Vidas cambiadas por la Adoración Eucarística

En el Evangelio del II Domingo de Pascua, Sto. Tomás, al ver a Cristo Resucitado exclamó: “‘¡Señor mío y Dios mío!’” (Jn. 20, 28) El apóstol le había seguido a Jesús y vivido con Él, gozando de una gran amistad y la confianza que eso significaría. Pero, no le saludó como amigo tras la Resurrección, sino como su Señor y Dios. También se apareció el Señor a los discípulos de Emaús y se reveló al partir el pan. Es el mismo Jesús que está presente en la Eucaristía, al que los ángeles, según S. Juan Crisóstomo: “llenos de temor, adoran, glorifican, entonan continuamente los misteriosos himnos de alabanza” (Sobre lo incomprehensible).

Por eso nos urge S. Josemaría Escrivá: “Es preciso adorar devotamente a este Dios escondido: es el mismo Jesucristo que nació de María Virgen; el mismo que padeció, que fue inmolado en la Cruz; el mismo de cuyo costado traspasado manó agua y sangre” (Es Cristo que pasa,84). Un rato ante el Santísimo, nuestro Señor y Dios, puede afectar profundamente las vidas de personas hasta hoy en día, como se puede comprobar por los conmovedores testimonios en este vídeo sobre la Adoración Eucarística Perpetua en San Antonio, Texas(EE.UU.), recomendado por el lector Manuel Pérez Peña en su blog, “Principios católicos”:

En “La Adoración Eucarística Perpetua”, del blog de Manuel Pérez Peña, encontrarán las demás partes del documental “Descubriendo a Jesús vivo en la Eucaristía” (5 partes que suman aprox. 30min), además de enlaces relacionados sobre la Eucaristía.

¿Interesado en experimentar por sí mismo la gran alegría de poder adorar al Señor en el Santísimo? Puede encontrar un lugar con Adoración Eucarística cerca de usted en “enlaces para encontrar horarios de Misa y Adoración al Santísimo”. El Señor Jesucristo le espera.

“No sé qué trabajos, por grandes que fuesen, se habían de tener, a trueque de tan gran bien para la cristiandad; que aunque muchos no lo advertimos estar Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, como está en el Santísimo Sacramento en muchas partes, gran consuelo nos había de ser.” (Sta. Teresa de Jesús, Fundaciones,18,5)

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Estación V del Vía Lucis – Los discípulos reconocen al Señor cuando parte el pan

P Te adoramos, oh Cristo resucitado, y te bendecimos.
T Porque con tu Pascua has dado la vida al mundo.

Del Evangelio según S. Lucas (Lc 24, 28-35)

Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron diciendo: “Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída” Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron:"¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?” Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: “Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón” Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Meditaciones del Catena Aurea de Sto. Tomás de Aquino

1) “Aquí se ve cómo Jesucristo es recibido por los suyos, y cómo honra por sí mismo a los que le invitan. Prosigue: “Y entró con ellos". Le ponen la mesa, le ofrecen alimentos y conocen en el modo de partir el pan al que no habían conocido por la explicación de las Escrituras.” (S. Gregorio)

2) “No estaban, sin embargo, tan ciegos, que no vieran algo, pero había algún obstáculo que les impedía conocer lo que veían (lo que suele llamarse niebla, o algún otro obstáculo). […]el que Satanás haya impedido a sus ojos el reconocer a Jesús, también ha sido permitido por Cristo. Hasta que llegó al misterio del Pan, dando a conocer que cuando se participa de su Cuerpo desaparece el obstáculo que opone el enemigo para que no se pueda conocer a Jesucristo.” (S. Agustín)

3) “También dio a entender otra cosa, a saber: que se abren los ojos a quienes comen de este Pan para que puedan conocer al Señor. En verdad es grande el poder de la Carne de Jesús.” (Sto. Tomás de Aquino)

4) “No tenía el cuerpo de tal modo que debiese permanecer con ellos por mucho tiempo para acrecentar así su afecto. Por esto sigue: “Y se dijeron uno a otro: ¿por ventura no ardía nuestro corazón dentro de nosotros, cuando nos hablaba en el camino, y nos explicaba las Escrituras?". (Sto. Tomás de Aquino)

5) “San Marcos dice: “Lo anunciaron a los demás, aunque no les creyeron” ( Mc 16,13), cuando San Lucas dice que ya estaban diciendo que verdaderamente había resucitado el Señor, no indica otra cosa sino que había allí algunos que no querían creer.”(S. Agustín)

Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Hay Adoración Eucarística Perpetua en su diócesis? Si adora al Santísimo, ¿qué le motiva a hacerlo? ¿Cómo ha sido su experiencia adorando al Santísimo?

Mañana –Vía Lucis VI – Jesús se aparece a los apóstoles – “ ‘Dichosos los que crean sin haber visto.’” (Jn. 20, 29)