La muerte de Fidel Castro y la santería
Entre otras muchas cosas, algo que ha llamado la atención en torno a la muerte del dictador cubano es que, después de nueve días de luto nacional, las cenizas del nonagenario Fidel Castro serán depositadas en el cementerio de Santa Ifigenia (Santiago de Cuba), curiosamente un 4 de diciembre, que es una fecha que jamás ha pasado inadvertida para los cubanos, dondequiera que se encuentren.
Es el día en que los cubanos católicos celebran su culto por Santa Bárbara de Nicomedia, una virgen y mártir cristiana del siglo III decapitada por su propio padre, y más conocida como Santa Bárbara, tal como informa Telemundo.
Sin embargo, ese mismo día no pocos cubanos celebran en paralelo la fiesta en honor de la intensa figura de la religión conocida como Santería: Shangó, el orisha guerrero de los truenos, los rayos, la justicia, la virilidad, la danza y el fuego.
Con una extensa tradición religiosa –que la Revolución de Fidel Castro se ocupó de reprimir durante los primeros veinte años del proceso–, en Cuba se produce de manera natural, como en muy pocos países del mundo, una singular simbiosis entre la imaginería del catolicismo y los cultos yorubas traídos durante dos siglos por los esclavos provenientes del África.