¿Son necesarios los diáconos permanentes hoy?.
Monseñor Francisco Cerro Chaves, Obispo de Coria-Cáceres, a las cinco de la tarde del próximo jueves, 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, en la Santa Iglesia Catedral de la Asunción, de Coria, ordenará de Diáconos Permanentes a Wifredo Tomé Goméz, de Holguera, a Manuel Martín Baile, de Villamiel, y a Juan María Sánchez Rosado, de Ceclavín.
Mientras, los actuales diáconos permanentes de España están reunidos en Málaga durante todo este largo fin de semana. La Casa Diocesana “Beato Manuel González” de Málaga es el escenario del XXVI Encuentro Nacional de Diáconos. Del 3 al 6 de diciembre, 70 diáconos de España, muchos acompañados por sus esposas, compartirán sus experiencias, rememorarán el pasado y actualizarán su servicio a la Iglesia.
También participarán en este encuentro el obispo de Málaga, Jesús Catalá, el de Tenerife, Bernardo Álvarez, tres presbíteros y un diácono procedente de Italia.
El programa de actividades comienza con las palabras de acogida de los prelados, seguidas de la ponencia “El diácono, oyente de la Palabra”, dictada por Bernardo Álvarez. Y varios temas que están en el orden de trabajo de la reunión.
¿Son necesarios los diáconos permanentes hoy?.
Siempre he considerado que su presencia en la Iglesia es una gran conquista. Desde el Concilio Vaticano II hasta hoy han tenido tiempos de euforia, y etapas de semisilencio dentro de la Iglesia que peregrina en España.
Donde están los diáconos permanentes es porque algún obispo diocesano ha tenido el empeño de crear este servicio pastoral dentro del organigrama de su episcopado. Cuando ha llegado el siguiente obispo, a lo mejor poco proclive a este ministerio eclesial, se les ha olvidado en un rincón de la propia Iglesia diocesana.
Algo mal hecho, ya que la Conferencia Espiscopal Española siempre ha tenido un obispo encargado de esta forma de servir a la Iglesia, y nunca han faltado reuniones como la que decimos más arriba que se está celebrando estos días en Málaga.
Esta asamblea de cerca de cien personas entregadas al servicio eclesial mediante el diacononado permanente debe suponer que más obispos opten por implantar en sus diócesis este servicio pastoral tan necesario, cuando los sacerdotes escasean y el futuro vocacional tampoco está pintado de color esperanzador.
Quien desee saber más haca clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
14 comentarios
Un diácono unido al Obispo filialmente y trabajando como estrecho colaborador del párroco,es una inmensa gracia de Dios.
Les invito a conocer esa experiencia del diáconado en la Iglesia Chilena.
Como sacedote desde Chile ,vaya mi homenaje a los diáconos, de modo especial , a los dos que mi parroquia tiene la alegría de tener.
Saludos.
Luis
Jesucristo nuestro Dios, es el diácono por excelencia, el que sirve a la mesa de su pueblo (Apoc. 19: 9). Y como sabemos, el "diaconado" es una notable marca y muy notable distinción de toda su Iglesia.
San Pablo, Capítulo 6:
" En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos ".
Pienso con toda humildad que en todos los tiempos han sido muy necesarios, serios y cumplidos servidores de la Santa Iglesia Católica de Jesucristo.
Y resulta evidente que cuantos más existan dentro de la misma, mucho mejor para el su santo oficio y para el devenir y buen funcionamiento de la misma.
Lo que escribe San pablo en, 1 Timoteo 3: 8 – 13
" Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
El Diácono que confiesa a Cristo y la palabra de Dios, le espera una hermosa recompensa ( 1 Tim 3: 13), gana un grado honroso aquí en la tierra ( 2 Tim. 2: 21; Prov. 3: 35; 15: 33; Hebreos 6: 10).
Dios honra a los que le honran y también dice en el NT, Apocalipsis de San Juan ( Apoc. 3: 11) que el diácono ocupa un grado honroso. Que no es otra cosa que recibir de parte de Dios las bendiciones que el tiene preparadas ( Salmo 37: 4).
Y que más grado honroso queremos para los Diáconos, sino estar por toda la eternidad delante del Único y Verdadero Dios por los siglos de los siglos.
El DIACONADO es un clara, santa e inestimable ayuda y bendición de Dios.
En cambio, los diáconos casados siembran la confusión entre los fieles poco formados, que son la mayoría.
Leo en los Hechos que ante la queja de algunas viudas los apostoles dicen "No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. "
Sin embargo con los diáconos actuales lo que se dedican es a ayudar en los servicios litúrgicos. Algunos con buen pico incluso predican la homilía mientras el sacerdote escucha sentado.
¿No es esto alterar los fines primitivos de la institución de esta figura?
¿No estará en esta figura la causa de la clericalizacion de los laicos que se da en algunas parroquias? Se nos han llenado de ministerios auxiliares hasta el punto de que algunos párrocos creen en la práctica que ser buen cristiano consiste en repartir la comunión. lo digo de otra forma: parece que para un buen cristiano aumentar su vida cristiana equivaldría a dedicar mas tiempo a la parroquia.
A mi me parece que esto va en la dirección contraria dl mensaje central del CV II que anima a los laicos a ordenar los asuntos temporales hacia Dios.
Cuando se ama a Jesucristo se comprende la importante tarea de los diáconos permanentes.
Dios nuestro Señor llene de muchas bendiciones a los diáconos que tiene como fin complacer al Corazón de Jesús con el amor a la Iglesia Católica.
No creo nada que sean curas frustrados, ni otros nombres despreciativos. Hacen una labor inmensa, por supuesto que puede ser hecha por otras personas, pero si están ellos, cuentan con la gracia de la Ordenación. Los "otros" que lo podrían hacer, no la tienen.
Aquí podemos ver un blog de unos amigos, donde conocer un poco más de información sobre este ministerio:
- http://diaconosorihuela-alicante.blogspot.com/ -
Creo que es muy loable que a pesar de tener su misión en el mundo (con su trabajo) y sus obligaciones (con su familia), además, se comprometan con su comunidad (que a veces suelen llevarlos a otros lugares que no son las suyas de donde salieron, dejando "tanto" por "tan poco".
No es cosa humana, sino que se trata de una decisión divina.
Saludos.
También se dice con un poco de mal uva que son curas frustrados, cuando es una vocación más, destinada a sembrar, a sumar por el Reino. Atendiendo a la jerarquia eclesial es lo mismo que decir que un presbítero es un obispo fracasado.
Aparte de la liturgia tienen más funciones. Sus tres pilares son: liturgia, Palabra y caridad. Muchos diáconos son en sus diócesis administradores, responsables de Cáritas, de Pastoral familiar,...
Con respecto a lo de que es un ataque, como dice Óscar, al celibato sacerdotal le diré que parece que no conoce que se puede ordenar a casados de presbíteros en las iglesias católicas orientales. En la latina se mantiene por tradición. El diaconado es un ministerio distinto, con sus propias normas. Además si un diácono permanente casado enviuda no puede volver a casarse.
No me preocupo por los que estáis en contra del diaconado, pues la Palabra de Dios, la Tradición eclesial, el Vaticano II y numerosos documentos papales y nacionales están a favor de este ministerio tan provechoso. Los recelos se curan conociendo y compartiendo con ellos actividades pastorales. Los obispos con recelos injustificados que aún no han instaurado este ministerio en su diócesis deberían abrirse al Vaticano II. Ya es hora después de más de cuarenta años.
Ahora bien, existe el peligro de ordenar diáconos que no debieran ordenarse. No es lógico en estos tiempos que en una diócesis haya 300 diáconos. Los diáconos son vocacionados por el Señor para serlo, no es el diaconado un premio por los servicios prestados.
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