José María Castillo no es católico pero tiene razón
José María Castillo es un sacerdote que hace bastante tiempo que dejó de ser católico, si entendemos por fiel católico no sólo a aquel que ha sido bautizado en la Iglesia Católica sino que también cree en todos los dogmas católicos. Pretender ser católico y negar pertinazmente los dogmas de la Iglesia es una falta de honestidad intelectual y espiritual de primer orden. Y parece mentira que algo tan obvio tenga que ser argumentado desde blogs como este. El mero sentido común debería llevar a todo el mundo a aceptar algo tan evidente.
No sé si alguna Castillo fue verdaderamente católico. No conozco, ni me interesa, la evolución de su pensamiento en relación a la Revelación cristiana y la dogmática católica. Parece que su desacuerdo con la doctrina de la Iglesia viene de largo, pero seguramente sólo Dios sabe en qué día, semana, mes o año, don José María decidió que su interpretación particular de la Palabra de Dios -Escritura y Tradición- debía primar sobre la autoridad del magisterio, abandonando de esa manera el rebaño católico. Si algo me preocupa, y no poco, es que tal circunstancia ocurriera mientras era catedrático en la Facultad de Teología de Granada, además de profesor invitado en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, en la Universidad Pontificia Comillas en Madrid y en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Hasta el año 1988 no se le apartó de la docencia. Tener como catedrático y profesor de teología a una persona que no profesa la fe católica es como tener de catedrático y profesor de Medicina a un chamán o curandero. Tal cosa sólo es posible, y no sólo en el caso de Castillo, cuando los pastores de la Iglesia faltan gravísimamente a su deber. Pero algunos de los responsables de semejante despropósito ya habrán tenido que dar cuentas a Dios por ello o estarán cerca de tener que hacerlo.