Las no clarisas de Lerma
Leída la noticia de que las clarisas de Lerma dejarán la orden de Santa Clara y que a partir de ahora pasarán a ser un nuevo instituto religioso, Iesu Communio, al que suscribe no le hacen más que rondarle ciertas preguntas sobre el caso en cuestión, corriendo además el riesgo de marearse y desfallecer, de tanto darle al magín.
Y es que todo empieza con un fervorín. Estando tan faltos de vocaciones, es en cierta manera normal que un monasterio que se llene de monjas jóvenes, quede absorbido por el fenómeno en sí, acogotando en cierta manera las potencias naturales intelectivas que nos haga diferenciar el grano de la paja. Esta riada de vocaciones se le conoce con el nombre del «milagro de Lerma».
Sin embargo, me cuesta realmente creer que esto sea de verdad un milagro.