La justicia argentina niega el cambio de nombre en los registros de bautismo para las personas trans
Alba Rueda es un activista trans; es decir, un ser que tiene próstata pero que se «auto-percibe» mujer.
Se ha desempeñado como subsecretaria de Políticas de Diversidad dentro del denominado «Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad» (2020-2022) para, luego, ser promovida al cargo de Representante Especial de Argentina sobre Orientación Sexual e Identidad de Género del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
En 2019, luego de lograr su cambio de nombre en el documento nacional de identidad, solicitó al Arzobispado de Salta, por medio de la ley de Habeas data, que también se modificase el libro de Bautismo, con la finalidad de que allí su nombre impreso en el alma por el primero de los sacramentos, fuese cambiado.
La Iglesia, siguiendo las disposiciones eclesiales actuales se negó a modificar el nombre y sólo accedió a anotar en nota marginal que «xxx Rueda», por disposición legal argentina, poseía ahora el documento con el nombre de «Alba».
Dado que esto no fue suficiente para este activista, el caso se judicializó, recibiendo una negativa de parte de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y, en el día de ayer, otra negativa por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, órgano superior en este país (el fallo, que sienta un precedente, puede descargarse de aquí: https://www.quenotelacuenten.org/wp-content/uploads/2023/04/RUEDA-FALLO-CIV-061637_2018_CS001.pdf).
En síntesis: que las leyes cambien en Sodoma no transforman a la Iglesia en vasalla.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
Va parte fundamental del fallo: