Los religiosos españoles a examen: 40 Semana de VR

Todos necesitamos constantemente de la Conversión. Y no creo que los Religiosos estén especialmente necesitados de ella. De todas formas convertirse es necesario... ¡ PARA TODOS !

Estimado amigo. Los datos estadísticos sobre religiosos y sacerdotes, son los mismos que los de la Iglesia en general. Ya está bien de dar leña a los religiosos y religiosas y no hacer autocrítica. La disminución es cierta, pero, además de que los números comenzaron a reducirse mucho antes del concilio, hay que hablar de que la sociedad cristiana dejó de serla hace mucho tiempo. La descristianización evidente de la sociedad y la ignorancia religiosa, fruto de un gran déficit no encauzado por los obispos en la transmisión de la fe a las nuevas generaciones son factores que influyen. ¿Cómo van a haber vocaciones religiosas con las familias descristianizadas que tenemos, el descenso demográfico o una Iglesia envejecida que no sabe hablar de Dios a los hombres y mujeres de hoy?
Las simplificaciones que se escuchan, sin matices, sobre lo que eran y ahora son las congregaciones religiosas, sobre si usan hábito o no (por cierto, los legionarios de cristo, tan modélicos ellos, no consiguieron ahuyentar con el hábito el escándalo que ha salpicado a la Iglesia), son un insulto a la inteligencia. Simplificación, falta de matiz... ¡qué necedad la de algunos!
El Papa ha hablado claro sobre este particular: las vocaciones son un don de Dios, no un invento humano que sea fruto de los esfuerzos humanos. Dios hace con las vocaciones lo que le parece. En sus manos están nuestros azares, no en las nuestras. Pues bien, sigan haciendo exámenes a la vida religiosa y no examinen la vida cristiana de sus familias. Es una buena forma de echar balones fuera y buscar chivos expiatorios, pero el pecado, está en la raíz de la transmisión de la fe y la responsabilidad, evidentemente, en los Obispos, que han de ser garantes de la transmisión de la misma. Por otro lado, tengan un poco más de fe a la hora de leer los signos de los tiempos. Nuestra vida está en manos de Dios, que es el más interesado en llevar su plan adelante. Dejen de lamentarse por un pasado que nunca más volverá, (gracias a Dios) y miren adelante con determinación. Enhorabuena a los organizadores de la 40ª semana de vida religiosa. Increíble que en nuestro país, después de 40 años todavía haya alguien que convoque a un congreso anual, año tras año, a cientos de personas para un encuentro de este tipo. Que otros tomen nota.

En los comentarios de hoy se ve, de nuevo, que aquí hay un lío interior a la "vida de la iglesia". Hace unos meses se enlazaba en este blog un artículo de un monje (ahora "religioso consagrado") que era jefazo de un colegio y era un líder de los monjes que dirigen colegios. En aquel artículo, aquel monje, rugía contra los que se oponían a su "vida de la iglesia" y aseguraba que su "vida" y su forma de practicarla es la que terminaría imponiéndose; y no es imposible, no es un "sueño roto" sino que es un sueño viejo que sigue adelante y tiene su justificación conciliar, nada menos.

En estos comentarios dicen que los religiosos esos (los monjes y monjas de antes), están estupendamente, no les hace falta convertirse a nada, éllos se dirigen a "los hombres y mujeres de hoy", están más allá de simplificaciones e insultos y siguen las vocaciones tal como Dios las lleva a su voluntad. Es una vida rica en matices abierta a las posibilidades del mundo actual y muy "espiritual" (es como llaman a celebraciones de aire paganoide, muy vistosas y muy guays). Todo va bien, enhorabuena a los religiosos. Los malos son los obispos que no saben transmitir la fé pero los religiosos con sus colegios, sus oenegés, sus negocietes editoriales y el resto, va todo de maravilla. El Papa habla claro por encima de los obispos y el Papa está con ellos.

Esto será cierto o no. El bloguero Fernández de la Cigoña tiene claros sus argumentos, ha pedido muchas veces el cierre de colegios y la liquidación de determinadas iniciativas "sociales" pero esas cosas fueron, en su día, una dirección estratégica de la Iglesia que se abría hacia el mundo, se volcaba hacia el futuro y se entregaba a los otros o eso decían a todas horas; pues ya tienen los resultados y hay que seguir por ahí. En todo caso aquí hay un conflicto eclesiológico que está por decidiir y cada parte tiene su justificación.