¿Se puede usar cualquier instrumento musical en la Misa?
Uno de los temas más debatidos entre quienes ejercen el ministerio del canto y la música en las iglesias es qué instrumentos musicales se pueden usar.
El tema es muy amplio, y yo no tengo la preparación para abordarlo tocando todos los aspectos.
Para entenderlo bien, es necesario, según mi parecer, tener en cuenta:
- el aspecto histórico: cómo celebraba la liturgia la Iglesia primitiva y cómo fue evolucionando la misma, especialmente para los que somos del rito romano.
- el aspecto magisterial: es decir, qué nos enseña la Iglesia sobre este tema concreto.
- el aspecto pastoral-práctico: es decir, cómo podemos en las comunidades concretas de cada diócesis intentar llevar a la práctica lo que nos enseña el Magisterio de la Iglesia.
Dejo de lado la profundización en la historia, no sin antes señalar un dato evidente: al principio fue el canto “a capella”. La música instrumental -admitida en algunos ritos de la liturgia judía y presente en algunos salmos del Antiguo testamento- no estuvo presente en la liturgia los primeros siglos de la Iglesia. Ese dato no se debe perder de vista, de tal modo que podemos afirmar que la liturgia católica es incompleta sin canto, pero no es incompleta sin instrumentos musicales. Otra conclusión que emana de aquí es que los instrumentos están al servicio del canto y la letra, y no al revés.
¿Que dice el Magisterio?
En cuanto a la cuestión magisterial, sería preciso hacer un recorrido por todo el magisterio de los papas del siglo XX y de los textos conciliares y de los dicasterios de la curia romana para tener una visión completa. Todos los documentos se pueden encontrar hoy en internet, para su lectura serena y desapasionada.
Antes de ingresar en el desarrollo de este apartado, dejo una preguntá más que retórica. ¿Estamos dispuestos a escuchar con corazón humilde y obediente lo que enseña la Iglesia? ¿O nuestros gustos –e incluso, nuestras ideologías- prevalecen sobre la palabra del magisterio? Esto vale tanto para los músicos de orientación más “tradicional” como para los de un enfoque más “renovador”. Algunas veces se da un diálogo de sordos, que no pocas veces acaba en acaloradas disputas y hasta descalificaciones personales. Volveré sobre este tema al final del artículo.
¿Qué dice al respecto el Magisterio del Concilio Vaticano II?
120. Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales.
En el culto divino se pueden admitir otros instrumentos, a juicio y con el consentimiento de la autoridad eclesiástica territorial competente, a tenor de los arts. 22, § 2; 37 y 40, siempre que sean aptos o puedan adaptarse al uso sagrado, convengan a la dignidad del templo y contribuyan realmente a la edificación de los fieles.
El texto del Concilio recuerda el papel privilegiado que tiene el órgano de tubos en la Tradición de la Iglesia y que hoy debe seguir teniendo. El padre Luis Alessio, en su hermoso libro “El rocío del Espíritu” señala como sus cualidades más importantes:
“resulta ser el mejor soporte del canto de la comunidad,
1) por su amplio índice acústico,
2) por la variedad de colores tonales,
3) especialmente porque el sonido es sostenido y su rica paleta de colores y timbres es superior a cualquier otro instrumento”.
Me permito agregar yo que, al menos en Argentina –pero sospecho que en muchos otros países occidentales- el sonido del órgano de tubos remite inmediata y espontáneamente a la Litrugia. Para decirlo de modo más sencillo, vos escuchás un órgano de tubos y te imaginás una catedral, incienso y un altar. Este fenómeno sólo sucede con este instrumento, al menos en mi experiencia. Todos los demás pueden ser asociados a otros espacios no sagrados. El órgano, en cambio, está ya asociado indefectiblemente al culto divino.
Algunos músicos amantes del órgano aceptan y citan esta primera afirmación conciliar de buen grado, pero rechazan teórica y sobre todo prácticamente la segunda afirmación del Concilio: “pueden ser admitidos otros instrumentos”. Hay quien, incluso, acusa al Concilio Vaticano II de haber interrumpido la Tradición y haber propiciado así un desastre en el ámbito litúrgico.
Que por momentos pueda dar la impresión de caos en el ámbito de la música litúrgica es un hecho, pero esto no se debe en este tema al Concilio, sino a que no se lo ha leído ni obedecido. En particular, creo que las conferencias episcopales –la autoridad territorial competente- no han dedicado el suficiente tiempo y esfuerzo en hacer este discernimiento y selección. Es cierto que siempre hay “desobedientes”. Pero también es cierto que es más fácil obedecer cuando las normas universales y locales son más claras. Porque es cierto también que algunos traducen el “pueden” por el “deben ser admitidos", y omiten decir que el Concilio pone condiciones.
Y para matizar y rebatir la afirmación según la cual la apertura a otros insrtumentos ha sido un grave error del Concilio, me parece oportuno citar nuevamente un poco conocido texto de Pío XII, de su encíclica “Musicae sacrae”, de 1955.
Entre los instrumentos a los que se les da entrada en las iglesias ocupa con razón el primer puesto el órgano, que tan particularmente se acomoda a los cánticos y ritos sagrados, comunica un notable esplendor y una particular magnificencia a las ceremonias de la Iglesia, conmueve las almas de los fieles con la grandiosidad y dulzura de sus sonidos, llena las almas de una alegría casi celestial y las eleva con vehemencia hacia Dios y los bienes sobrenaturales.
Pero, además del órgano, hay otros instrumentos que pueden ayudar eficazmente a conseguir el elevado fin de la música sagrada, con tal que nada tengan de profano, estridente o estrepitoso que desdiga de la función sagrada o de la seriedad del lugar. Sobresalen el violín y demás instrumentos de arco, que, tanto solos como acompañados por otros instrumentos de cuerda o por el órgano, tienen singular eficacia para expresar los sentimientos, ya tristes, ya alegres.”
El texto me parece muy claro, para evitar dos extremos que pueden darse entre los músicos:
a) Admitir cualquier otro instrumento además del órgano: el Papa da claras indicaciones, tanto sobre la “profanidad” de algunos instrumentos, como sobre su sonoridad:dice claramente, por ejemplo, que los instrumentos estridentes o estrepitosos no deben ser admitidos en la liturgia.
b) Cerrarse ante la posibilidad de usar cualquier otro instrumento: De hecho, esta es la actitud de algunos, que ante la dificultad de la cuestión, prefieren la solución de admitir solo el órgano de tubos o sus imitaciones. El Papa menciona incluso un instrumento en concreto –el violín- e insinúa la presencia de otros instrumentos de cuerda.
A quien pudiera objetar que el texto de Pío XII es “antiguo” o “preconciliar”, habría que recordarle sencillamente que Pío XII es la fuente más citada por el Concilio –de hecho, las afirmaciones de Sacrosanctum Concilium son casi calcadas a las suyas-, y que desde Benedicto XVI se viene insistiendo fuertemente en una “hermenéutica de la continuidad” y no de la ruptura.
Si la esencia de la liturgia no ha cambiado con el Concilio, tampoco las normas directrices sobre la música en ella.
Yendo a lo concreto
Sigue en pie la pregunta del título: ¿Se pueden usar todos los instrumentos en la Misa?
La respuesta, según mi entender, admite variación según dos posibles situaciones.
a) Si en tu país la Conferencia Episcopal admitió expresamente algunos instrumentos más además del órgano, esos instrumentos se pueden usar lícitamente. Punto, nada más que objetar. Te guste o no te guste. Después está la cuestión del “cómo” ejecutarlos. Pero no se puede cuestionar como algo ilegal, ni es justo hablar –como suele oírse algunas veces- de “profanación” de la liturgia.
b) Si en tu país la Conferencia Episcopal no ha hecho una explícita referencia a los instrumentos admitidos: será necesario indagar, entonces, en el Obispo diocesano y su comisión de Música Sacra. Y si el Obispo no se expresa ni tiene Comisión, pues entonces ahí estamos en una situación donde se debe regresar, una vez más, a los principios antes citados.
Dejo para este supuesto algunas observaciones, fruto de la reflexión y la experiencia, que valen también para discernir el “modo de ejecutar” los instrumentos aprobados.
- Hay que tener en cuenta que no todos favorecen el clima que necesita una celebración litúrgica. Es importante darse cuenta de que cada instrumento tiene sobre quien escucha un “efecto” diferente, y que remite también a “contextos vitales” diversos. El órgano de tubos, como ya mencionamos, es un instrumento que inequívocamente se asocia, en nuestra cultura, con lo sagrado, con las celebraciones litúrgicas, y en sentido más amplio, con lo trascendente. Una guitarra eléctrica con distorsión, por ejemplo, remite a un recital con humo y luces de colores, remite a lo “dionisíaco” y a los impulsos más que al orden y la armonía que requiere la liturgia. Un güiro, a la música bailable y a la fiesta mundana. Esos dos instrumentos, por ejemplo –según mi opinión- están tan completamente identificados con contextos profanos que no podrían insertarse en el universo litúrgico.
- Un tema recurrente es el relativo a los instrumentos de percusión. ¿Se pueden usar? ¿Es conveniente? Según mi opinión, sólo podrían llegar a entrar en la liturgia si cumplen una función plenamente ministerial, si, en cierto modo, “desaparecen”, quedan escondidos, sosteniendo el canto y el tiempo del mismo, pero no teniendo un protagonismo excesivo, que no favorecerá la concentración de los fieles sino su dispersión. Esto –según mi criterio- es extremadamente difícil, y solo se da de manera eficaz en la música sinfónica, como lo demuestran las composiciones de Mons. Marco Frisina. Hay que hacer un atento discernimiento al respecto, ya que muchas veces se han hecho “experimentos” perdiendo de vista el fin de la música instrumental.
- Por otra parte, es indispensable que el músico conozca bien su instrumento, y lo ejecute con la mejor calidad posible. Un órgano de tubos excelente pude ser pésimo para una celebración si el que lo ejecuta no sabe hacerlo. La guitarra, que es uno de los instrumentos más usados hoy, puede tocarse muy bien, bien, mal o muy mal. Lamentablemente, la mayoría de las veces se toca mal, pero conocemos modos de interpretarla que realmente favorecen la oración, a la vez que sostienen la afinación y el ritmo. Es importante que el músico de Iglesia, si es que también lo es en ámbitos profanos –sea de música popular, folclórica, etc- comprenda que su instrumento y su forma de ejecutarlo deben pasar por una “Pascua”. Deben morir y resucitar. Así, es claro que no es lo mismo acompañar el canto de Comunión que una chacarera en un escenario, incluso si el canto de Comunión –aprobado por la Conferencia- tiene ritmo de chacarera. Debe notarse la diferencia.
- Tampoco se trata de innovar por innovar. Muchas veces sucede que cuando se da demasiada importancia a la multiplicación de los instrumentos, pasa a un segundo plano el canto y la participación de la asamblea, y la celebración se transforma en un recital. Suele suceder que en las iglesias donde se llevan muchos instrumentos, y sobre todo si se los ejecuta con altos volúmenes -aunque estén aprobados- la gente deja de cantar… Allí es donde debemos recordar que, algunas veces, sobre todo en la liturgia romana, menos es más. La Liturgia no es el lugar para las simpaticas novedades, sino de las repeticiones solemnes, decía Benedicto XVI.
- Algo obvio, pero que no quiero olvidar mencionar: si el instrumento es de cuerda, por favor, por favor, que esté afinado. Gracias.
- ¿Qué sucede cuando no hay quien ejecute bien los instrumentos? Esta suele ser una realidad en muchas comunidades. Creo que es necesario evitar dos extremos: permitir sólo a los especialistas, a los profesionales; o admitir a cualquiera, sin ningún tipo de “filtro”. Según mi experiencia, aunque el músico sea aún inexperto, si es capaz de ejecutar su instrumento sin perder el tempo y acompañando con las armonías que corresponden, aunque no sea un virtuoso, puede ser admitido. Porque con esas dos características estará ayudando enormemente a la belleza y dignidad del canto de la asamblea, sosteniendo a la vez el ritmo y la afinación.
Eso sí: que no se conforme con saber cuatro o cinco acordes… que estudie, que se forme, y que, mientras tanto, toque bajito.
No a la guerra entre nosotros
Para concluir, quiero recordar algo muy importante: nunca es bueno llevar este tipo de debates del plano musical o litúrgico al plano personal. Algunas veces, sin darnos cuenta –o, peor, dándonos- caemos en la descalificación del otro por su opinión, llegando a verdaderos enfrentamientos. Ni una persona es más santa o piadosa por ejecutar y preferir el órgano de tubos, pero tampoco es un retrógrado o un rígido. Ni otro es un progresista, un superficial o un tibio por ejecutar el violín o la guitarra, ni tampoco es más “eclesial” ni tiene más “olor a oveja” por hacerlo.
He conocido santos organistas, y también muy inmorales. Y he conocido santos guitarristas, y también incoherentes y superpecadores.
Mantengamos nuestro discernimiento en la obediencia al Magisterio, a sus criterios, y sobre todo, recordemos que el músico –sea que cante, sea que ejecute un instrumento- ha de hacerlo “de rodillas”, para Dios y para el servicio de su Pueblo. Preparándonos para cantar, en la eternidad, “un canto nuevo para el Señor".
37 comentarios
O al conde Drácula tocando su órgano de tubos. El órgano de tubos va asociado a la música de película de terror gótico, en todos los dibujos animados para niños se ve.
Es bastante frecuente que en los coros parroquiales, el que toca algún instrumento se sienta "el dueño de la pelota"... como en los partiditos de fútbol de barrio, donde todos tratan de llevarse bien con él y hacer lo que él prefiera porque, si se enoja, se va y se lleva la pelota :(
Sólo de entrar en esa perspectiva, se excluyen guitarritas y baterías. Y sólo el gregoriano tiene la belleza y la intensidad para acompañar ese momento. Y por supuesto, el silencio, sólo verdaderamente apreciable en la Misa tradicional.
Ahora bien, si queremos convertir la Misa sobre todo en un "banquete fraterno", todo sonido, por profano que sea, será bienvenido. Y el silencio sobra.
Se trata simplemente de cómo concibamos la Santa Misa. Como lo que en esencia es, o como lo que en esencia no es.
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Padre Leandro:
Luis, Dios te conserve siempre este deseo de vivir la Misa con profundidad.
Tu planteo, sin embargo, me parece simplista. Y que va más allá de lo que dice el Magisterio.
Dicho de otra manera: lo que vos pensás (sólo el gregoriano, sólo el latín, sólo la misa tradicional) no es lo que enseña la Iglesia. No es lo que propone Pío XII ni el Concilio Vaticano II ni los papas siguientes.
Yo creo que es otra de las cosas que facilita mucho diferenciar momentos. Si el instrumento es el mismo, pero varía suficientemente la forma de tocarlo, es más difícil tener confusiones con lo que se celebra.
O la misa es " una fiesta alegre" , un banquete, o es el Santo Sacrificio. No creo que hubieran guitarras y palmadas a los pies de la Cruz.....esto es mucho más serio de lo que la mayoría cree .
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Padre Leandro
Silvia, como contesté a Luis, tu opinión personal no coincide con lo que enseña el Magisterio de la Iglesia.
Lamentablemente, en la actualidad se ha dado la vuelta por completo a estas afirmaciones del Concilio. La música preferente de la liturgia ha pasado a ser unos cantos de ínfima calidad acompañados de guitarras (en general pésimamente tocadas) e incluso instrumentos de verbena como panderetas, tamboriles y maracas (como las de Machín; lo he visto con mis propios ojos). El gregoriano y la polifonía han desaparecido totalmente de la liturgia, salvo en unos pocos monasterios benedictinos.
Este es un ejemplo máximo de cómo el Concilio se interpretó justo al revés. La excepción se ha convertido en la regla absoluta. Y la regla general simplemente es despreciada, en todos los casos.
Esto es el posconcilio, señores: todo se interpreta al revés. El resultado es que la música litúrgica actual es sencillamente impotable, con el consiguiente deslucimiento de la liturgia. Una pena. Palestrina ha sido sustituido por.... una música sin nombre, sin inspiración, sin elevación, sin espíritu, sin belleza.
Les recuerdo a los que dicen que el gregoriano no atrae a la gente que hace unos 20 años el canto gregoriano de los monjes de silos se colocó como número 1 de ventas. Se vendieron más de 7 millones de CD en toda Europa. No se vendieron más porque los monjes rechazaron las ofertas de las discográficas de realizar nuevas grabaciones: ellos eran monjes contemplativos y no artistas.
Pero ninguna casa discográfica osaría grabar alguna de las cancioncillas insulsas que se usan actualmente en la liturgia. Saben que sería un fracaso absoluto, nadie se interesaría por semejante cosa, bastante es tener que aguantarla en misa...
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Padre Leandro:
Militia Christi
No he abordado aquí la cuestión de los "géneros musicales", tengo pensado hacerlo en otro post.
Coincido con ud en la interpretación errónea del Concilio.
En relación a las nuevas composiciones, y que puedan tener calidad, le aseguro que hay hermosos ejemplos de música litúrgica contemporánea (polifonía o cantos populares) grabados con unción, con verdadera belleza.
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Padre Leandro
María, en un post anterior, abordo la función del coro. La enseñanza de la Iglesia no excluye la posibilidad de que el coro ejecute cantos a los cuales los fieles se asocian oyendo. En cuanto a lo que afirmas de la posibilidad de distracción, evidentemente es así, por eso hablo de la "función ministerial", de "estar al servicio".
¡Cáspita! ¿Pero como se puede ser tan carca? ¿Hay algo más mundano que el ser humano, criatura preferida de Dios?
Veamos que dice:
"Ahora no vamos a hablar uno por uno de los abusos que pueden ocurrir en esta materia; nuestra atención se fija hoy solamente en uno de los más generales, de los más difíciles de desarraigar, en uno que tal vez debe deplorarse aun allí donde todas las demás cosas son dignas de la mayor alabanza por la belleza y suntuosidad del templo, por la asistencia de gran número de eclesiásticos, por la piedad y gravedad de los ministros celebrantes: tal es el abuso en todo lo concerniente al canto y la música sagrada."
Bien. Entonces, ¿este documento es Magisterio de la Iglesia o no?:
"Con este motivo, y para que de hoy en adelante nadie alegue la excusa de no conocer claramente su obligación y quitar toda duda en la interpretación de algunas cosas que están mandadas, estimamos conveniente señalar con brevedad los principios que regulan la música sagrada en las solemnidades del culto y condensar al mismo tiempo, como en un cuadro, las principales prescripciones de la Iglesia contra los abusos más comunes que se cometen en esta materia. Por lo que de motu proprio y ciencia cierta publicamos esta nuestra Instrucción, a la cual, como si fuese Código jurídico de la música sagrada, queremos con toda plenitud de nuestra Autoridad Apostólica se reconozca fuerza de ley, imponiendo a todos por estas letras de nuestra mano la más escrupulosa obediencia."
Queda claro, ¿no?. La verdad es que no estaría mal que hoy se recuperara un lenguaje tan concluyente.
Bien, ¿Y qué opina San Pio X sobre la música profana?:
"Sin embargo, como la música moderna es principalmente profana, deberá cuidarse con mayor esmero que las composiciones musicales de estilo moderno que se admitan en las iglesias no contengan cosa ninguna profana ni ofrezcan reminiscencias de motivos teatrales, y no estén compuestas tampoco en su forma externa imitando la factura de las composiciones profanas."
¡Vaya!, hay que aclarar que Pio X entendía por música profana con reminiscencias de motivos teatrales, básicamente a la influencia que la ópera pudiera tener en la música sacra:
"En los himnos de la Iglesia consérvese la forma tradicional de los mismos. No es, por consiguiente, lícito componer, por ejemplo, el Tantum ergo de manera que la primera estrofa tenga la forma de romanza, cavatina o adagio, y el Genitori de allegro."
Si, así de sensible tenía la piel San Pío X sobre el asunto de la música sacra, y así de gruesa la tuvieron en su día cuando decidieron convertir a los Beatles, Bob Dylan y otros en música de misa. Hay que tener en cuenta que en la época de San Pío X también había música profana más popular, y es el tiempo en el que el Jazz o el Charleston hacen furor. San Pío X no hace referencia a este tipo de música, simplemente porque era inconcebible que esto se pudiera usar en la Iglesia.
El debate que Vd. menciona sobre los instrumentos musicales, es más bien un debate sobre el estilo. Y si vamos más a la raíz, es un debate sobre la consideración de la sacralidad misma. Es decir, que se considera digno de acompañar un evento sagrado y qué no.
Cualquiera que tenga un poco de entendimiento le queda claro que la música de iglesia actual está muy, muy lejos de tener la dignidad que de ella se espera.
Desconocía el fragmento que cita de un documento (¿podría decir cual, por favor?) del CVII. Me parece, sin embargo, bastante atrevido fundar la idoneidad del uso de un instrumento - con su consiguiente estilo musical - por dicho texto, a la simple voluntad del obispo o la CE del país. En primer lugar porque el Motu Propio de San Pio X es anterior y sigue (y seguirá) vigente. Y en segundo lugar porque lo que Vd. cita es un simple párrafo generalista, y a ver cómo es posible discernir que "siempre que sean aptos o puedan adaptarse al uso sagrado, convengan a la dignidad del templo y contribuyan realmente a la edificación de los fieles" con la pésima formación general que ahora gozamos.
Además es un comentario obvio, no deja de ser el obispo el responsable de su diócesis, y el que tiene que velar en todo para que sea lo que tiene ser. También en la música de las celebraciones, claro. Pero no se deben regir por su criterio, sino por el criterio de la Iglesia.
Estoy de acuerdo con Vd. en que no haya guerra. La responsabilidad del uso de una música u otra, no es del feligrés, aunque le corresponde al feligrés soportarla. Hay que recordar, sin embargo, que la parte más importante es la falta de dignidad y respeto debido al momento litúrgico que acompaña. Es obvio que es algo que afecta al segundo mandamiento, y de lo que alguien tendrá que dar cuenta, para bien o mal.
Lo llamativo, no es si aquí se permiten las guitarras y allí no. Lo llamativo es que en la Iglesia del siglo XX hubo un momento que lo que se consideraba una aberración absoluta, pasó a considerarse bello y ejemplar en muchas partes.
La cuestión de los instrumentos sería fácil de zanjar porque San Pío X lo dice claramente:
"Está prohibido en las iglesias el uso del piano, como asimismo de todos los instrumentos fragorosos o ligeros, como el tambor, el chinesco, los platillos y otros semejantes.
Está rigurosamente prohibido que las llamadas bandas de música toquen en las iglesias (...)"
El debate sobre los instrumentos es muy secundario - que no vano - porque estamos en un momento donde las contradicciones son brutales. Vd, con muy buena intención, cree poder aliviar el daño que estas contradicciones ocasionan simplemente obligando a aceptar no la verdad de la cuestión, sino las supuestas bondades que tienen cada uno de los estilos e instrumentos que se usan en la Iglesia hoy.
He de admitir que mis conocimientos de música sacra son nulos. Que de liturgia ando flojete, y que poco o nada me ha importado el coro y las canciones que se venían usando en misa. Básicamente, es lo que me han enseñado en la Iglesia desde pequeño.
Pero me dejó alucinado cuando me leí el Motu Propio de San Pio X. Es simplemente imposible justificar la inmensa mayoría de la música de la Iglesia actual con dicho documento. Son agua y aceite. Que a un ignorante como yo le resulte evidente es muy preocupante.
Ese es el escándalo, que mientras en la Iglesia del siglo XX creaba malestar la ópera en la Iglesia, hoy se valoran los coros con batería y guitarra eléctrica como el no va más. Es más, en algunos movimientos de la Iglesia la música rock o la guitarrera pura y dura es un elemento importantísimo de su espiritualidad.
Tan valorada está la música profana dentro de la Iglesia, que la participación de un cura o una monja en concursos de canciones profanas se tiene como un método de evangelización a imitar. Que no es raro encontrarse grupos de rock formados por sacerdotes que se dedican a dar giras por el mundo.
Eso si, todo muy piadoso.
Tela.
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Padre Leandro
Nadie
Su comentario es el más largo que he visto en toda Infocatolica. No obstante, lo publico completo.
Mi artículo es de divulgación, no puedo citar todos los documentos. Lo que es llamativo es que ud. conozca el motu proprio de Pío X (he leído dos biografías suyas siendo seminarista, y me impactó que toda su vida desde el seminario tuvo una gran preocupación por la música) ¡Y NO CONOZCA EL CONCILIO VATICANO II.
Pero a propósito no he citado sólo el Concilio, sino también a Pío XII, quien, 8 años antes de la Constitución conciliar, afirmó cosas parecidas.
En relación a los cambios disciplinares, no soy yo quién los ha decidido, sólo los expongo.
Si a ud le place aceptar el motu proprio y rechazar una encíclica y un Concilio, pues bien, yo nada puedo hacer.
Por lo demás, coincido en muchas de sus apreciaciones. Si presta atención y lee más detenidamente, verá que yo -tal vez de modo demasiado sutil- me expreso en relación a la batería y al rock.
Por último, es bueno distinguir lo litúrgico de lo no litúrgico. En relación a los momentos no litúrgicos, no hay Magisterio vinculante.
Salir de esos esquemas es profanar la Santa Liturgia.
Saludos.
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Padre Leandro
Leonardo, Pío X nunca escribió una "Musicam Sacram". El documento así llamado es una isntrucción del año 1968, que transforma en normas concretas lo contenido en "Sacrosanctum concilium"
Publiqué todos los comentarios, pero sólo por la noche podré leerlos bien y responder uno a uno.
Bendiciones!
Quiero resaltar que es la oración lo que agrada a Dios. Esta oración cuando se realiza de forma vocal se embellece grandemente con el canto, de esta manera no pierde el carácter de "oración".
El acompañamiento de algunos instrumentos realza aún más esta oración cantada, pero fácilmente lo estropea todo cuando distrae de su fin primordial: orar, comunicarse con Dios. Que no hay que confundir con sentimentalismos.
Y lo que el p. Leandro ya mencionó: ser obedientes a lo que el Magisterio nos propone al respecto sin dar espacio a "creatividades" que lo ajusten a un gusto particular, subjetivo.
Parafraseando a no sé quén Papa (Pablo VI, Pío XII o Pío X): no todo lo bello del mundo profano tiene licencia para cruzar el umbral del templo.
Animo a que intentemos cantar en misa sin instrumentos y sabrán de qué estoy hablando. Y si le agregan un instrumento que ayude a "sostener la voz", como nos sugiere algún documento magisterial, habrán encontrado gran belleza en la simplicidad y ya no querrán dejarlo ir.
En mi parroquia utilizamos un órgano electrónico (Yamaha), con ritmos programados. Tiene cabida dentro de la litúrgica??
Cuáles instrumentos de viento se podrían incorporar. Ya que utilizamos una flauta traversa.
Gracias por el artículo.
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Padre Leandro
Marco, según digo en el artículo, fundamentándome en el Concilio, lo primero que tenés que hacer es ver si en tu país la Conferencia Episcopal se ha expedido en este sentido.
Si no lo ha hecho de modo explícito, consultar si tu Obispo ha dado normas.
Si no las hubiera, y sólo por darte mi opinión, creo que la flauta traversa es un instrumento que puede contribuir al embellecimiento del canto. De hecho, tiene un sonido similar a algún registro del órgano de tubos.
En cuanto a los ritmos grabados, no está permitida la utilización de música grabada en la liturgia, además que la percusión allí usada suele ser estridente y de poca calidad. Pero incluso en el supuesto de que en la diócesis o país en que estás estuviera aprobada la percusión estridente -lo que a mi juicio sería un error- no podría usarse siendo grabada.
Siento haberle decepcionado. No me he leído todos los documentos del CVII, y de lo que me he leído se me ha olvidado la mayor parte. Si recordara solo la mitad de lo que leído en a vida...afortunado sería. Ya ve, soy un desastre.
Por lo demás, no se preocupe, que acepto el Concilio sin problemas. También le digo, de 1960 a la resurrección de Cristo hay mucho escrito, y no pocas veces más claro y conciso. Este es un ejemplo.
Es más, el Motu Propio de San Pio X lo conozco de casualidad a través de otro artículo que lo citaba. Creo haber dicho que soy un ignorante en materia de música sagrada.
Como no escribo artículos, ni tengo la responsabilidad de enseñar o siquiera saber sobre el asunto, tengo la conciencia tranquila.
Si he escrito el comentario no es para iluminar a nadie sobre instrumentos musicales. Simplemente he querido dejar constancia de mi estupor - a ver si alguien es capaz de explicarlo - al conocer que ya existía un documento magisterial reciente (el cual el Papa subraya contundentemente que es ley) que es radicalmente incompatible con los usos actuales de la música en la Iglesia, y que a nadie parece importarle demasiado.
No es una cuestión musical. Es una cuestión de si queremos hacer caso a todo el Magisterio o solo al que nos parece bien.
No es tanto el problema de si se usa o no el piano, como de si se respeta la opinión de la Iglesia.
"Quede, por consiguiente, bien claro para todos que no se puede honrar dignamente a Dios si el alma no se eleva a la consecución de la perfección en la vida, y que el culto tributado a Dios por la Iglesia en unión con su Cabeza divina tiene la máxima eficacia de santificación"
Sin embargo, convendrá conmigo que pocos documentos del Concilio fueron más mal interpretados y generadores de todo tipo de abusos que el de la liturgia. Y parece que vamos de mal en peor.
La vuelta a la tradición simplemente es una medida de protección contra dichos abusos, que, como dice el aforismo "lex orandi, lex credendi", acaban afectando al contenido y núcleo de nuestra fe. Y eso es algo que mi intuición católica me confirma día tras día con cada vez más fuerza.
Un fuerte abrazo y le ruego que rece por mí.
No se nombra para nada en este argumentario el Salmo 150, donde el autor (recuerdo que es Palabra de Dios) pide que se alabe a Dios con toda clase de instrumentos musicales (y nombra unos diez)
Cuando el Papa San Juan Pablo II, vino a Zaragoza, y bailaron delante de él y de la Virgen del Pilar, unas jotas, el papa dijo: "Si San Agustín dice, que el que canta reza dos veces, cuantas veces rezará aquel que baila en honor del Señor"
El Santo rey David, bailó delante del arca de la alianza.
Podemos estar cayendo en un rigorismo, de pensar poco menos que Dios tiene solo el oído preparado para el órgano y el canto gregoriano, y lo siento mucho, pero creo que lo hecho con fe y devoción verdadera, vale para alabar a Dios, siempre y cuando no vaya contra Dios y contra la iglesia.
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Padre Leandro
Roque, tu manera de razonar es sorprendente.
Primero, estamos hablando de Liturgia, que es acción eclesial por excelencia. Fuera de la liturgia, si alguien quiere bailar, que lo haga.
Segundo, David no danzó durante un acto litúrgico, y en el caso de que lo hubiera hecho, la liturgia del nuevo testamento es otra cosa.
Tercero, ¿cuándo dijo eso Juan Pablo II? No está en ningún sitio oficial del Vaticano. Y aunque estuviera, no tiene valor magisterial comparable a una encíclica o un concilio.
Cuarto, los católicos no usamos la Biblia como la usás vos.
Quinto, en el artículo yo aclaro muy bien que no son fieles al Magisterio quienes sólo admiten el órgano y el gregoriano.
Bendiciones!
Es curioso que San Pío X prohíba los platillos, que el Salmo 150 menciona DOS VECES (único instrumento que menciona dos veces, pidiendo que sean sonoros y retumbantes).
Será que el Salmo 150, que es Palabra de Dios, no sabe de alabar a Dios en la liturgia... ¿Dónde están los de "alaba a Dios como Dios pide"? Diciendo "alaba a Dios como Pío X pedía" (Dios le tenga en su seno).
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Padre Leandro
José, los católicos no nos regimos por el "sola Biblia". Son los pastores, es decir, los obispos, quienes tienen que discernir esta cuestión.
Por otra parte, hay una enorme diferencia entre los salmos -que no necesariamente se usaban en un ámbito litúrgico- y nuestras celebraciones.
Por último, la liturgia católica es algo que si bien se sitúa en continuidad con la de Israel, es a la vez completamente renovada por Cristo.
Todo eso para decirte: no se puede usar un versículo de un salmo y aplicarlo a nuestras Misas de hoy. No es así como procedemos los católicos
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Padre Leandro
Oscar, más allá de la expresión que usaste al principio -que me parece impropia- nadie está diciendo que este es "el" problema eclesial.
Te recuerdo que los católicos, a diferencia de los protestantes, no nos regimos por el "sola Biblia", sino que la Escritura es interpretada a la luz de la Tradición y del Magisterio de los pastores.
En las cuestiones litúrgicas, por lo tanto, no vale el criterio: "en la Biblia tocaban el tambor". Los que tienen la misión de hacer ese discernimiento son los obispos.
Sobre el salmo 150, dice bien claro Alabad a Dios con toda clase de instrumentos musicales. No dice que no sea en la liturgia, sino para alabar a Dios, (y la alabanza a Dios, no es solamente en la calle) y si le quitas valor al libro de Los Salmos, y al Antiguo Testamento, me hace pensar que la Palabra de Dios puede ser cuestionada, sencillamente porque está en el antiguo testamento. En la Eucaristía se recita siempre el libro de Los Salmos.
El Arca de la Alianza era lo máximo para el pueblo de Israel, y que solo podía llevar la casta sacerdotal. Salvando las distancias, repito salvando las distancias, era como si llevaran en procesión al Santísimo, repito, salvando las distancias.
Si en dicho salmo se dijera el valor del órgano, posiblemente lo usarían siempre como argumento, pero...
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Padre Leandro
Roque, sigo insistiendo que ud. interpreta la Biblia de modo protestante. La Iglesia no interpreta este texto del modo que ud. lo interpreta.
Se puede alabar a Dios con tambores y cítaras, claro que sí!!! Y con palmas, y si quiere saltando y haciendo cabriolas.
Pero en el ámbito de la Liturgia del Nuevo Testamento -repito- tanto los Padres como los Papas de todos los siglos han enseñado otra cosa.
El texto que cita del Papa Juan Pablo II, como le decía, no es Magisterio, es sólo un comentario jocoso. En segundo lugar, y como yo suponía, no lo hizo refiriéndose a una danza realizada en la liturgia, sino luego del Rosario.
Enhorabuena (como dicen los españoles) que dancen para la Virgen. Pero no en los templos ni en el contexto de la celebración.
En dicho enlace en el apartado Metido en Dios, aparece dicha frase, dicha por el papa San Juan Pablo II en Zaragoza
Señores, no hay hombres en misa!
El 90% son mujeres.
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Padre Leandro
En mi diócesis hay monasterio de benedictinas que cantan las misas gregorianas de modo espléndido, y la Salve Mater misericordiae, de manera insuperable, :)
Le dejo mi correo [email protected]
Bendiciones
Bromas aparte, en el siglo XXI ha habido dos papas que han respaldado en sus escritos la música que se ha interpretado siempre en la Iglesia. Uno es el el Quirógrafo de San Juan Pablo II, que escribió con ocasión del Centenario del Motu Proprio de San Pío X: "La reforma llevada a cabo por san Pío X tendía específicamente a purificar la música de iglesia de la contaminación de la música profana teatral, que en muchos países había contaminado el repertorio y la praxis musical litúrgica. También en nuestro tiempo se ha de considerar atentamente, como puse de relieve en la encíclica Ecclesia de Eucharistia, que no todas las expresiones de las artes figurativas y de la música son capaces de "expresar adecuadamente el Misterio, captado en la plenitud de la fe de la Iglesia". Por consiguiente, no todas las formas musicales pueden considerarse aptas para las celebraciones litúrgicas."
O en el punto 7 del "Quirógrafo": Entre las expresiones musicales que responden mejor a las cualidades requeridas por la noción de música sagrada, especialmente de la litúrgica, ocupa un lugar particular el canto gregoriano. El concilio Vaticano II lo reconoce como "canto propio de la liturgia romana" al que es preciso reservar, en igualdad de condiciones, el primer puesto en las acciones litúrgicas con canto celebradas en lengua latina. San Pío X explicó que la Iglesia lo "heredó de los antiguos Padres", lo "ha conservado celosamente durante el curso de los siglos en sus códices litúrgicos" y lo "sigue proponiendo a los fieles" como suyo, considerándolo "como modelo acabado de música sagrada". Por tanto, el canto gregoriano sigue siendo también hoy elemento de unidad en la liturgia romana. "
. Y otro la Exhortación Apostólica "Sacramentum Caritatis" escrita por Benedicto XVI tras el Sínodo del 2005, y en el que se hacía eco de la petición de muchos obispos de que el Canto Gregoriano ocupase un mayor lugar en las misas. Pero por lo visto hay sínodos y sínodos y decisiones que son más urgentes que otras.
Vale, pero la Biblia es la Biblia y el "sola Scriptura" es otra cosa. Nadie está aquí defendiendo el "sola Scriptura", estamos defendiendo la Biblia.
Parece que usted defienda el "no-me-hables-de-Scriptura".
El caso es que en el Salmo 150 se pide dos veces "alabar al Señor en su templo con platillos vibrantes y sonoros".
Podemos debatir si se deben usar los platillos sonoros y vibrantes durante la misa, o no (de hecho, se han usado en no pocas veces en el mismo Vaticano).
Si Dios lo dice (y a Dios parece que le gustaba que lo hiciera el pueblo de Israel, o no habría inspirado así al salmista) , habrá que reflexionar sobre eso.
No le tengamos miedo a la Escritura y acudamos a ella (para lo cual no hace falta caer en el Sola Scriptura, pero tampoco en el "paso-de-la-Escritura).
Precisamente ALGUNOS de los usos históricos del órgano son claramente un abuso, como por ejemplo usar de manera alternativa el órgano con el coro en el canto del Magnificat o del Benedictus, dando como resultado que los versos pares o impares eran encomendados a una melodía sin palabras.
Una fuga de "El clave bien temperado", por citar una obra totalmente PROFANA, NO es litúrgica por mucho órgano que se use. La mayoría de la música para órgano de la tradición luterana NO es litúrgica por mucho que uno se empeñe.
Ahora, que el órgano es maravilloso para ACOMPAÑAR el canto, SIN DUDA.
Aquí les dejo que ocurre en el corazón de un padre cuando ve a su hijito de 2 años cantar y tocar su sonaja, de echo que el papa dice estas desafinado , no tienes compás, estas cantando feo ,no tienes técnica vocal , cállate esta prohibida tu sonaja, te salen gallos y sonidos estridentes, tu sonaja no tiene armonía, cállate jajaja de echo que no, un papá al escuchar a su hijo dice, ese es mi hijo, que lindo, aunque este haciendo un mamarracho de música a un papa le encanta la música de su hijito, si un padre terrenal puede amar y gustar y disfrutar la música de su hijo, cuanto mas el padre celestial que nos ama infinitamente y es ternura y misericordia infinita.
A Dios le encanta la música que hacemos nosotros sus hijos no por lo magistral, pomposo, o artístico o profesional que no salga el tema musical, a Dios le encanta la música que hacemos por el es Padre y somos sus hijos.
De echo que en el el cielo vamos a cantar en espíritu y verdad con los ángeles, con el rey David, con Santa Cecilia y por alli San Francsico Solano estará también con su violín, y San Francisco de Asis seguirá usando su violín digital espiritual de echo con cuerdas de humildad y un arco de ramas super pobres, como también de echo estarás tu y yo si alcanzamos la misericordia de Dios con nuestras guitarras Yamaha, Ibanes o Godin o con nuestra quena o zampoña o con nuestro Sintetizador Kord o Roland, jajajaja cuando te mueres no te llevas nada , jajajaja, ni mucho menos un organo tubular, es muy pesado.
Les contaré amigos que hay realidades espirituales que muchas veces las olvidamos, una de ellas es que nosotros los músicos de la Iglesia tenemos el altísimo honor de cantar en el escenario mas grande y majestuoso que podemos imaginar y no con mil o un millón de personas , si no con toda la corte celestial, con los ángeles y con millones de santos de todos los tiempos no solo con los santos que conocemos en los altares , y nada mas ni nada menos tenemos el indescriptible super archi mega honor de cantarle a nuestro Papá Dios Santo Santo Santo en cada misa antes de la consagración, oigan esto es real, solo que no lo vemos, ni lo escuchamos y creemos que con nuestro instrumento ya sea un organo tubular o una bateria pearl o nuestra guitarra godin o nuestra gaita, o nuestro entender de la palabra de Dios del salmo 150 o lo que se decreto en el Concilio Vaticano II relacionado a la Liturgia y la música o lo que una determinada percepción de un movimiento o grupo cree definir como permitido o no permitido, o lo que dice una autoridad territorial competente o una conferencia episcopal decreta tal o cual instrumento esta permitido o debe ser así o asa el canto, puede aplastar y opacar a la relación personal que cada Cristiano Hijo de Dios tiene con su Padre Celestial. a Dios le encanta la música, y en el cielo ni nos cabe en el cerebro imaginar como serán todos los instrumentos musicales que abran en la eternidad.
A esto estamos llamados a vivir eternamente felices en el cielo junto a Dios en una relación tierna y amorosa con el Padre y de echo los músicos obviamente felices tocando los instrumentos musicales que nos gustan y disfrutamos desde ya en la tierra.
Si a Dios le encanta la música a nosotros sus hijos también
Quiero manifestar esto que escribo al final como el punto principal a tomar en cuenta que enmarca mucho mas allá de la Liturgia actual que tenemos. Siempre decimos mantener la liturgia, como fue en un comienzo, hasta inclusive nos centramos en la música Gregoriana como la oficial de la Liturgia y de echo que lo es y es hermosa y me gusta y tomamos muchos criterios como que estos fueran la pauta de la Liturgia que apacienta el corazón manso y humilde del Señor Jesús. "Padre que todos sean uno", que hay de nuestros hermanos de otras iglesias , Marcos With o Jesús Adrian Romero no entrarán en la Liturgia eterna del Cielo para cantar al Señor ?, Solo Martin Valverde o la hermana Glenda o Juan Sebastian Bach si podrán entrar al cielo ? que hay del percusionista Roberto Cerrano, que cuelgue las congas, el yembe, los timbales, el carrillon, el triangulo, el chequer, los efectos de percusión por que no son dignos del cielo ?, Felizmente hay alguien que se ocupa de ello y que nos hace entrar no por la puerta de San Pedro si no por unas escaleras de cuerda y cuentas, hay que rezar mas el santo rosario, hay que conversar con la Santísima Virgen María , que ella nos cuente como apacentaba el dulcísimo corazón del Niño Jesús cuando lo cargaba en sus brazos y le cantaba canciones de cuna y de echo que usaba un instrumento de percusión quizá estridente para nuestro oído humano de carne y hueso como lo es una sonaja pero que era de ayuda para calmar la sed de amor y de paz del Señor Jesús en su infancia. MARIA SANTISIMA tiene la llave por en sima de toda norma, experiencia , decreto y concepto humano, ella es la Madre y quiere que todos , todos , todos sus hijos músicos bayamos al cielo para celebrar y cantar la liturgia eterna de las bodas del cordero PAZ Y BIEN BENDICIONES
La intención siempre fue buena y con la única intención de servir a Dios, y tratar de que al acompañar con cánticos la misa se hiciera de "Lo importante algo interesante", ya que tradicionalmente las misas y los sacerdotes que las impartían, realizaban las celebraciones muy aburridas, esto trajo consigo que "mucha" gente se nos fuera a otras iglesias (hay varias en nuestra comunidad), por lo que al acompañar con cantos alegres y con varios instrumentos musicales mucha gente regresó y otras mas consideraron el ya no cambiarse a otra religión.
El problema es que hemos oído muchos comentarios muy diversos y ya no sabemos si hicimos bien o mal al incluir mas instrumentos musicales y equipo de sonido, ya que mientras unos sacerdotes nos respaldan y nos comentan que es lo mejor que pudimos hacer, otros sacerdotes nos critican diciendo que estamos mal y nos prohíben o se molestan con el trabajo que hacemos, lo mismo pasa con los obispos, cada quien tiene su opinión (muy diferentes unos de otros).
Dejamos un tiempo de tocar en el coro de la iglesia por todas estas contradicciones entre unos sacerdotes y otros, pero la mayoría de los feligreses nos pidió que regresáramos, lo cual hicimos tiempo después.
Tenemos muchas dudas si lo que estamos haciendo está bien o mal, ya que nadie sabe decirnos cual es la verdad ya que cada sacerdote nos dice: "este es el DEBER SER" (opiniones totalmente encontradas unos con otras), por lo que ya se ha estado desintegrando el coro de la iglesia y se nos han estado yendo a otras iglesias de la comunidad, todos confundidos.
Repito, todo lo hacemos con una buena intención y para servir a Dios, pero estamos desconcertados, ya que inclusive se nos han estado prohibiendo algunos cantos por ser dizque de otra religión (vienen en los libros católicos autorizados), pero el sacerdote en su afán protagonista el si los canta con su guitarra cuando da la homilía y ahí ya no son prohibidos, por lo que pone a todo mundo a cantar y a aplaudir (cosa que se nos prohíbe a nosotros en el coro).
Me gustaría conocer algo "OFICIAL" referente al tema, y no solo interpretaciones, ya que veo que se deja todo al "según lo que diga la autoridad eclesiástica" y en nuestro caso dicha autoridad da versiones diametralmente opuestas dependiendo al sacerdote u obispo en turno.
Don Bosco decía: "El que canta, ora dos veces". Yo soy salesiano y casi todas las misas se hacían y hacen con una orquesta. Esto no desmerece el contenido de cada alabanza, todo lo contrario: hace que cada joven cante con mayor devoción. La inclusión de diversos instrumentos no banaliza la ceremonia; es una evolución y de esta manera se congrega más fieles.
Desconozco si un organista entrega su alabanza a Dios de una forma más elevada. De lo que si estoy totalmente segura es que no cambió esos años con mi guitarra y mi canto a Dios, por ningún conocimientos de música u órgano.
Si alabamos a Dios, Podemos alabarlo transmitiendo alegria y evangelizar por medio del canto con los ritmos propios para una Eucaristia.
a mi me llena la musica Sacra y mas cuando hacemos polifonia en los cantos.
Bendiciones.
El organo emite todos los sonidos de una orquesta, puede sonar como clarinete, oboe, corno, flauta, violin, chelo, etc etc
por lo tanto a falta de personas para ejecutar una orquesta completa, El organo puede ser ejecutado por uno solo. lo que a mi manera de pensar podria ser admitido cualquier instrumento siempre y cuando no opaque al salmista o coro en los solos. y sobre todo ejecutar instrumentos bien.
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