Caso Intereconomía: ¿punto final?
El asunto del ataque de los medios informativos al grupo Intereconomía por la situación creada por las declaraciones del periodista Eduardo García Serrano sobre el proyecto del Instituto Catalán de Salud, en cuya web su finalidad no es sólo la de prevenir el embarazo o el contagio de enfermedades de transmisión sexual ya que explica a los adolescentes que, antes de su primera relación con penetración:
“Es muy recomendable practicar el petting. Esto incluye “las caricias en los pezones, el sexo oral o la masturbación”.
Días pasados en este blog dejamos el perdón que había pedido el señor García Serrano, y también la venganza de las supresiones de las emisoras catalanas de radio Intereconomía.
Hemos conocido que en el programa de Telecinco titulado La noria, unos personajes singulares atacaron directamente a los sacerdotes de la siguiente forma:
“En boca de Jorge Verstrynge, la crítica a García Serrano se convirtió en diatriba contra los sacerdotes. El ex político popular, hoy politólogo pronazi, luego de extrema izquierda y asesor del dictador Chávez, afirmó: “Este señor no quiere que los jóvenes aprendan a masturbarse, prefieren que los profesores de la masturbación sigan estando en los confesonarios”.
Abundando en la crítica de Verstrynge, la ex diputada de ERC y periodista Pilar Rahola aseguró que “los curas siempre han sido muy represores. Les decían a los niños: no te toques, no te toques, que te vas a quedar ciego”. Por último, el presentador de La Noria, Jordi González, concluyó la argumentación de la siguiente forma: “No te toques, no te toques, que ya te toco yo”.”
Todo este asunto ha supuesto que el presidente del Grupo Intereconomía ha escrito una carta, cuyo contenido se puede leer pinchando aquí mismo:
Es una carta corta pero contundente. Clara y directa. Esperemos que esto ponga punto y final al espinoso asunto. Es necesaria la paz entre todos.
Tomás de la Torre Lendínez
9 comentarios
Dios mío, qué época más asquerosa nos ha tocado vivir. Si esto es la democracia, es una porquería absoluta, siento decirlo, pero es lo que veo. Todos los dichosos días.
Bien por los laicos fieles a Cristo.
Un saludo.
Y otro tanto debería hacer la Iglesia. Ofender a los católicos no puede ser gratuito.
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