Puerto Rico: los testigos de Jehová defienden su proselitismo en los tribunales
¿El derecho vigente en Puerto Rico permite la existencia de calles privadas? Esta pregunta constituyó el eje del debate el pasado 11 de febrero durante una vista oral que celebró el Tribunal Supremo para atender una petición de Certificación Interjurisdiccional de la Corte Federal para el Distrito de Puerto Rico. Lo leemos en El Nuevo Día.
El interrogante surgió después que el juez federal Gustavo Gelpí emitiera una orden para que los residentes de las urbanizaciones cerradas con controles de acceso permitan entrar a sus predios a los testigos de Jehová a predicar. Sin embargo, la urbanización Brighton Country Club en Dorado rechazó la orden federal alegando que no le afecta porque las calles de este complejo residencial son privadas.
Establecida la controversia, la curia escuchó las argumentaciones iniciales de la licenciada Nora Vargas Acosta, quien representó a la Watchtower Bible Tract Society of New York (corporación empresarial detrás de la secta) y la Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová; y del licenciado Héctor Rivera Cruz, quien representó al Municipio de Dorado. Cada parte se dirigió a los jueces del máximo foro judicial del país en un turno de 25 minutos.
Acompañada por los abogados Erica Fontánez y Paul Polidoro, Vargas Acosta argumentó que las calles en Puerto Rico son públicas y que la petición de control de acceso de la urbanización constituía una confirmación de dicha condición de espacio público. “Esa Ley de control de acceso otorga el permiso pero dejando claro que no constituye la privatización de las calles”, apuntó Vargas Acosta. Reiteró que en la Isla no hay calles residenciales privadas conforme al derecho vigente.

Una mujer acusada junto con su marido de matar a un hombre al que atrajeron mediante un anuncio en internet reconoció durante una entrevista para un periódico haber cometido el homicidio, y aseveró que ha matado a más de 20 personas en diversas partes del país, según informa Associated Press.
El Gobierno de España ha aprobado un anteproyecto de ley que esperan que llegue al Parlamento en los próximos meses, por el que se dará validez civil a los ritos religiosos de casamiento de mormones, ortodoxos, testigos de Jehová y budistas en España, confesiones con notorio arraigo pero sin Acuerdos firmados con el Estado que, hasta el momento, tienen que casarse por lo civil para que su matrimonio tenga validez en España. Lo cuenta Europa Press.
He sido capaz de contenerme y frenar mi intención inicial de encabezar estas líneas con algo así como esto: “Cuando el futuro va de culo”. Aprovecho la ocasión de encontrarme con una noticia tan hilarante como la siguiente para ir más al fondo y ser un poco críticos con estas cosas. ¿Y cuál es la noticia en cuestión? Que, tal como explican algunos medios de comunicación, se empieza a difundir una nueva técnica de adivinación que el lector ya puede adivinar –valga la redundancia–: la rumpología, o el arte de escudriñar ahí donde la espalda pierde su casto nombre para conocer el pasado y el futuro de una persona.
Unas 2.500 parejas de la Iglesia de la Unificación fundada por el reverendo Sun Myung Moon se casaron el pasado 12 de febrero en Corea del Sur en una ceremonia colectiva, según informa AFP. La ceremonia tuvo lugar en la sede central de la secta en Gapyeong, al este de Seúl. Las parejas, todas vestidas igual -las mujeres de blanco y los hombres de negro- son en muchos casos de nacionalidades distintas y se acababan de conocer.




