20 países europeos defienden el crucifijo: una nueva alianza contra el laicismo
«En un gesto sin precedentes, una veintena de países europeos se acaba de unir a Italia en el recurso de casación de la sentencia contra la presencia pública del crucifijo en las escuelas, que falló el 3 de noviembre la segunda sección del Tribunal Europeo de Derechos Humanos» Grégor Puppinck, director del ECLJ (European Centre for Law and Justice como el ACLJ pero en europeo) estaba exultante y esperanzado.
La audiencia duró tres horas, quizá una de las más interesantes desde el punto de vista jurídico, social y político de toda la historia del Tribunal.
El 30 de junio los 17 jueces titulares y tres suplentes, encabezados por el presidente del Tribunal, Jean Paul Costa, escucharon los argumentos del Gobierno italiano para pedir que se revoque la sentencia del 3 de noviembre del año pasado en la que esta institución declaraba que la presencia de crucifijos en un colegio público violaba el derecho a la enseñanza y a la libertad de conciencia de los demandantes. La decisión del tribunal tendrá consecuencias directas en toda Europa.
Los antecedentes ya los conocéis. Tal como declaraba Puppinck en la entrevista concedida unos días después y en un extraordinario artículo en L'Obsservatore [PDF]:
El caso Lautsi tiene una importancia considerable. Es emblemático, pues pone en tela de juicio la presencia visible de Cristo en las escuelas de Roma, de Italia, y de toda Europa. Este caso se ha convertido en un símbolo del actual conflicto sobre el porvenir de la identidad cultural y religiosa de Europa. Este conflicto enfrenta a los promotores de la secularización total de la sociedad y los que defienden una Europa abierta y fiel a su identidad profunda.
En un primer lugar se unieron a Italia 33 miembros del parlamento europeo (dejo como deberes de verano localizar a los españoles) y diez países como «amicus curiae» (tercera parte): Armenia, Bulgaria, Chipre, Grecia, Lituania, Malta, Mónaco, Rumanía, Federación Rusa y San Marino, animando al tribunal a anular la primera decisión. Fueron representados por un abogado judío: Joseph Weiler, la defensa de la presencia pública del crucifijo por un judío cubierto por la kipá me emociona.
A esos diez países se unieron otros diez: Albania, Austria, Croacia, Hungría, Macedonia, Moldavia, Polonia, Serbia, Eslovaquia y Ucrania, poniendo públicamente en tela de juicio la sentencia del Tribunal.
Se espera la revisión de la sentencia en 6-8 meses, aunque en casos similares anteriores se han extendido hasta los 14 meses (que comparándolos con los tiempos del Constitucional español son dos días).
Hay hechos de naturaleza geopolitica relevantes:
- Los 20 países suponen la mayoría de la Europa del Este y Balcánica,
- Los veinte países son fundamentalmente de tradición ortodoxa y/o con una relación no excesivamente amistosa con el Islam.
- La mayoría de los 20 países son supervivientes de la tiranía socialista, conocedores de primera mano de lo que supone la eliminación del crucifijo.
Parece que una vez más Juan Pablo II tenía razón con «los dos pulmones», y que la salvación vendrá del Este. Desconozco qué papel habrá jugado el Patriarca de Moscú, pero visto lo visto, muy relevante. En este sentido es también muy sugerente la última respuesta de Puppinck, que insinúa un cambio en la dinámica de la construcción europea:
Evidentemente, los defensores de la libertad contra el materialismo ya no están en la misma parte de Europa donde estaban antes.
12 comentarios
Lo del apoyo crucifijo es un buen detalle, pues una vez recuperado, no quieren perderlo de nuevo, pero de ahí a lo que se afirma, media, a mi entender un abismo;lo digo por el modus operandi et legislandi de los susodichos países.
El pulmón del Este todavía está fuerte...
Y después de la visita del Papa me quedó mucha gana de ir a Malta, además de a esos países de cristianismo perseguido.
Un saludo a todos.
Ciertametne las razones fueron ideológicas y muestran vergonzosamente la ignorancia de Estrasburgo en asuntos internos.
Es solo una muestra de la homogeneidad absurda que se quiere imponer en Europa en otros aspectos como la alimentación, como si todos debieramos ser como los alemanes: ordenados y sin arraigo cultural.
Respecto a la ausencia española: los españolitos tenemos que limpiar el patio (de divisones internas) y después tener cabeza para el sentido común.
Oscar
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