No crea nadie que el título del Eppur si muove de hoy está equivocado. No se trata, tampoco, de un término nuevo sino, simplemente, de la fijación de algo que, por desgracia, mucho pasa en el ámbito católico.
Sabemos que el Papa Francisco ha dado muchos titulares, a la prensa entendida y desentendida, desde que fue elegido por los Cardenales reunidos al efecto de escuchar al Espíritu Santo.
Pues bien, una de las expresiones que más se han difundido es esa de “hacer lío” que, en una ocasión, pronunció. Era, sin duda alguna, para darnos a entender que no hay que optar por un catolicismo light o de poca cosa sino, al contrario, que se mueva, que no se quede en el sillón de casa.
¿Es que hay católicos que se comportan así?
En una conferencia muy conocida del P. Jorge Loring (que Dios tenga en su gloria) de título “El hombre descafeinado” y con subtítulo “Vacío de valores” (para dar a entender lo que tal descafeinamiento implica).
Rogamos que donde pone “hombre descafeinado” pongamos “católico descafeinado” o “light”.
Dice, por ejemplo, esto:
“El estado de bienestar ha puesto de moda los productos ‘light’: Coca-Cola ‘light’, café descafeinado, leche desnatada, cerveza sin alcohol, tabaco sin nicotina, etc.
Y también el hombre ‘light’, como ha escrito Enrique Rojas, ‘descafeinado’, superficial, sin valores. No le interesan las esencias de las cosas /…/
Este hombre ‘light’, ‘descafeinado’, al carecer de valores, es permisivo con todo. Todo le da igual. Es indiferente. ‘Pasa’ de todo. Todo vale. ¡Qué más da! No vale la pena luchar por nada. Ni esforzarse por nada. Ni enfadarse por nada. Sólo quiere vivir cómodo y tranquilo. No quiere preocupaciones. Su único ideal es suprimir todo lo que le suponga problemas. Todo vale. Cada cual tiene su verdad. La verdad absoluta no existe.”
No está mal que se pueda decir que hay muchos católicos (en la política es fácil verlo y apreciarlo, por ejemplo) que se comportan como si no existiese la Verdad que, por encima de las normas humanas, ha de dictar el comportamiento, también legal, de la humanidad. Así se pergeñan leyes y reglamentos aberrantes e intrínsecamente perversos que los católicos ‘light’ cumplen porque así lo establecen las normas democráticas.
“Pero al hombre ‘descafeinado’ todo le da igual. ¿Que millones de niños inocentes son asesinados por el egoísmo de los abortistas? Ése no es su problema. Su único problema es que le dejen vivir en paz. Por eso es incapaz de interesarse por nada, ni de ilusionarse por nada, ni de entusiasmarse por nada. Y menos sacrificarse por nada. No quiere ideas que le comprometan a nada. Quiere vivir sin leyes, sin normas, sin moral. Hacer lo que le apetezca en cada momento. Sin tener que respetar una moral o una religión.”
Resulta triste comprobar la verdad de esto dicho por el P. Jorge Loring. En el tema del aborto es donde mejor podemos comprobar el actuar, el comportarse de un católico afectado por lightcidad pues prefiere olvidar una ley tan sencilla de entender como es el “no matarás” que Dios entregó hace muchos siglos en un monte a una persona de la que, a lo mejor no conocen ni el nombre o confunden con otra.
Leer más... »