Tengo que ser capaz. Ese es el primer y fundamental error
Me sigue sorprendiendo cuando se acerca alguien a confesar o pedir consejo para su vida espiritual, muchas veces me diga que “tiene que ser capaz”. No solo es que me sorprenda. Es que cuando oigo esas cosas, directamente corto y digo que no, que no es eso.
Hagan la experiencia de acudir a alguna librería de buen tamaño y acérquense a la sección “religión”. Ya les digo yo lo que se van a encontrar: alguna biblia, quizá una biografía o unos escritos del papa Francisco y una colección inmensa de libros de autoayuda. Muy significativo.