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18.03.19

¿Por voluntad de Dios? De falsas religiones y sodomías varias

Hace apenas un mes fue publicado con bombos y platillos el Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común o más conocido como la “declaración de Abu Dhabi”. Allí, amén de muchos conceptos, puede aún hoy leerse que:

“El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos”. 

Es decir y para hablar claro -según lo que se lee- Dios quiso, entre otras cosas, no sólo que hubiese negros y blancos, hispanos y germanos, varones y mujeres, sino también, judíos, musulmanes, cristianos, budistas, etc… Es decir: Dios quiso que existiesen muchas religiones…

Punto.

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16.03.19

Buscando una campana para mi capilla

- “Y…, ¿quién sabe? Quizás alguno conoce a alguien… además, ¿quién no tiene una campana de iglesia en su patio?".

Así nomás; simple.

Andamos buscando una campana para nuestra capilla.

Tiene campanario pero que no tiene campana…

Y quizás alguien tenga una o sepa quién la tiene.

- “¿Cómo de grande?”

De entre setenta centímetros y un metro de alto. Da igual. Hacerla a nuevo, en la única fábrica de campanas que hay en Sudamérica ("Campanas Bellini"), cuesta 16.000 dólares.

Quizás…, por ahí…, algún buen cura que lea esto o alguno que sepa que en alguna capilla perdida de alguna chacra o estancia hay una…, o, simplemente, algún alma que quiera hacer una obra de bien pagando una parte…

En fin; lanzo esta botella la mar. Quizás alguno la recoja. 

Uno nunca sabe, pero las campanas son sacramentales que ahuyentan a los demonios.

Y necesitamos una.

¡Campaneros y monaguillos ya tenemos! ¡Y algunos hasta quieren reemplazar al cura!

 

¡Gracias! Quién sabe si San José, ya cerca de su fiesta, lo inspira a alguno.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

PD: cualquier cosa, escribir al siguiente número de whatsapp del sitio (+54 9 11 3580-9554) o al siguiente mail: [email protected] 

Vengan por último estos extractos tomados del texto de Antonio Caponnetto titulado “Carillón de cielo y tierra“.

Hubo un tiempo en que los hombres solían y sabían escuchar los sonidos que desde el campanario les llegaban.

Era natural para ellos, descifrar un tañido, acatar un repique o interpretar un martilleo.

Aquella música de metales, lanzada hacia el horizonte del viento, les advertía a los hijos de una comarca si la tormenta montañosa estaba cerca, si el enemigo secular acechaba, si era la hora irrenunciable del “Angelus", si el júbilo daba motivos para enarbolarlo por las calles, o si la muerte se había aposentado en el terruño.

A cada son un significado y una conducta acorde.

La Cristiandad jerarquizó a la campana y la hizo signo cultual, para que al canto de sus redobles, los pueblos  estuvieran prontos,  dispuestos y atentos a vivir en conformidad con la Trinidad Santísima.

San Paulino, San Benito o San Beda dan testimonio del valor de las campanas en los ritmos litúrgicos de la Iglesia, así como de la liturgia en los ritmos del humano acontecer.

La campana bendecida era ya un objeto sagrado; como el anillo en una boda o el cáliz para el cobijo del Pan. Por eso en solemne rito, podía un Obispo bautizar y consagrar campanas, como podían los fieles guardarla muda, hasta que no recibiese la bendición condigna.

Profana, era su destino de silencio y de llano. Bendita, era izada en el torreón más alto y comenzaba a hablar.

Una vez erguida en su trono de piedra y de madera, se convertía en la compañía del cristiano en su decurso temporal, en su itinerario por los cuatro rumbos posibles del espacio, y en el tránsito hacia la vida eterna.

La oía durante su primera comunión, durante la jornada de sus nupcias, cuando la proclamación de la Pascua o en la vigilia de la Nochebuena. La oía si regresaba o se alejaba de su casa, y hasta por el altísono de su melodía se daba cuenta el peregrino si llevaba buen rumbo.

Ha dicho bien quien dijo que la campana es un apóstol infatigable. Predica, exhorta, anima, reprende; y no cesa su vibrante llamado porque la lluvia arrecie o porque el sol parta los muros desde lo alto.

Como apóstol celoso de su mandato, alegra a los que creen y muerde el corazón encallecido de incrédulos y odiadores de la Fe.

La herejía no quiere las campanas, escribía el Cardenal Pie. “Preguntad a Lutero y a Calvino. No las quiere porque la campana sigue siendo ortodoxa, porque su voz no cambia para prestarse a la disonancia de la doctrina o a las alteraciones del dogma. La campana no es apóstata”.

Sin espacios de sombra sónica; sin memoria atonal, sin tabalear banalidades tras las ojivas y los cimborrios; sin estruendos y evidencias, antes bien, suscitadores ecos; “mirad cómo escucháis“, predica el Señor en el Evangelio.

Así escuchaban en Occidente, cuando Occidente cabalgaba entre pendones.

De esto se trata, por si nos vamos entendiendo. De propagar el mensaje del santuario, desde la altura y el interior de las bóvedas y arcos, hasta la anchura y el largor de la planicie toda. De levantar los largos y culposos olvidos del valle, con el concierto impar de las campanas sagradas.

“Las campanas son ejércitos angélicos” –enseñaba Juan Carlos Goyeneche- “que hablan al espíritu con un idioma que los hombres de hoy no quieren entender".

Es asimismo, el drama de la patria sin campanas, que supiera expresar en un Romance, nuestro recordado amigo Miguel Ángel Ferreyra Liendo:

¡Ah, las campanas del Angelus,

del día el último rezo!

Y aquella otra, postrera,

que a la grupa de los duelos

cabalgaba entre cristianos

desde el templo al cementerio.

¿Qué se han hecho las campanas

pregoneras del Silencio?

Se han trocado por el ruido

que ha puesto crueles sordinas

a los timbales eternos.

¡Ay, mi ciudad sin campanas

y qué derrumbes verdaderos!

Las antañonas campanas medievales atesoraban en sus concavidad no pocas inscripciones. Recordaban jaculatorias cristianas; las unas; nombres entrañables o fechas piadosas, las otras Un pequeño mundo de palabras laudantes o admonitorias, bordadas alrededor del badajo. “Defunctus ploro“, se lamentaban los muertos; “nimbun fugo” si de ahuyentar la nube tempestuosa se trataba; “fulgura frango ” si procuraba quebrar el rayo para que a nadie dañara “pauco cruentos” cuando queríase aplacar a los violentos.

Ya están izadas las campanas sobre el alminar argentino.

Quieren ser sus sones, un carillón de la tierra y un carillón del cielo.

Antonio Caponnetto

13.03.19

Aunque todos callen, hablarán las rubias…

Post-post: algunos salieron después de esta profesión pública de Fe mariana a criticar a esta joven por haber participado de una “marcha feminista” o “pro-aborto” (aquí lo aclara la joven).

Incluso si así fuera, es un motivo más para alegrarse por haber recapacitado. 

Para los que no lo saben, La Fiesta de la Vendimia es una tradicional celebración que, año tras año, se realiza en la hermosa provincia de Mendoza, ubicada al pie de la Cordillera de los Andes.

Se trata de un festival donde, desde sus orígenes, ha habido de todo: folclore, danza, presentaciones teatrales pero que, a pesar del paso del tiempo y del mundanal ruido, hay algo que siempre se mantuvo incólume: la devoción a la Virgen Santísima, característica del pueblo cuyano. Allí, año tras año, al comenzar el carrusel presidido por la Madre de Dios, el encargado de la Federación Gaucha que acompañará la imagen de Nuestra Señora de la Carrodilla, se acerca hasta el palco del gobernador y pide permiso para comenzar con los carruajes.

Este año, el actual gobernador, para ser más “inclusivo” y políticamente correcto, resolvió que la Virgen fuera al final de todo el carrusel, detrás del rey “gay”, sola y sin pena ni gloria.

Walter Riesco, Presidente de la Federación Gaucha del sur mendocino dijo:

“Dejaron que pasaran toda clase de cosas antes de la Virgen de la Carrodilla (…).Dormimos en carpas, estuvimos más de 6 horas preparados y esperando para que nos dijeran que íbamos al final, y que primero iban el rey gay, las comparsas, los pañuelos verdes y al final nuestra madre espiritual la Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos cuando siempre ha sido el estandarte de nuestra patria (…). Sentimos que algo no estaba muy bien debido a que la policía nos rodeaba, maltratándonos, veíamos como nos ponían vallas para que no avanzáramos y tenían su mano puesta en su arma como si fuéramos delincuentes, nos hirieron no solo de manera tradicional sino también como personas (…). Es una mutilación a la cultura, no puedo entender cómo toda la diversidad es más importante que nuestra bandera (…). Nos están convirtiendo en una colonia, lamentablemente sabemos al mando de quien vamos a estar”, dijo Walter Riesco, Presidente de la Federación Gaucha del sur mendocino.

Y tiene razón el gaucho, pero está desactualizado. No estamos convirtiéndonos en una colonia.

Ya lo somos hace años.

Pero como siguen existiendo decisiones individuales y viriles, una de esas varonas que aún existen, gritó. Porque aunque todos callen, hablarán las piedras, o las rubias… según aquello que dijo el Señor (Lc 9,40). Sí: una jovencita de apenas 19 años, Luz Martina Mercol, luego de ser elegida vice-reina de la Vendimia, tomó el micrófono y antes de hacer un agradecimiento, rezó en alta voz el Bendita sea tu pureza que desde niños aprendimos, haciendo profesión pública de su fe mariana. ¿Los organizadores? Boquiabiertos, claro. 

Demos gracias a Dios que aún hay gente que no se doblega y que no permanece indiferente.

Chapeau para esta jovencita, que será recompensada por la Madre del Cielo

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

11.03.19

Nuestra Señora de la Cristiandad (Chartres). Info para España e Hispanoamérica

Sí, es lejos, es caro, es difícil, pero quizás alguno tenga la gracia de aprovechar este acontecimiento único que, año tras año se realiza en Francia y que, humildemente, en la Argentina se viene replicando desde hace diez años, como lo hemos señalado aquí.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE


Primer capítulo hispano en la peregrinación a Chartres

 

Peregrinación a Chartres “Nuestra Señora de la Cristiandad”

De nuestros lectores

Mail: [email protected]

 

Hace 36 años un grupo de fieles católicos franceses, unidos a la Misa y a la doctrina tradicionales, decidió peregrinar desde la de Catedral París a la de Chartres. Ya en la Edad Media existía la tradición de peregrinar a Notre Dame de Chartres para venerar el velo que la Santísima Virgen María llevaba durante el nacimiento de Nuestro Señor. El velo se conserva en la Catedral de Chartres desde el año 876. La mayor parte de los reyes de Francia, incluido el rey San Luis, multitudes de santos, San Luis María Grignion de Montfort, San Francisco de Sales y San Vicente de Paúl entre otros, y centenares de miles de fieles han marchado por estos mismos caminos en peregrinación hacia allí.

Aquel pequeño grupo inicial de peregrinos, que tuvo que hacer frente a muchísimas dificultades y trabas en los primeros años, incluso a que no se les permitieran entrar en la Catedral de Chartres, se convirtió con el pasar de los años un millar de fieles (más de 15.000 peregrinos) que participa cada año en lo que, sin duda, es el acontecimiento más numeroso e importante de fieles ligados a la Misa Tradicional en el mundo.

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25.02.19

Negacionismos: presiones y amenazas de la izquierda a un sacerdote de Cristo

Post post: luego de nuestro artículo, acaba de publicarse el siguiente texto en La Prensa, un conocido diario de la Argentina: AQUÍ

El “negacionismo” es ese delito del mundo moderno por el cual, si uno no opina como la minoría dominante, es echado al estercolero de la democracia.

Pongamos un ejemplo: si alguien, en el colmo de la insensatez, llegase a decir en Alemania que los judíos que padecieron bajo el régimen nazi fueron no seis millones sino 5.999.999, “sea anatema”.

Incluso si fuera judío quien lo afirmase (pregúntenle si no a Finkelnstein).

Algo análogo sucede en nuestro país, Argentina, con el tema de los 30.000 desaparecidos durante el último proceso cívico-militar que –con sus errores, claro- sepultó la violencia armada de los ’70: no importa que ya los mismos ex-guerrilleros digan que esa cifra mítica fue inventada para lograr llamar la atención, o que en tiempos del kirchnerismo se dijese que la cifra no llegaba a 6400, o que algunas de las madres –de izquierda, por cierto- diga que el número es una farsa.

No. Lo que interesa es el mito.

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