InfoCatólica / Tomás de la Torre / Archivos para: 2009

25.08.09

La liturgia no es un teatro

Desde hace unos días en InfoCatólica, de modo singular en el blog de Luis Fernando, se ha ido tratando de una posible “reforma de la reforma” de la liturgia eclesial, de modo especial, en la celebración de la Misa.

Los numerosos comentarios escritos por un fuerte número de lectores ha creado un amplio campo de diálogo y de intercambios de opiniones y pareceres. Voy a aportar mi grano de arena.

Cuando la Iglesia camina, en su historia, una vez que Cristo ha ascendido a los cielos, inicia su liturgia, de modo singular, la Acción de Gracias, la Eucaritía. No en todos los casos las celebraciones gozaban de una “pureza” esencial para celebrar el sacramento. San Pablo a los ciudadanos de Corinto les echa en cara los “juegos, inventos y comilonas” que montaban en torno a la celebración del sacramento esencial de nuestra fe.

Cristo lo había anunciando, citando al profeta Isaías: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Creo que aquí está el núcleo central de la cuestión: cuando ni el celebrante y los participantes en la Eucaristía tienen sus corazones conectados con sus labios, el sacramento es una farsa. Es un teatro.

Tanto, cuando se usa el latín o el castellano, el misal de Pio V, el misal de Pablo VI, o lo que pueda venir. Celebrar un sacramento, lo digo como sacerdote, es una integración tan plena con Cristo y su Iglesia en la acción sagrada que se preside acompañado por la comunidad de hermanos en la misma fe, que si no existe unidad entre la fe conocida, la fe celebrada, y la fe compartida, no puede haber coherencia entre el corazón y los labios de las personas que están allí, celebrando el sacramento esencial de nuestra fe.

La agencia Aciprensa nos trae hoy un escrito del Papa Benedicto XVI dirigido a la 60 semana litúrgica nacional de Italia, que terminará el día 28, donde se está tratando sobre el sacramento de la Penitencia.

El Papa alaba la continuidad de estas reuniones a lo largo del tiempo “en constante adhesión a la doctrina y a las indicaciones de la Constitución conciliar Sacrosanctum Concilium, en sabia obediencia al Episcopado y a la Santa Sede, para presentar el Misterio de la fe".

Su Santidad sigue “invitando a proseguir en esta senda, con la misma fidelidad y el mismo espíritu, “ayudando a infundir nueva valentía y nueva perseverancia, en los obreros de la viña del Señor". Benedicto XVI remarca que estas Semanas Litúrgicas ofrecen a obispos, sacerdotes, personas consagradas, y fieles “preciosas ocasiones de profundización, siempre en una perspectiva de servicio eclesial".

Seguidamente el Pontífice resalta que “hay que tener muy en cuenta la plena y activa participación de todo el pueblo en la Liturgia, porque es la fuente primaria y necesaria de donde han de beber los fieles el espíritu verdaderamente cristiano".

Desde este espíritu del corazón papal, volvemos a la realidad de España. ¿Cuando la Iglesia española ha organizado una semana litúrgica abierta a todos: desde obispos hasta el último bautizado?. ¿Cuales son los motivos de la ignorancia litúrgica de nuestro pueblo?.

Necesitamos, todos los cristianos, darnos cuenta que la vida litúrgica, para que no sea un teatro o un campo de inventos de curas dislocados y laicos palmeros, acudir a los sacramentos teniendo clara la coherencia de vida entre nuestros labios y nuestros corazones, ya lo denunciaba el profeta Isaías en el Antiguo Testamento, y Cristo en el Nuevo Testamento.

Tomás de la Torre Lendínez

24.08.09

Los pioneros en la red en el 95

Tal día como hoy, en el año 1995, Microsoft lanzó su sistema operativo Window 95. Desde aquella fecha el mundo de la informática pegó un cambiazo impresionante. La red de Internet entró en la casa de algunos iluminados que, ni siquiera sospechabamos a donde nos llevaría aquella aventura.

Pudimos navegar, a través de Infovía, el único colector de salida al exterior de la casa de cualquier particular. La lentitud de los medios y de los aparatos ya es legendaria. A veces, tenía uno que confesar, soto voce, que era un “internauta", algo que parecía un pecado nefando. Los oyentes se lanzaban a preguntarte y la casa de uno era una posada y una parada para convencer a los tibios, a los incrédulos y a los valientes que apostaron por crear las primeras páginas webs de las parroquias, obispados….

Ahora, monseñor Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, ha hablado sobre la era digital, en donde vivimos ahora mismo. Y afirma tajante:” Las tecnologías digitales con sus aplicaciones en Internet que configuran la sociedad actual, deben promover y defender, por encima de todo, la naturaleza y dignidad del ser humano, asegurando su adecuado desarrollo a través de la comunicación real, la verdadera amistad y el diálogo honesto.”

Al señalar que estas realidades poseen “grandes posibilidades y grandes límites", el presidente del mencionado dicasterio afirma que cuando el Papa “expresa su aprecio positivo por las nuevas tecnologías no es un ingenuo, pues no olvida las dificultades y problemas que estas tecnologías pueden crear".

Un ejemplo lo tenemos en este vídeo:

En este sentido apunta tres aspectos:

La primera referencia, “es el valor de la persona humana. El Papa también para este propósito no es ingenuo y sabe muy bien qué cosas circulan en las grandes redes de la comunicación. Por ello dice que se debe tener cuidado con palabras e imágenes degradantes para el ser humano, cerrar el ingreso a lo que alimenta el odio y la intolerancia, lo que agrede la belleza y la intimidad de la sexualidad humana".

“La segunda dimensión es el diálogo entre personas de países, cultura y religiones diferentes. Un diálogo que no es un esconder quiénes somos, porque no sería eso algo respetuoso para con la persona con la que dialogamos. Pero es un diálogo atento y respetuoso que busca sinceramente la verdad. Creo que el hombre puede encontrar la plenitud de su vida, sabiendo que la vida no es una línea recta por donde caminar, sino un continuo itinerario para buscar lo verdadero, lo bueno y lo bello".

Al hablar de la tercera dimensión del mensaje, la amistad, monseñor Celli explica que “en el nuevo vocabulario de las redes digitales es un término que se contrabandea fácilmente".

Seguidamente el Arzobispo se refirió a la presencia de Benedicto XVI en Youtube e indicó que “el Papa deseaba estar presente en un diálogo respetuoso de los hombres que se encuentran, no para confundirse, no para diluirse, ni anularse; sino para que su presencia sea un momento sincero de diálogo".

Si hace catorce años, los pioneros en la red, hubieramos encontrado una autoridad vaticana tan importante en el mundo de los medios de comunicación, como monseñor Celli, afirmando lo anterior, hubieramos creido que soñabamos despiertos.

Acabamos afirmando que la Iglesia siempre debe estar en la vanguardia de las comunicaciones sociales. Es algo esencial en su misión evangelizadora y salvadora hasta el último rincón de la tierra.

Tomás de la Torre Lendínez

23.08.09

Los cardenales Segura, Bueno y Amigo en Sevilla

La sede hispalense ha tenido siempre una gran importancia en el catolicismo hispano. Desde San Isidoro hasta ahora, sobre la silla de Sevilla se han sentado personalidades de gran categoría espiritual, intelectual y pastoral.

En los últimos setenta años han regido esa archidiócesis tres cardenales de diferente cuño. Sobre ellos tratamos brevemente.

El cardenal don Pedro Segura, aquel hombre expulsado de España, por el gobierno republicano, por estar y sentir con la monarquía alfonsina, quien lo sacó de ser un cura rural de las Hurdes, cuando el rey visitó aquella comarca extremeña, y lo elevó a ser Primado de Toledo, de donde salió, para volver, tras la Guerra Civil, a presidir el arzobispado sevillano. Son famosas las trifulcas del indómito cardenal hasta con el mismisimo General Franco.

Otro cardenal, de signo distinto, don José Maria Bueno Monreal, buen pastor, querido del pueblo sevillano y partícipe en las sesiones del Concilio Vaticano II, donde dejó su huella de manera singular. En su tiempo fue coronada la Virgen de la Esperanza Macarena, delante del General Franco. Fue un hombre clave en los años de la Transición. La archidiócesis de Sevilla nunca lo ha olvidado.

En el año 1982 llegaba, desde Tánger, el arzobispo fray Carlos Amigo Vallejo, quien se encontró con la primera visita del Papa Juan Pablo II a Sevilla, donde beatificó a Sor Ángela de la Cruz.

Monseñor Amigo Vallejo se encontró con la victoria a nivel nacional del partido socialista que subió al poder en aquel otoño. En Sevilla gobernaba y en toda Andalucia el partido socialista, tras aquel absurdo referendúm sobre la autonomía, que organizó el gobierno central de “ucede” y que perdió como estaba cantado.

Fray Carlos tuvo dos apuestas claves: preparar el pabellón del Vaticano en la Exposición Universal de 1992, nombrando para este asunto a un sacerdote sevillano, don Juan del Rio, hoy arzobispo castrense. Y el nuevo viaje de Juan Pablo II a Sevilla con motivo del Congreso Eucarístico Internacional.

A nivel autonómico monseñor Amigo cedió el palacio de San Telmo a la Junta de Andalucía, a cambio de sustanciosas obras para la dotación de servicios pastorales en Sevilla. Los socialistas cambiaron, rapidamente, el titulo del palacio por uno más laicista: la Casa Rosada, cuyas obras de adecuación siguen coleando.

En el plano de los Obispo del Sur, monseñor Amigo se encontró con un episcopado andaluz mucho mayor en edad que él mismo. Por esto, les ha sobrevivido a todos. Era la época en la que se pretendía dar forma jurídica a la asamblea de los obispos del Sur de España: se creó la oficina de información de los obispos del Sur, que se encomendó a don Juan del Rio, quien alternaba con sus oficios en la Expo 92; se nombró un secretario de la asamblea de obispos andaluces, que cayó en otro cura de Sevilla: don Antonio Hiraldo. Y se completó todo el entramado de los obispos andaluces sobre enseñanza, hospitales y vida religiosa.

Cuando nació Canal Sur radio y tv, en el año 1989, se concordaron los programas religiosos con la Junta de Andalucía y la dirección de los mismos fue encomendada a curas sevillanos, excepto los de la radio andaluza que se nombraron uno de Cadiz y otro de Granada.

Pasaban los consistorios para nombramiento de cardenales y parecía que a monseñor Amigo se le pasaba el tren. Hasta que en 2003, Juan Pablo II lo hizo cardenal. La alegría entre muchos fue inmensa, pues ese honor le faltaba a la sede sevillana.

En el mundo de la religiosidad popular fray Carlos fue llamado por toda Andalucía a predicar novenarios, y a dar conferencias. Algunos obispos locales les molestaba tales viajes por sus diócesis, porque se enteraban por la prensa local.

Monseñor Amigo Vallejo ha publicado muchos libros. Sin tener nunca un obispo auxiliar a su lado, siempre ha tenido tiempo para escribir y ayudar a los lectores de sus obras.

Hoy, 23 de agosto, al cumplir los 75 años, ha presentado su carta de renuncia a la sede episcopal, conforme a derecho.

Antes, a finales de 2008, habia sido nombrado por el Papa don Juan José Asenjo, arzobispo coadjutor con derecho a sucesión de Sevilla, quien tomó posesión de su cargo a primeros de este año. Pero, como le dieron la administración apostólica de la diócesis cordobesa, se ha cobijado en ella, donde era obispo residencial, y ahí permanece a ver si el nuevo Nuncio toma las riendas y Roma decide lo que sea.

Tomás de la Torre Lendínez

22.08.09

El "tamayazo" contra el Nuncio

Leo en RD la noticia siguiente:

“El teólogo Juan José Tamayo recomendó hoy “neutralidad” al nuevo Nuncio Apostólico en España, Renzo Fratini, ante su sospecha de que vaya a interferir en el debate parlamentario de la reforma de la Ley del Aborto y la Ley de Libertad Religiosa que está preparando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.Tamayo declaró a Servimedia que estas leyes a Fratini “no le van a gustar y debe mantenerse ante ellas como personal diplomático neutral, no debe opinar, ni tomar postura".

“Ningún embajador de ningun país debe interferir en el debate de estas leyes, porque sería una injerencia", dijo Tamayo, y añadió que “a este señor hay que exigirle neutralidad en todo lo que tiene ve con los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Administración de Justicia".

Concluyó que Renzo Fratini debe tener una actitud de respeto hacia la soberanía popular y hacia la decisión de los ciudadanos expresada democráticamente en las urnas y reflejada luego en el Parlamento.”

Ante semejante estupidez mental se me ocurre lo siguiente:

En primer lugar, el señor Tamayo desconoce el mundo de la diplomacia en general, ya que cualquier embajador del país que sea, siempre trabaja a favor del Estado que representa, tanto en asuntos comerciales, como sociales, económicos….

En segundo lugar, el señor Tamayo desconoce cómo trabaja la diplomacia vaticana en cualquier país. La historia de la Iglesia de España nos demuestra que los 102 nuncios que han llegado hasta aquí hasta monseñor Fratini, siempre han servido a la Santa Sede, y por lo tanto, han defendido a la Iglesia Católica contra los ataques de los gobiernos de turno.

En las declaraciones que el nuevo nuncio ha hecho a la radio vaticana ha añadido: “Trataremos de hacer todo lo que podamos: ayudar un poco a reavivarla, procurar reanimar y alentar a la Iglesia en Europa, contribuir en lo que podamos en España, en este momento también de crisis, de dificultad económica y financiera".

En la misma entrevista el arzobispo Fratini ha dicho: “Ahora bien, voy contento a esta nueva misión, importante, en un país importante, aunque también con cierta preocupación, en el sentido de que no creo que sea fácil en este momento: las relaciones con España y tampoco la situación en general… Por lo tanto, ¡procuraré hacerlo lo mejor que pueda!».”

Y, en tercer lugar, me pregunto en nombre de quien habla el señor Tamayo, ¿en el suyo personal?, o en el nombre del “relativismo y del laicismo” reinante ahora mismo en la sociedad española.

Por lo tanto, que ni el señor Tamayo ni nadie exija “neutralidad” al nuncio, porque este “teologo” no está siendo “neutral” en sus afirmaciones, porque nadie da lo que no tiene. Se nota para quien trabaja y quien le paga y le pone un micro y una página digital para expresarse.

Tomás de la Torre Lendínez

21.08.09

Cumplo un año aquí

Tal día como hoy, hace un año, comencé a escribir en este blog El Olivo. Mis primeros recuerdos agradecidos son para Luis Fernando, nuestro director, quien confió en mí y mis pocas posibilidades en este mundo de la informática, para darme entrada a la red.

No puedo olvidar, con total agradecimiento para todos, a los compañeros blogueros, que me acogieron con hospitalidad y generosidad propia de cristianos generosos y dispuestos a compartir la gran mesa de la red de redes con uno más.

Los lectores y comentaristas son el gran sector a quien debo, también, mi agradecimiento cordial. A algunos ya los conocía, pero a una gran cantidad los he ido conociendo a lo largo de todo el año. La rectitud, el respeto, la sana discrepencia, la argumentada aportación y la crítica sana me han ayudado mucho a mejorar lo que a diario ha ido colgándose en El Olivo. Puedo decir que mis amistades han ido creciendo, conforme pasaban los días y los meses.

Desde que estamos en InfoCatólica, me siento más integrado en este proyecto, que comenzó con valentía, pero con pobreza de medios, y aunque la crisis económica ataca a todos, y mucho más, a los medios de comunicación, confío en que Dios abrirá las puertas de este portal para que vayamos dando pasos pequeños, pero seguros, y no nos hundamos entre el oleaje del ciberespacio.

Deseo acabar este post con una cita del Libro de Los Jueces 9,6-15: “Una vez fueron los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo: “Sé nuestro rey.” Pero dijo el olivo: “¿Y voy a dejar mi aceite, con el que engordan dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?".

Este es mi anhelo para el segundo año que inicio como cura bloguero: no cambiar de ser El Olivo, bajo el cual caben todos los lectores, amigos y conocidos. Aquí siempre tendremos buen aceíte para informar, formar, alegrar, estimular y enseñar el seguimiento de Cristo, el Señor.

Tomás de la Torre Lendínez