Despedida provisoria
Queridos amigos: Por razones personales me veo en la obligación de reducir notablemente por un tiempo mi dedicación a este blog. Estoy bastante sobrecargado de compromisos familiares, laborales y apostólicos y debo reducir estos últimos en beneficio de los dos primeros. Pero esto no es un “adiós” sino un “hasta pronto". Tal vez dentro de seis meses pueda volver a dedicar más horas a “Razones para nuestra esperanza". Entre tanto, mi tarea aquí se reducirá básicamente a publicar los sucesivos números de la revista virtual “Fe y Razón". Aunque tampoco prometo no publicar nada más durante ese período. Seguiré leyendo y estudiando, y si alguna vez sintiera una urgencia irreprimible de expresar una opinión o de compartir un material ajeno, lo haré de todos modos.