cambiar y dedicarnos sinceramente a buscar juntos cómo son y cómo tienen que ser las cosas, por sí mismas, en atención a su propia naturaleza, al crecimiento de todos en la verdad y en el bien, en esa verdad universal que nos sostiene a todos, que tiene espacio para todos y que en último término está garantizada por la Sabiduría, el Poder y la Bondad de Dios. Sin esta voluntad conjunta de vivir y crecer en el camino de la verdad movidos por el amor a lo real, no hay cultura verdadera, ni hay sociedades fuertes, ni hay personas cabales.
Os invito a indagar las consecuencias de estas ideas en tres campos especialmente importantes de nuestra vida: la educación, la vida política y la religión.
29 comentarios
Yo la verdad pienso que los que se dedican a poner verde a nuestra Iglesia deberían practicar deporte pues de alguna manera sentiran un tipo de paz que ayudará a no enviar mensajes cargados de tanta adrenalina que no les lleva más que a un callejón sin salida.
educación:
está demasiado egocentrica en lo PERSONAL del individuo en vez de en el colectivo más cercano. más hincapié en nos vos ellos y menos yo tu el.
politica:
como escribió alguien que no recuerdo;"los cargos de poder deberían ser para los que no los deseasen".
Cuando son deseados en el deseo se pierde el servicio al pueblo al servirse a sí mismo. un ejemplo; el Rey David (en lo de que le cayó de sorpresa el reinado).
religion:
dicen que los hombres somos como la luna, tenemos una cara que a nadie enseñamos.
bueno pues la solucion a mi parecer sería; es verdad pero más que exigir que deberiamos mostrarla lo mejor lo más verdadero el no tratar de ocultarla y nada más.
Antonio ¿qué comentarios?, van todos firmados, por lo que no está muy bien acusar pero sin parecerlo. Vamos, que el tirar la piedra y esconder la mano está feo.
De todas formas ser el primero que escribe un mensaje - no hay ningún otro antes -, y empezar dando cera desde el primer párrafo y diciendo que otros mensajes van cargados de adrenalina -aquí no hay ninguno - suena incoherente...a menos que ya vayas buscando caña - que no creo -.
No sé Antonio, explícate, pero no me fundas que te veo...
simplemente era eso aplaudir la fortaleza que el Señor da a sus siervos lo cual para mi es muy de agradecer pues es un testimonio de fe.
pero pepiño ya te vale escribe sobre el articulo y no te pierdas en el paisaje.
yo no fundo nada ni a nadie lo que me faltaba. Y para que veas que aprecio a los que se mojan va un chiste con todo el amor del mundo:
-¿sabes cuál es el colmo de una parroquia?
pues que llames por telefono y no te lo coja ni Dios-.
el chiste pepiño no va ni con segundas ni con terceras va con cariño otra cosa son las diferentes tergiversaciones que se hagan a posteriori ahí yo ya no entro.
Ésto que escribo a continuacion no es "repartir cera" es opinar sobre las consecuencias a las que se hacen mención al pié del articulo:
-los adultos somos egoistas porque de niños nos educaron en el egoismo el egoismo produce vivir en la mentira permanentemente. Dios es la verdad.Es amor el amor se parte,comparte y reparte. no se ya como descifrarlo para que se entienda mejor.
-los politicos no son verdaderos porque se sirven del pueblo. son unos falsos. los que hacen esto y los que dejan que lo hagan sin decir esta boca es mía.
-a muchos cristianos se les va mucho tiempo en aparentar lo que no son lo que produce muchas críticas (muchas veces con razón) en la sociedad que permanece "fuera" de la Iglesia.
es MI opinion no quiere decir que sea LA VERDAD.
anoche vi la película "el septimo sello" (1988 Carl schuzl) que aunque es muy fantástica (antaño fantástica era ciencia ficcion) refleja muy bien el tema de ser verdaderos pues al final alguien voluntariamente da la vida (llama esto la atención cuando estamos rodeados de autenticas esponjas que no solo no dan un palo al agua sino que te absorben hasta la última gota de tu sangre. vamos yo en el país de las maravillas no me siento otra cosa es que con Dios todo lo podamos aguantar lo que no quiere decir que sea bueno o por lo menos a mí no me gusta) POR TODA LA SOCIEDAD y el mensaje de ese acto es muy bueno aunque se trate de una película más.
a mí pepiño me gusta la sociedad porque Dios la tiene así por algo y respeto su voluntad ahora bien me gustaría que fuese mejor a todos los niveles. Es mi esperanza.
Por último, este consejo: "Tendremos que cambiar y dedicarnos sinceramente a buscar juntos cómo son y cómo tienen que ser las cosas, por sí mismas, en atención a su propia naturaleza", parece la enseñanza de un verdadero Maestro Zen. No somos tan diferentes, despues de todo. Buenos dias.
Miguel A se habrá dado cuenta de que no va por usted porque no es su estilo, usted es educado y dice lo que piensa sin ofender
Antonio, no hay que cansarse por nada de anunciar el evangelio de salvación y de difundir el conocimiento de Jesucristo y de nuestro Dios salvador. Puede haber otra alegría mejor en la vida? Luego cada uno verá lo que hace según su conciencia.
Pepiño, dejando aparte las bromas, yo quiero invitar a pensar seriamente los interrogantes de una sociedad, o de una vida personal, en la que nos hemos refugiado en una voluntad permanente de crear un mundo a nuestro gusto, al margen de la realidad objetiva de las cosas, a cuyo conocimiento hemos renunciado. Nosotros queremos ser la medida de todas las cosas, los hacedores de nuestro mundo, a partir de nuestros propios deseos. En el fondo es la consecuencia lógica de haber prescindido de Dios en nuestra imagen del mundo, como si la presencia de Dios, el tenerlo simplemente en cuenta, fuera una amenaza para nuestra libertad, la libertad de la razón, la libertad de buscar nuestro bienestar y nuestra felicidad por encima de todo. Recreamos un mundo de deseos, no de realidades, y nos perdemos con él en el vacío. Los cristianos, en vez de discutir entre nosotros, tenemos la misión hermosa y seria de hacer ver a todos que Dios está ante nosotros, que El es la fuente de la vida, que nos ama infinitamente, que no hay razón para eliminarlo ni huir de El, sino que nuestra vida consiste en buscar su rostro y preparar nuestro encuentro con El, porque El es la mejor garantía de nuestra humanidad y de nuestra vida. La alusión a Zapatero es muy accidental. Aunque la fórmula tiene mucha miga. Creo que proviene de Peces Barba. Nuestro diálogo es con la sociedad entera, con los hermanos que viven configurados por la cultura de este mundo.
Miguel A. No me extraña que haya coincidencias. Para mí eso es una consecuencia clara de la unidad de Dios Creador de todo y de todos, de la universalidad de Jesús que descubre el misterio radical del hombre, de todos los hombres, y asume todo lo que los mejores hombres han vivido y nos han transmitido. Para nosotors, Cristo es el centro de todo, sin merma ni agravio de nadie, para bien de todos. Cuánto se podría hablar de esta cuestión!
Saludos a Ana, siempre bondadosa.
José Carlos, eso que dice Vd. puede ser verdad, yo también estoy de acuerdo en eso. Pero bueno, esa es permanentemente la tarea de la Iglesia. Ayudar a los hombres de buena voluntad a descubrir y vivir la realidad del mundo y de la propia humanidad desde la conciencia de Jesús, que es la conciencia verdadera, regenerada y regeneradora. Tarea de gigantes, de santos, de mártires, de fieles discípulos animosos. Por qué no vamos a estar nosotros en esa tarea? Eso es trabajar por el Reino de Dios, eso es construir, con la ayuda de Dios, un mundo nuevo, verdadero y fraterno.
Muchos saludos para todos.
Creo que muchas personas los leemos aunque no dejamos comentario,
Gracias
Porque el concepto de libertad que el utiliza no es el religioso, sino el político y no existe libertad en España con cualquier partido político sino con su partido. Lo que el no explica es qué significa "ser verdadero".
Un asesino será "verdadero" si asesina, un pederasta lo será si abusa de niños, si el hombre es libre para hacer lo que quiera puede hacer lo que no debe.
Para mi ése es el problema de esa reflexión, el concepto moral no existe. La libertad (hacer lo que queramos sin ningún tipo de de limitación) nos hace verdaderos (nos mostraremos tal como somos).
Si el buén salvaje fuera la naturaleza humana, esto sería el paraiso, pero, por desgracia, el "optimismo antropológico" no se corresponde con la realidad, más bién la tentación del alma humana hacia las pasiones convertiría nuestra sociedad en un infierno, sin no existiera ningún control.
Esta reflexión del presidente tiene, en mi opinión, un cierto aire masónico. Dicho todo esto sin despreciar a la libertad, necesaria para construir la propia personalidad y las creeencias de manera auténtica.
a mí la gente que no se moja no me gusta pues son unos listos y cuanto más lejos mejor, no sea que me contamine que de lo que se ve se aprende; si yo os contara de mis andanzas por este mundo...la de chusma que me he topado para SÓLO APROVECHARSE "a donde no os acojan..." (san Francisco de Sales lo deja bien claro en su -Tratado sobre el amor de Dios-.
Que estemos como estamos (la sociedad)
no es ni más ni menos que el resultado de una cristiandad de burgueses(acomodados) y YO EL PRIMERO que por dejadez o por perdernos cómo dice Monseñor en absurdas discusiones que no van a ninguna parte o por lo que sea el mundo se nos está comiendo vivos desde hace tiempo.
He leído hechos de los apóstoles y ahí se ve cómo los cristianos con CRISTO a la cabeza se meriendan a toda la mafia (seres que atentaban contra la doctrina de Cristo sometiendo a los hombres) por dónde iban pues la fuerza de lo alto les alentaba anunciando al Salvador con grán parrexia a todas las gentes.
pienso que si no hay primero un buen estudio por parte de quien corresponda de dónde estamos y cómo estamos no podremos organizarnos TODOS para llegar a algún punto en concreto en lo que a una evangelización NUEVA se refiere; Juan Pablo II en Santiago de compostela 1989 dijo;" sonó la hora, llegó la hora de emprender una nueva evangelizacion". el problema o la cuestión es cómo se lleva a cabo.
ana disculpa mi correccion y mi falta de delicadeza al escribir pero es más que crítica negativa la TRISTE REALIDAD TE GUSTE O NO. Y si para empezar no miramos la situación real pues a ver el futbol o los videjuegos que es lo que se lleva.
Posteriormente al conocerse el resultado muchas personas de asociaciones a favor de estas uniones se manifestaron ojo EN CONTRA DEL RESULTADO DE LA VOTACIÓN LEGAL hasta con violencia y agresiones como autenticos bárbaros.
Pienso que estos manifestantes libres de pensar como quieran tienen que respetar la libertad de pensamiento de los que han votado aunque no les agrade el resultado pues como comenta Manuel hacen con esta violencia lo que no deben.
Si lo de ZP lo hubiera dicho mi padre o mi madre me hubiera dolido igual pues sólo Cristo nos da la verdadera libertad a través de su verdad. Me sorprendió el que alguien pueda arrogarse el poder corregir al mismísimo Señor no sé me supera aunque en tierra de toreros.... Yo en mi corazón la siento y no me cabe otra pues me llena plenamente sin dejar hueco alguno. El que a Dios tiene nada le falta.
Por lo demás yo estoy muy de acuerdo en que la verdad nos hará libres pwero no los ataques gratuitos a la Iglesia y a algunos de sus obispos.
don Fernando, excuseme,pero me parecía de justicia y gracias por la paciencia
Occidente está cayendo por la pendiente descrita. Es como la crisis económica. Se puede negar con la boca, pero andando por la calle y relacionándote con la gente, es imposible decir que no la hay.
¿Y qué puede hacer un cristiano de a pie en medio de este escenario? Partiendo de la oración y participación frecuente en los sacramentos (es decir, enraizado en Cristo), adquirir el coraje que se nos pide para testimoniar una manera distinta de afrontar la vida, hablar alto y claro, ofrecer un discurso cargado de amor y esperanza, denunciando convenientemente las sandeces que se dicen y las tropelías que se cometen.
No votamos cada 4 años a unos políticos que cada vez nos representan menos. Votamos cada día, cada minuto, con nuestras acciones. ¿Qué vemos en la tele?, ¿qué leemos?, ¿a qué dedicamos el tiempo libre?, ¿qué grado de participación y compromiso adquirimos en la sociedad?, ¿qué sabemos hacer y a qué dedicamos nuestras virtudes por el bien de todos, y especialmente de los más desfavorecidos? ¡Quitémonos de una vez esa capa de tibieza que nos oscurece y mostremos lo luminoso del Evangelio a todos cuantos nos vayamos encontrando!
- ¿Quiere decir esto que Dios tiene en sí mismo la razón de su existencia? Sí
- ¿Quiere decir que Dios no puede no existir? Sí
- ¿Quiere decir que todo lo demás (seres humanos, naturaleza, objetos …) son contingentes? Sí, pues no tenemos en nosotros mismos la razón de nuestra existencia. Desde que somos concebidos (dependencia de nuestros padres) hasta el día a día (dependencia del aire, agua, comida …) somos dependientes.
Entonces tiene que haber algo/alguien preexistente que dé sentido a la existencia, pues, ¿es necesario dar sentido a nuestra existencia?, ¿nuestra existencia tiene sentido? Pienso que sí. Un Ser eterno como el descrito sería Dios que ha ido prefigurándose y anunciándose a lo largo de la Historia hasta encarnarse en Jesucristo. Precisamente se nos ha dado la libertad para reconocer a nuestro Creador.
A nuestro querido Monseñor Fernando Sebastian no le conocía hasta por casualidad leer unos de sus articulos de ésta página y me agradan mucho porque son profundos y con mucha sustancia y además les comento a amigos que me encanta D. Fernando porque puede llevar gracias a internet a otros lugares los dones que Dios le ha concedido produciendo un bien inmenso a innumerables cristianos o que no lo sean por la razon que sea que no viene al caso. que yo diga algo sobre la educacion ,la politica y la religion no es en general sino sólo las parcelas que debemos mejorar o mejor no escribo y así pues solo leo y se ha acabado. Los comentarios para la crem
es un placer leer no sólo leer los ricos post de Mons. Sebastian, sino también el resto de comentarios. hay que reconocer que es mucho mas lo que nos une que lo que nos separa. Discutimos sobre la diferencia, pero no hacemos la lista de semejanzas. Segun el dicho: "el arbol no debe impedirnos ver el bosque". Asi que, con animo constructivo y en dialogo apasionado pero respetuoso, sigamos colaborando con Mons. Sebastian en este fantastico blog. Nos enriquece, encamina y nos permite entrar en confrontación sincera unos nicks con otros ;-)
Gracias, Monseñor, por sus comentarios.
Y gracias también al resto por vuestros comentarios.
Manuel, tu comentario es muy certero. Efectivamente, yo también creo que en esas palabras de nuestro Presidente, que él pronunció pero que no son suyas, hay una antropología perfectamente atea. Ese concepto de libertad es un concepto mítico, una libertad absoluta, no reglada por la realidad, no encuadrada en la verdad y en el bien, sino creadora de verdad y de bien. Se quiera o no, esa expresión quiere decir: "Es bueno y verdadero lo que yo decida", lo que nosotros decidamos, lo que el Parlamento, o el mismo Presidente decida. Y así, en vez de ser hijos de Dios, llegaríamos a ser siervos del omnipotente gobierno. Una especie de dictadura metafísica. Bonito, verdad? Seguramente no se dan cuenta de lo que encierran sus palabras, pero tendrían que meditarlo, y deberían meditarlo los españoles que se dejan embaucar con las apariencias de progresismo y de ampliación de libertades.
Bueno, leo vuestros comentarios y no tengo más que decir, mi persona no pinta nada, lo que vale es que cada uno nos encendamos en ganas de testimoniar la verdad y el valor de nuestra fe, la bondad y la necesidad de Dios, el vacío y el deterioro de la vida humana cuando los hombres renegamos de Dios y dejamos de buscar honestamente la verdad y el bien para todos en lo que depende de nosotros.Creerlo, celebrarlo, vivirlo, testimoniarlo con las obras y las palabras. Como discípulos entusiastas de Jesucristo. Si removemos así a algunas personas, poco a poco se notará. Igual que ahora se nota el vacío, la deserción y la cobardía.
Mi mejor saludo para todos vosotros. Dios con todos.
Un abrazo,
Muchos saludos a todos.
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