El Valle de los Caídos da dinero al Estado

La decisión ciega, sectaria infantil, y dictatorial de pisar la libertad de culto religioso cerrando al público la Abadía del Valle de los Caídos, fue una de las tantas majaderías que tuvimos que vivir en España en los últimos 33 meses finales del zapaterismo militante y mandante siete años en España.

Aquella nefasta decisión no se hacía en un país europeo desde los años treinta del siglo pasado. A los mandamases socialistas les salió el tiro por la culata, porque encima estaba perdiendo dinero legítimo que la gente que visitaba el templo siempre había pagado de forma religiosa.

El remate de aquella locura fue cuando la comunidad benedictina tuvo que salir a la calle en pleno invierno a celebrar misa de campaña. La gente iba en masa.

El gobierno actual ha abierto toda la Abadía del Valle de los Caídos al culto y la visita de los turistas, quienes pagan 5 euros por persona, lo que supondrá para el Patrimonio nacional nada menos que dos millones limpios en un año entero.

Ya, gracias a Dios, no se verán estas fotografías.

Desde ahora, el mismo cardenal Rouco, estuvo el pasado día 11 celebrando la misa con los padres benedictinos en la fiesta de su patrón San Benito.

Durante aquellos ominosos 33 meses guardó silencio en público, aunque en privado movió todos los hilos posibles para que aquella situación tan anómala fuera desapareciendo. Como así fue por obra de los votos de las urnas democráticas.

Ahora mismo la Abadía del Valle de los Caídos vive un tiempo de esperanza y confianza de no volver nunca a los negros 33 meses de persecución religiosa y de negación de la libertad de culto.

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Tomás de la Torre Lendínez