Bye, bye PP
Se acabó. Definitivamente. Para siempre. El Congreso del Partido Popular ha servido para coronar a Mariano Rajoy como monarca ilustrado (todo para el pueblo pero sin el pueblo) que conduzca al partido de la antigua derecha española al extremo centro, si es que esto significa algo.
La comparación con el trasatlántico – muy prosaica – con la que los prebostes del PP se han referido al PP no deja de tener su pizca de gracia, especialmente si el buque en cuestión es el Titanic y la relación de Rajoy con Aznar es la de Kate Winslet con Leonardo di Caprio: al final de la película, ella no dudó en patear a di Caprio para que no lastrase el panel en el que estaba montada. Un minuto de luto le guardó ¡y ni uno más!. De la misma manera, Rajoy le ha dado en el antifonario al melenudo ex – gobernante.