La ecología en el Vaticano
La historia de los Papas está llena de noticias de todo tipo. Entrando solamente en el siglo XX, vemos que el primer coche a motor que entró en el Vaticano fue estando Pio X, hoy elevado a los altares. El Papa que tuvo una emisora de radio fue Pio XI, quien junto a Marconi, bendijo las instalaciones de Radio Vaticano.
El Papa que más usaba una pequeña máquina de escribir fue Pio XII. Un secreto a voces fue encontrarse una fotografía de Juan XXIII con un cigarrillo entre los dedos de su mano. Fumaba de vez en cuando. El primer Papa que puso los pies en Tierra Santa y en Nueva York, en el edificio de la ONU, fue Pablo VI.
Juan Pablo I fue el Pontífice que menos tiempo gobernó la Iglesia durante el siglo pasado. Juan Pablo II ha batido todos los registros: Ha viajado por todos los continentes, ha conectado con todos los regimenes politicos, ha publicado una infinidad de cartas, ha proclamado un mosaico extenso de homilías en todos los idiomas, ha beatificado y canonizado a más personas que ningún antecesor suyo….y en su entierro la gente con pancartas pedía la beatificación cuanto antes.
Ahora, con Benedicto XVI, el Vaticano ha puesto a funcionar por primera vez paneles solares, instalados en el techo del Aula Pablo VI, donde el Papa celebra audiencias generales en invierno.
Los 2,400 paneles fotovoltaicos permitirán producir 300 MWh anuales de energía solar, el equivalente de consumir 80 toneladas de petróleo, para iluminación, calefacción y aire acondicionado de ese aula y otros edificios. Bajo esta estructura tuvo el miércoles Benedicto XVI su primera audiencia.
La ecología ha llegado al Vaticano. Las nuevas fuentes de energía, como es la solar, han entrado en los muros centenarios de la Ciudad Eterna. Ahora, la Iglesia, una vez más nos da ejemplo con la construcción de ese paneles solares. Sobre la cubierta que construyó el arquitecto Nervi, ahora se han colocado los elementos necesarios para producir energía sin contaminar el cielo romano, que ya bastante lo ensucian los ciudadanos romanos con el alocado tráfico de la capital de Italia.
Benedicto XVI será recordado por la historia como el Papa ecologista consumiendo una energía que procede del sol, que colocó Dios en el firmamento, al que llamó cielo, según el lenguaje sencillo y elemental del libro del Génesis en su capitulo primero.
La bimilenaria historia de la Iglesia continúa aceptando siempre los avances técnicos que la ciencia con conciencia descubre para el bien de la persona y de la humanidad. Y la energía solar es un avance científico de primera categoría.
Tomás de la Torre Lendínez