La bufonada política y clerical de Orense
He compartido una conversación con dos sacerdotes mayores. Hemos comentado la situación del cura orensano, que primero se mete a político socialista; sale elegido concejal; toma posesión de su cargo democrático; el administrador apostólico le aparta del ejercicio público del ministerio sacerdotal; el partido socialista monta en cólera contra la decisión eclesiástica anunciando llevar el asunto ante el apretado Tribunal Constitucional. Y el cura se arrepiente y recula.
Vuelve este señor cura llamado don Antonio Fernández Blanco a tomar las riendas pastorales de su ministerio, pero ayer los feligreses constituyen una plataforma de apoyo a la persona del sacerdote, y enfadados con el obispado de Orense deciden no ir a Misa, como si el sacramento de la Eucaristía fuera el culpable de toda esta bufonada.
Realmente, tenemos un pueblo cristiano infantil, manejable, manipulable, y acosado por los políticos de un partido tan anticlerical como es el socialista.
¿Saben esos feligreses que con su no participación eucarística dominical quienes sufren espiritualmente son ellos mismos?. ¿Alguien les ha explicado que la Misa del domingo no es una reunión de los amigos de los juegos de bolos serranos y si faltan unos cuantos el juego se tiene que suspender?.
El responsable de educar en la fe a ese pueblo orensano debía ser el párroco don Antonio, si estuviera dedicado a la catequesis de niños, jóvenes y adultos, en vez de meterse a político local.
Este sacerdote es el responsable, como pastor de esa comunidad, de reunir a las ovejas de Cristo, predicarles la Palabra de Dios, impartirles los sacramentos desde el nacimiento a la fe hasta la despedida al cementerio, alegrarse con las alegrías de las familias y llorar en los momentos de tristeza, tratando de dar ejemplo con sus palabras y obras, que un cura sin oración al Señor cada día es lo mismo que un jardín sin flores.
Dentro del ministerio sacerdotal, también, cabe el suscitar entre los parroquianos laicos comprometidos con la misión social y política a favor del bien común de la sociedad local, que inunde las acciones municipales de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, que es riquísima en estos asuntos temporales.
Don Antonio se ha equivocado. El cura es un pastor. No un político. Nunca los pájaros disparan a las escopetas. Los pastores siempre conducen al rebaño. Rezo por este compañero para que se deje conducir por el Señor, único y eterno pastor. Y no pierda más el tiempo en salir en los medios de comunicación.
Para conocer más acuda aquí y aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
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Lean si les parece:
Se buscan actos de bondad en la guerra civil española
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/06/se-buscan-actos-de-bondad-en-la-guerra.html
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11 comentarios
Pero claro, con un sacerdote que en vez de explicar a los fieles la imperiosa necesidad de participar juntos en el memorial del Sacrificio del Señor, se dedica a profanar su ministerio en la política qué vamos a esperar. Si así es el maestro cómo son los discípulos.
Dios mío, cómo necesitamos formación, piedad y -también- un sano temor de Dios. Al final se cumple la profecía de Sofonías y sólo quedará "un pueblo pobre e indigente que esperará en el nombre de Yavé" (Sof. 3,12).
Este comportamiento de "perrencha"" indica la poca valoración que se le da a la misa dominical. Desgraciadamente en Galicia el cumplimiento dominical es muy bajo. La gente sule acudir a la iglesia cuando la misa es por los suyos a por algún vecino allegado. Al resto de las celebraciones no acude por no haber ningún vínculo familiar o de amistad y creer que no le compete.
Hay una especie de conciencia colectivista-sindicalista que muchas veces asumen los fieles laicos como modo de protesta o enfrentamiento ante las desavenencias que pueden surgir con su Obispo o su párroco.
Sin ir muy lejos, recuerdo el caso de aquel sacerdote de una parroquia de Galicia (no recuerdo cuál) al que los feligreses acusaron de haber robado las joyas de una imagen de la Virgen. Como protesta por lo ocurrido (habría que ver qué pruebas tenían ellos para tan grave acusación) dejaron de ir a misa a su parroquia. Y lo que fue más grave aún, fue que acampaban los domingos en las inmediaciones de la parroquia y con un televisor que llevaban consigo, sintonizaban la misa que echaban por la tele y así decían ellos que estaban cumpliendo con el precepto dominical. Eso sí, haciendo escarnio y crítica de su párroco y sus superiores.
A la hora de reclamar o protestar contra los curas todos a una como en Fuenteovejuna. Con mucha acritud, falta de ponderación y hasta de respeto. Se echa mucho en falta el cordial respeto, la generosa ayuda y el sincero cariño, estima y agradecimiento que deberían sentir los fieles hacia sus pastores. Muchas veces la errónea y reprobable conciencia que tiene un sacerdote de ser un funcionario de lo sagrado, la crean, propician y alimentan muchas personas que tratan a los sacerdotes como tales, esperando exclusivamente de ellos la fecha oportuna (para los novios) en la parroquia para casarse, que no les pongan muchas pegas y que digan sí a todo.
La actitud absolutamente infantil de los feligreses es muy triste, y muy lamentable, similar al caso del niño/a que amenaza con dejar de respirar porque su madre desea que se coma las espinacas. En realidad no creo que ninguno de los feligreses que proteste no asistiendo a la Santa Misa sepa de las realidades espirituales que nos transcienden de la celebración de la Misa y la Eucaristía. Si deseaban hacer alguna alegación al obispo que le escriban una carta, pero no que se corten las venas espirituales.
En realidad, y como crítica, me gustaría decir que la culpa de que muchos Católicos hayan dejado de ser practicantes, o que en este caso protesten dejando de asistir a misa, es de la propia Iglesia Católica, que se ha centrado en una pastoral social en lugar de en una pastoral del espíritu, en una pastoral de la eucaristía. La mayor parte de quienes se consideran católicos no saben que es lo que ocurre en realidad durante la celebración de la Santa Misa. Ya no se catequiza sobre la Justicia de Dios, sólo sobre su Misericordia, y eso es terrible. Ya no se catequiza sobre el pecado, ni sobre el infierno, ni el purgatorio, ni nada. Con no matar, no robar y dar alguna limosna nos sirve. Menos pastoral social, y más pastoral del espíritu, y más oración.
En cambio, en esta caso tan flagarante de mezcla entre religión y política, en el que un representante oficial de la Iglesia como es un sacerdote, forme parte de su partido, ponen el grito al cielo, si este renuncia a formar parte del mismo.
Sres sociatas de Ourense: ¿el que un cura forme parte de su partido, esto no es entrometer directamente a la Iglesia en la política? Un sacerdote, aunque tenga sus personales opiniones, debe estar con los brazso abiertos a todos sus fieles sean del bando que sean. Si toma partido, aleja de sí a los que no son de este partido. Por tanto, que los socialistas de Oruense no vayan de listillos que se les ve el plumero
Vuelva a primaria para que le enseñen a leer nuevamente; o tal vez a que aprenda a interpretar lo escrito tal cual es. Si te das cuenta escribí "Faltaría" refiriendome a un comentario que hizo un Obispo español hace meses atrás en referencia a otro asunto... Si no conoces el caso eres tres veces ignorante: por no saber leer, por desconocer del caso de Munilla y cómo él ( no yo ) sugiere mandar a América a los curas heterodoxos, y por último por hablar de lo que no sabe.
Para terminar le quiero decir que no soy español ni vivo en España. También soy americano.
Hablan de la actitud infantil de la feligresía y es cierto, pero, ¿no es también infantil y disparatado hacer un toma y daca entre un curato y una concejalía,como parecen haber hecho entre el obispo y el sancionado?
Una vez sancionado, pues ya está. Si decides dejar la concejalía, perfecto. Tómate un buen retiro, haz penitencia y luego hablaremos de tu futuro.
Pero devolver al cura a su parroquia como se lo ha hecho me parece que es un tremendo error.
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