Pruebas de la existencia de Dios (2)
5. Las cinco vías. Su estructura general
Las pruebas clásicas de la existencia de Dios son las “cinco vías” expuestas por Santo Tomás de Aquino (1226-1274) en Suma Teológica 1, 2, 3. Son demostraciones a posteriori, puesto que parten de datos experimentales (la existencia de entes con propiedades que denotan contingencia). Kant las llamó “pruebas cosmológicas", aunque son en realidad pruebas metafísicas, basadas en el principio metafísico de causalidad: “Todo ente contingente tiene una causa". Un ser es contingente si es y puede no ser; en cambio, un ser es necesario si es y no puede no ser.
El principio de causalidad depende del principio de razón de ser: “Todo lo que existe tiene su razón de ser". Todo ente que no tiene en sí mismo su razón de ser la tiene en otro ente (su causa).
Aunque Tomás sigue distintos razonamientos en su exposición de cada una de las cinco vías, éstas pueden ser reducidas a la siguiente estructura general: